Ciencia y Tecnología

El componente que rompió la cadena del iPod

2011-03-29

Kureha, que domina 70% del mercado global de un polímero crucial usado en las...

Por Mariko Sanchanta, Dow Jones

TOKIO—Un representante de Apple Inc. recientemente llamó a las oficinas de Kureha Corp. en Estados Unidos. El problema: Apple tenía escaso suministro de las baterías de iones de litio utilizadas en sus populares reproductores de música iPods, y había rastreado el cuello de botella al desconocido fabricante japonés de sustancias químicas.

Kureha, que domina 70% del mercado global de un polímero crucial usado en las baterías de iones de litio, tuvo que cerrar su fábrica en Iwaki tras el terremoto del 11 de marzo. Es el único sitio donde Kureha fabrica este polímero en particular.

Su presidente ejecutivo dijo que el desastre natural en Japón aceleraría los planes de la compañía para trasladar más producción al exterior. "Para una empresa como Kureha, es la única manera de sobrevivir", señaló Takao Iwasaki en una entrevista el lunes.

No fue posible comunicarse con representantes de Apple.

El desastre en Japón —y los consecuentes descalabros en la producción— ha puesto de relieve el papel de compañías que no son muy conocidas fuera de Japón pero que son globalmente dominantes, como Kureha. Estas empresas se han forjado un nicho como productores de alta calidad de componentes y materiales avanzados, y por ende tienen un rol preponderante en sus mercados individuales globales.

Los fabricantes japoneses comenzaron hace algunos años a trasladar trabajo a otros países, tanto para reducir costos como para compensar las frecuentes fluctuaciones del yen. Los economistas están siguiendo de cerca la situación para ver si el terremoto y tsunami del 11 de marzo, que han causado grandes daños al tendido eléctrico y la cadena de suministro de Japón, afectarán esta tendencia.

El polímero de Kureha, fabricado con una resina conocida como fluoruro de polivinilideno, o PVDF, sirve como conector en baterías de iones de litio. La fábrica de Kureha en Iwaki ha estado cerrada desde el terremoto y la compañía no está segura cuándo reanudará la actividad.

La planta de Iwaki salió del terremoto en estado aceptable, pero el cercano puerto de Onahama sufrió graves daños, y suministros cruciales como el cloruro de vinilo y la sal no están llegando a la planta.

"Después del desastre, recibimos muchos llamados: '¿Cuánto inventario tienen?' y '¿Con cuánta rapidez pueden enviárnoslo?'", relata Iwasaki, de 63 años. "Aun antes del desastre, estábamos pensando acerca de trasladar parte de nuestra producción a EU y China. Ahora aceleraremos estos planes".

Kureha tiene actualmente fábricas en Estados Unidos, China y Vietnam, si bien ninguna produce PVDF. La empresa dijo que aún no puede cuantificar el efecto financiero del cierre de la planta.

Iwasaki informó que el seguro de Kureha no cubre los ingresos perdidos de la compañía debido al cierre de la planta. Para algunos productos, Kureha tiene un inventario equivalente a alrededor de dos meses, aunque está disminuyendo rápidamente cada día que pasa.

Iwasaki recalcó la necesidad de mantener la investigación y desarrollo y la tecnología en Japón, empero. "Pasamos unos 30 o 40 años desarrollando esto, es nuestro tesoro", aseguró . "Estas tecnologías deberían conservarse en Japón, y Japón debería ser la base para la planta matriz".

Cuando ocurrió el terremoto, toda la junta directiva de Kureha estaba reunida en la ciudad de Iwaki. Algunos lograron conducir de regreso a Tokio la misma noche, tardando al menos 12 horas.

Iwasaki permaneció hasta el domingo, velando por la seguridad de sus empleados y de la fábrica. Ninguno de los 800 trabajadores de la planta estaba con paradero desconocido o gravemente herido.

Ahora, indica, el principal desafío es vigilar la situación diaria en los reactores nucleares en la prefectura de Fukushima. La planta de Kureha en Iwaki está a unos 60 kilómetros de distancia. "No podemos huir", dijo Iwasaki.



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