Internacional - Población

En Bahréin la oposición mantiene movilización y manifiesta cerca de Manama

2011-03-18

Las protestas, en la ciudad de Diraz, a las puertas de la capital bahreiní, se producen un...

Por Ali KHALIL, AFP

MANAMA- Miles de manifestantes chiitas gritaban consignas antigubernamentales cerca de Manama después de la oración del viernes, pese a que las autoridades de Bahréin prohibieron las concentraciones, y los funerales de una de la víctimas de la represión reunieron a cientos de personas.

Las protestas, en la ciudad de Diraz, a las puertas de la capital bahreiní, se producen un día después de que la oposición llamara a la población a proseguir la rebelión con concentraciones en los lugares de culto más que en las calles.

Los medios financieros internacionales se mostraron inquietos el viernes por la inestabilidad en Bahréin, que tenía la ambición de convertirse en un centro de negocios regional, y la agencia de notación Standard and Poor's bajó en dos puntos su nota soberana, ahora fijada en "BBB".

La víspera, la oposición había llamado a los manifestantes a reunirse en los lugares de culto, más que en las calles.

Esta semana, las autoridades decretaron el estado de urgencia, que prohíbe en particular las reuniones, después de semanas de contestación en este pequeño reino, donde Estados Unidos mantiene la comandancia de la V flota.

Un importante religioso chiita, jeque Issa Qassem, llamó en su sermón a respetar los principios de la no violencia. "El enfoque pacífico ha sido nuestra opción desde el comienzo", afirmó.

En los poblados de Sitra, en los alrededores de Manama, miles de personas asistieron a los funerales de una de las víctimas de la represión, un desocupado de 28 años, Ahmed Farhan, muerto el martes en la noche en enfrentamientos con la policía.

Según su familia y fuentes médicas, fue alcanzado en la cabeza por una bala disparada desde un helicóptero, y las autoridades prohibieron durante varias horas a los servicios hospitalarios entregar su cuerpo a la familia.

Esta semana, los enfrentamientos dejaron al menos ocho muertos y decenas de heridos y la comunidad internacional condenó la represión por el régimen.

Las autoridades bahreiníes han dado un golpe simbólico a la rebelión, derribando el monumento que se encuentra en la Plaza de la Perla, en el centro de Manama, con la excusa de "realizar una mejora en las infraestructuras".

La Plaza de la Perla se convirtió desde el pasado 19 de febrero en el epicentro de las concentraciones contra la dinastía suní de los Al Jalifa.

El jueves en la noche, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, advirtió contra el uso excesivo de la fuerza en un llamado telefónico al rey de Bahréin Hamad Ben Issa Al-Jalifa.

Anteriormente, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, había denunciando también como "chocante e ilegal" la represión iniciada esta semana contra los manifestantes que reclaman reformas desde hace más de un mes.

El gobierno de Bahréin recibió el apoyo de su poderoso vecino Arabia Saudí que envió a Manama unos mil militares integrantes del Escudo de la Península, la fuerza común de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

Los Emiratos Arabes Unidos también enviaron tropas para ayudar al régimen de Manama, y el viernes Qatar anunció participaría en esta operación.

La oposición, seis de cuyos dirigentes del ala radical fueron detenidos el jueves, reclama reformas para obtener una mayor participación política y rechazó la proposición del poder de un diálogo nacional antes de la renuncia de personalidades claves del régimen.

En Irak, miles de personas manifestaron el viernes en varias ciudades para apoyar la oposición y exigir la salida de las tropas del CCG, enviadas a Bahréin.

El jueves en la noche, varios cientos de chiitas habían manifestado en el este de Arabia Saudí para protestar contra la represión y exigir también el retiro de las fuerzas del Escudo de la Península.



EEM

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