Reportajes

Mexicano recibe una nueva oportunidad en Carolina del Norte

2011-06-14

Esta ocasión, Moreno se encontraba en el lugar y confrontó a Jacson cuando...

Franco Ordoñez, AP

Charlotte, Carolina del Norte (AP) — Abel Moreno está en su casa y con una actitud humilde.

Moreno es un indocumentado que hace un año fue elogiado por contribuir a la detención de un agente que había agredido sexualmente a varias mujeres.

Sin embargo, la víspera de la Navidad Moreno se metió en problemas: fue arrestado por manejar ebrio, terminó en una cárcel en Georgia y afrontaba deportación.

Moreno, de 30 años, pasó cuatro meses en una celda, pensando que había arruinado su oportunidad de permanecer en Estados Unidos.

Sin embargo, el inmigrante logró un indulto. Le fue concedida una visa especial porque ayudó al enjuiciamiento del ex policía de Charlotte-Mecklenburg Marcus Jackson, quien había agredido sexualmente a seis mujeres, entre ellas la novia de Moreno.

El inmigrante tuvo un papel relevante en el caso, puso en riesgo su libertad y se le plantó firme al agente durante una parada por una infracción de tránsito.

Regresó en fecha reciente a Charlotte para reanudar la vida que había llevado en los últimos siete años.

"Estoy dispuesto a confrontar mis errores", dijo Moreno al Obvserver en entrevista telefónica. "Quiero que me perdonen. Quiero hacer algo con mi vida".

Moreno dijo que quiere restablecer sus amistades y lograr que lo vuelvan a emplear como ayudante de camarero en un restaurante de Charlotte para que pueda reanudar los envíos de dinero a sus padres en México a fin de ayudarlos.

Está consciente de que no debe beber y conducir, dice. Afirma que también está consciente de que disgusta a muchos en Charlotte el que llegue un inmigrante ilegal e infrinja la ley.

"Sólo espero que la gente pueda perdonarme", dijo Moreno. "Hice algo estúpido que no debí haber hecho".

Moreno se crió en la pobreza en una comunidad pequeña afuera de Acapulco, en la que había poco trabajo y la paga era baja. Llegó en 2004 a Estados Unidos después de cruzar a pie el desierto de Arizona y se encaminó a Carolina del Norte.

Moreno conoció pronto a una joven y se consiguió un trabajo en un restaurante agradable. Su vida mejoró y enviaba con frecuencia dinero a su familia.

Después, la noche del 29 de diciembre de 2009, Moreno seguía a su novia que iba a casa cuando un policía le ordenó que se detuviera a un lado en el camino. Se trataba de Marcus Jackson, un agente que le había toqueteado los senos a la novia unas semanas atrás, luego de ordenarle también que se detuviese, según denunció la mujer.

Esta ocasión, Moreno se encontraba en el lugar y confrontó a Jacson cuando volvió a tocarla. Moreno llamó al 911 a sabiendas de que los agentes que se presentaran en el lugar podrían descubrir su condición de indocumentado.

En su diálogo con quienes lo atendían por teléfono, Moreno protestó el cacheo y afirmó que el agente "se estaba aprovechando" de su novia.

En el trasfondo de la escena, Jackson ordenó dos veces: "Cuelga el teléfono".

La llamada terminó.

Jackson detuvo entonces a Moreno con el cargo de resistirse a la autoridad y lo encarceló.

Moreno afirmó después que simplemente no soportó que su novia fuera agredida por el agente.

"Ella estaba llorando. Me sentía muy mal por lo que ocurría", afirmó. "No me importaron los riesgos".

Finalmente el cargo fue desechado, pero Moreno fue identificado como indocumentado mediante el programa 287 (g) (Nota de AP: se trata de un programa federal diseñado para deportar a indocumentados que cometieron delitos graves. Sus detractores dicen que también se está deportando a gente que cometió infracciones menores).

Se dieron los primeros pasos con miras a su deportación, pero fue dejado en libertad pronto por su asistencia en el caso contra Jackson y se le permitió que optara por una "visa U" especial para inmigrantes víctimas de delitos o testigos que pueden ayudar al enjuiciamiento de un delincuente.

Moreno nunca buscó la notoriedad que le dieron los diarios y la televisión.

Mientras las autoridades de inmigración consideraban la petición de visa de Moreno, él continuó con su vida.

Asistió a la audiencia en la que Jackson se declaró culpable. No quedó conforme con la condena a dos años que recibió el agente, pero le satisfizo el haber contribuido a que se hiciera algo de justicia.

Entonces, el día anterior a la Navidad de 2010, Moreno salió con amigos para tomarse unas copas y se subió a su Chevy Tahoe para ir a ver a su novia.

Mientras circulaba alrededor de las 22.00 en el este de Charlotte, Moreno se salió del camino y chocó con un árbol y un poste telefónico, de acuerdo con el informe policial. Los residentes de una casa cercana acudieron en auxilio cuando escucharon el estruendo de la colisión.

Cuando le preguntaron si se encontraba bien, Moreno se retiró a pie, dijeron los testigos a la policía. Sin embargo, los agentes lo encontraron con la frente sangrante y lo llevaron al Hospital Presbyterian.

Moreno dijo a la policía que había intentado esquivar otro vehículo cuando se estrelló y afirmó que había estado bebiendo cerveza.

La policía lo acusó de conducir cuando no se encontraba en condiciones de hacerlo, de manejar sin licencia y de huir después de haber chocado. Moreno regresó a la cárcel de Mecklenburg donde ya había estado.

Antes de que el caso en su contra por conducir en estado de ebriedad fuera remitido a la corte, las autoridades de inmigración enviaron en enero al inmigrante al Centro de Detención Stewart en Lumpking, Georgia.

Sin que hubiera habido respuesta a su petición de visa, Moreno fue puesto de nuevo en trámite para deportación, al igual que otros 10,000 inmigrantes que Mecklenburg ha identificado como indocumentados. Aproximadamente uno de cada cinco de ellos son detenidos por conducir en estado de ebriedad.

Moreno pasó sus cuatro meses en prisión dibujando paisajes y maldiciéndose a sí mismo por lo que describe como el peor error de su vida.

Su novia se sentía impotente: "Deseaba ayudarlo, como él me había ayudado".

Debido a que Moreno no estaba disponible por haber sido enviado al centro de detención de Georgia, el cargo en su contra por conducir en ebriedad fue desechado en febrero.

A fines de abril, Moreno recibió la noticia: le habían concedido la visa. Puede quedarse legalmente tres años en Estados Unidos y después solicitar residencia permanente.

Ello sucederá si no se mete en problemas y lleva una vida constructiva, afirmó.

Moreno llegó a Charlotte.

"No podía dormir debido a todo lo ocurrido", dijo. "No puedo creer que esté aquí".



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