Sindicatos de Costa Rica manifiestan contra reforma fiscal

Oscar Núñez Olivas / AFP

SAN JOSÉ- El movimiento sindical costarricense dio una muestra de fuerza contra el plan del gobierno de aumentar los impuestos, al sacar a las calles el jueves a miles de personas en la primera protesta desde que la presidenta Laura Chinchilla asumió hace 10 meses.

Miles de trabajadores marcharon pacíficamente hasta el Congreso para exigir que desestime un proyecto de reforma fiscal de Chinchilla destinado a reducir el déficit presupuestario.

"Cárcel para los ricos que no quieren pagar impuestos", coreaban los manifestantes en su trayecto por las principales avenidas de la capital, en una protesta contra el "paquetazo" fiscal que paralizó las escuelas primarias y secundarias del país, según el gremio magisterial.

La marcha, de unas 10 cuadras de longitud, también buscaba expresar el disgusto de los trabajadores por los "raquíticos aumentos salariales", decretados en forma unilateral por el gobierno tanto para el sector público (2,3%) como el privado (2,6%).

Chinchilla reaccionó con un comunicado considerando "injustificadas" las protestas de los trabajadores, a los que pidió "una actitud más de propuesta que de protesta".

"El gobierno está actuando con responsabilidad en medio de una de las crisis fiscales más difíciles que ha enfrentado el país en los últimos años", agregó, insistiendo en la imperiosidad de una reforma fiscal para equilibrar el presupuesto.

A la convocatoria adhirieron las centrales y confederaciones sindicales, el magisterio, los sindicatos de las principales instituciones públicas y organizaciones comunales, entre otros sectores.

Los sindicatos se oponen a un proyecto de reforma fiscal que Chinchilla presentó al Congreso, con el cual pretende paliar un déficit fiscal de 5% del PIB para este año.

La iniciativa contempla, entre otros aspectos, aumentar del 13% al 14% el impuesto de ventas (al valor agregado) y establecer el tributo a la educación y la salud privadas, actualmente exentas.

Los dirigentes sindicales insisten en que las empresas evaden unos 900 millones de dólares al año en impuestos y que el gobierno debería abocarse al cobro de esas obligaciones como primera medida para mejorar la situación fiscal.

"También nos oponemos al intento del gobierno de congelar los salarios, al acelerado incremento en los precios de alimentos básicos, tarifas eléctricas y servicios públicos, que golpean los bolsillos de la clase trabajadora", dijo Martha Rodríguez, secretaria adjunta de la Unión de Empleados de la Caja del Seguro Social.

Esta fue la primera manifestación contra el gobierno de Chinchilla, que llegó al poder hace 10 meses, y la mayor demostración popular en casi cuatro años, desde las multitudinarias protestas contra el TLC con Estados Unidos, que fue ratificado en un referendo en octubre de 2007.

Chinchilla ha encontrado en las difíciles condiciones fiscales heredadas del gobierno de su mentor Oscar Arias (2006-2010) el principal escollo para llevar adelante sus promesas de campaña.

"De alguna manera le estamos diciendo a la presidenta que se acabó la tregua, que el gobierno tiene la obligación de resolver una serie de problemas puntuales y que vamos a exigírselo", expresó Vargas.

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