Rusia reanuda los lanzamientos de prueba del misil intercontinental Bulavá

Moscú, (EFE).- Rusia reanudará esta semana los lanzamientos de prueba del misil balístico intercontinental Bulavá, anunció hoy el comandante en jefe de la Armada de Rusia, almirante Vladímir Visotski.

"No descartamos nada y no podemos dar garantías. Pero esperemos que vuele", aseguró Visotski a la agencia oficial rusa Itar-Tass.

El almirante ruso subrayó que los preparativos para este ensayo han sido muy rigurosos, por lo que la Armada confía en que sea un éxito.

"Si no estuviera seguro, no habría convocado esta reunión", señaló.

La comisión de expertos que investigó las causas de los continuos lanzamientos fallidos del Bulavá recomendó en julio pasado continuar los ensayos.

Según datos no oficiales citados por medios rusos, de las doce pruebas realizadas con el nuevo misil, siete resultaron fallidas, la últimas de ellas el 11 de diciembre del año pasado.

Tras ese último fracaso, Visotski ordenó la suspensión de todas las pruebas hasta el esclarecimiento de las causas de los lanzamientos fallidos.

La prensa rusa ya ha comenzado a poner en duda la idoneidad del proyecto, lanzado en 1998 y que ha costado al Estado ruso miles de millones de dólares.

El misil R30 3M30 Bulavá-30 (SS-NX-30, según la clasificación de la OTAN) tiene un alcance de 8.000 kilómetros y está destinado a los submarinos nucleares rusos de última generación.

Rusia confía en que los Bulavá y los Tópol, el misil intercontinental con emplazamiento terrestre, le permitan mantener la paridad nuclear con EU por lo menos durante el próximo medio siglo.

La Armada rusa tenía previsto efectuar el último ensayo en 2008 y comenzar la producción en serie de los Bulavá en 2009, pero los últimos fallos le hicieron cambiar de planes.

En el marco del proyecto 955, código Borey, Rusia planea construir ocho submarinos exclusivamente para transportar Bulavá y mientras tanto emplea para los ensayos el sumergible "Dmitri Donskói".

Los militares rusos sostienen que esos misiles que son capaces de burlar todos los sistemas de defensa hasta ahora conocidos, incluido el escudo antimisiles norteamericano.

Fabricados por el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú, los Bulavá pueden portar hasta diez ojivas nucleares de guiado autónomo.

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