Internacional - Economía

El crudo parece menos vulnerable a las ambiciones nucleares de Irán, por ahora

2009-10-06

Los mercados de crudo hicieron caso omiso a las revelaciones la semana pasada sobre una planta...

Por Guy Chazan, Dow Jones Newswires

La tensión sobre el programa nuclear de Irán fue uno de los principales factores que explicó el alza del precio del petróleo a US$150 en 2008. Un año después, las cosas han cambiado significativamente.

Los mercados de crudo hicieron caso omiso a las revelaciones la semana pasada sobre una planta secreta de enriquecimiento de uranio cerca de la ciudad sagrada de Qom. La noticia intensificó las sospechas de que Teherán puede estar construyendo un arma nuclear, lo que plantea las posibilidades de una crisis diplomática que llevaría a Irán a reducir sus exportaciones de petróleo. Los precios, sin embargo, apenas se movieron.

 La razón es que el mundo es un lugar muy diferente del que era hace un año. La recesión de la economía global ha erosionado la demanda de crudo y los inventarios abundan, al igual que el exceso de capacidad. Aunque Irán reduzca sus exportaciones de petróleo, Arabia Saudita tiene tanta capacidad de producción disponible que fácilmente podría llenar el vacío.

"Nunca ha habido una mejor época para imponer sanciones contra Irán, ni la habrá en el futuro", dice Olivier Jakob, gerente general de Petromatrix, una firma de investigación del sector petrolero. "Hoy, el mundo puede darse el lujo de perder las exportaciones de crudo de Irán por algunos meses".

También impera una sensación de saturación entre los operadores de petróleo en relación a las ambiciones nucleares de Irán. "Es como si ya hubiéramos visto esta película", dice Stephen Schork, analista de crudo independiente. "Esa es la razón por la que la reacción del mercado a Qom ha sido tibia, por decir lo menos".

La cotización del crudo se empinó sobre los US$70 por barril el miércoles, en anticipación a las conversaciones en Ginebra entre Irán y seis potencias globales, parte del esfuerzo internacional para impedir que Teherán desarrolle armas nucleares. Pero los analistas dicen que el salto fue ocasionado por una utilización sorprendentemente alta de los inventarios de gasolina.

Desde entonces, el petróleo ha vuelto a caer y el viernes cerró en US$69,65 el barril en Nueva York

Las revelaciones sobre la planta de Qom y los misiles lanzados por Irán el lunes desataron inicialmente rumores de una nueva "prima de riesgo iraní" en las proyecciones de precios. La preocupación era que una postura más contenciosa por parte de Teherán podría activar un embargo sobre las importaciones de gasolina hacia Irán. Eso, a su vez, podría provocar que Teherán reaccionara al suspender sus exportaciones de crudo.

Un clima más tranquilo

De todos modos, las probabilidades de nuevas sanciones parecen haberse reducido después de las conversaciones en Ginebra. Teherán hizo algunas concesiones. Acordó enviar parte de sus reservas de uranio enriquecido a Rusia y Francia para que sea procesado y permitir que inspectores de Naciones Unidas visiten la planta de Qom en algunas semanas.

Por ahora, Irán parece estar en terreno seguro. Occidente aplazó hasta diciembre el plazo para observar avances en las conversaciones. Eso significa que hay pocas probabilidades de que se anuncien duras sanciones inmediatas contra Teherán.

El resultado es que los analistas del sector petrolero dicen que el riesgo geopolítico en torno a Irán se reducirá. "Una vez que el actual revuelo desaparezca y la situación se calme, Irán será un factor neutro por el resto del año" para el precio de crudo, dijo Mike Wittner, analista petrolero de Société Générale. "El próximo año, otro gallo cantaría".

Incluso antes de las negociaciones de Ginebra, los problemas nucleares de Irán parecían tener menos peso sobre los mercados de crudo que el año pasado.

Durante los últimos días del gobierno de George W. Bush, circularon rumores de que Estados Unidos podría lanzar un ataque aéreo para frenar las supuestas ambiciones nucleares de Irán. Israel, asimismo, se rehusaba a descartar una opción militar. Irán, entre tanto, dijo que respondería a un ataque aéreo con el cierre del Estrecho de Ormuz, a través del cual fluye cerca del 40% de todo el petróleo que se moviliza por mar. Estos rumores prendieron fuego en los mercados de crudo.

Desde entonces, los ánimos han cambiado y el presidente Barack Obama ha dicho que está comprometido a dialogar con Irán. La semana pasada, el Secretario de Defensa de EU, Robert Gates, le restó importancia a la efectividad de los ataques aéreos.

Aún así, Irán sigue siendo una fuente de volatilidad en los mercados de crudo. "El régimen siempre puede dar una sorpresa", señala Helima Croft, analista de Barclays Capital, en Nueva York.



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