Seguidores de clérigo chií radical realizan actos en todo Irak

Por Muhanad Mohammed, Reuters

BAGDAD.- Cientos de seguidores del clérigo enemigo de Estados Unidos Moqtada al-Sadr se manifestaron el viernes en Irak para apoyar la decisión de su líder de nominar a Nuri al-Maliki para un segundo mandato de primer ministro.

Maliki fue elegido con el respaldo del movimiento de Sadr, que previamente se había resistido a la propuesta. En el pasado, ambos líderes eran rivales, y el ex primer ministro envió a sus tropas a aplastar la milicia sadrista Ejército Mehdi en el 2008.

Más de 1.000 seguidores del clérigo se manifestaron en Basora, en el sur del país, mientras que en la ciudad sagrada de Kerbala otros cientos salieron a las calles para presionar por la rápida formación de un Gobierno.

En Ciudad Sadr, el bastión del clérigo chií en la capital, cientos de personas se congregaron luego de las plegarias del viernes en respaldo de su líder. Todos los mítines fueron pacíficos y organizados.

"El líder, Moqtada al-Sadr, tomó la decisión por nosotros", dijo a Reuters Hassan Abdul-Hussain, un empleado del Gobierno de 36 años. "La obedecemos plenamente y sin controversia porque todos sabemos que cuida a Irak y a los iraquíes", agregó.

Irak no ha formado un nuevo Gobierno desde que una elección en marzo tuvo un resultado inconcluso, lo que llevó a los políticos chiíes, sunitas y kurdos a disputarse el poder.

La Alianza Nacional, formada por la coalición chií Estado de Ley de Maliki y por la Alianza Nacional Iraquí, apoyaron la nominación del ex primer ministro luego de meses de enfrentamientos.

La decisión es un gran avance en las negociaciones entre las facciones políticas rivales, pero Maliki deberá sortear severos obstáculos. Los sadristas, que ganaron alrededor de 40 escaños, buscarán jugar un rol más importante en el próximo Gobierno.

"Esta decisión pronto dará sus frutos", dijo Hussain. "Tenemos un liderazgo inteligente y sus decisiones defienden los intereses de los iraquíes y buscan acelerar la postergada formación del Gobierno", añadió.

Los iraquíes esperaban que la elección de marzo produjera un Gobierno estable luego de décadas de dictadura, sanciones económicas y guerra, mientras los soldados estadounidenses se preparan para dejar el país a fines del 2011.

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