Internacional - Política

Afganos eligen Parlamento con el proceso de paz con talibanes como trasfondo

2010-09-13

Los integristas insisten en que no aceptarán ningún diálogo hasta que las...

Naweed Haidary/EFE

Kabul.- El movimiento talibán ha amenazado con echar por tierra con sus ataques los comicios parlamentarios del próximo día 18 en Afganistán, los primeros que se celebran con el incierto proceso de diálogo con los insurgentes en marcha.

Tres son los eventos que la ONU había considerado cruciales para el progreso de Afganistán durante 2010: la "yirga" (asamblea) de paz de junio, la Conferencia de Kabul de julio y estas elecciones a los 249 asientos de la Cámara Baja.

En los dos primeros, que sirvieron para que el presidente Hamid Karzai intentara recuperar la legitimidad perdida, se buscó el consentimiento afgano e internacional al llamado "plan de reconciliación", que prevé gastar 784 millones de dólares en cinco años para reinsertar en la sociedad a 36,000 insurgentes.

Pero según fuentes oficiales citadas por la prensa anglosajona, EU apenas ha gastado hasta ahora 200,000 dólares en el plan y desde abril tan sólo se han puesto del lado del Gobierno cien insurgentes, frente a los 9,000 de los últimos cinco años.

El pasado día 4, Karzai anunció la creación de un Consejo de Paz compuesto por 50 miembros, cuyas identidades desvelaría tras el fin del Ramadán, pero este paso, como tantos otros, fue criticado por el movimiento insurgente.

"La formación de una nueva 'shura' (consejo) en nombre de la paz es la repetición de experiencias de fracaso anteriores", observó un portavoz talibán, en declaraciones a la agencia afgana AIP.

Los integristas insisten en que no aceptarán ningún diálogo hasta que las tropas extranjeras no abandonen el país; mientras, siguen boicoteando las iniciativas del Gobierno y hostigando a las fuerzas internacionales y afganas.

Prueba del auge talibán es que la Comisión Electoral haya declarado "de alto riesgo" y decidido mantener cerrados para estos comicios 938 colegios (del total de 6,835) en 25 de las 34 provincias afganas, sobre todo en el arco sudoriental pastún.

El medio centenar de muertos durante la última cita electoral (las presidenciales del 20 de agosto de 2009) a causa de la violencia talibán son motivo suficiente para ello.

"La creciente violencia en el país dificultará sin duda el proceso electoral y dará opción a que se produzca un significativo fraude en estas elecciones", dijo a Efe el analista Wadir Safi, profesor de la Universidad de Kabul.

Pero no sólo los ataques que se prevén enturbian el proceso, sino que durante las últimas semanas los candidatos han visto cómo el movimiento talibán, que ha calificado los comicios como una forma de ampliar la "ocupación" del país, les impedía desarrollar sus campañas.

"No se pueden tener unas buenas elecciones sin una buena campaña", constató a Efe el candidato Daoud Sultanzoy, que aspira a revalidar su escaño por la provincia de Ghazni.

Sultanzoy explicó que muchos de los aspirantes a diputado no pueden acudir a actos electorales, especialmente en el sur y el este afgano, de tradicional dominio talibán.

Las listas electorales ofrecen síntomas de este temor: de los 2,556 candidatos, un gran número (664) concurren por la circunscripción de Kabul, mucho más segura que el resto.

Por el momento, al menos tres candidatos y más de doce miembros de equipos de campaña han fallecido en sucesos violentos; decenas de ellos han sido secuestrados y cientos han recibido amenazas desde el inicio de la campaña.

El contraste con los últimos comicios parlamentarios (2005) es evidente: si entonces se celebraron con una cierta normalidad, algo que desembocó en reflexiones sobre la supuesta debilidad de la insurgencia, ahora se admite abiertamente que el movimiento talibán tiene capacidad para causar un gran daño.

Por entonces no se barajaba la posibilidad de negociar con los insurgentes; cinco años después, se ha abierto un proceso formal justo cuando la guerra está en uno de sus peores momentos.

Julio fue el mes con más bajas militares estadounidenses (66) y junio el más sangriento para el conjunto de las fuerzas internacionales (102 muertos), que en 2010 ya han perdido a más de 500 hombres.

Para los civiles la situación es aún peor. Durante el primer semestre de 2010, 1,271 civiles fallecieron víctimas del conflicto, un 21 por ciento más que en los primeros seis meses de 2009, según un informe de la ONU.



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