Reportajes

Mientras unos vuelven a casa en Irak, otros tienen miedo

2011-06-18

De las 1.5 millones de personas desplazadas dentro de Irak, 500,000 están alojadas en...

Bagdad, (Reuters) - Jasim Jubayer al-Ugaili recuerda con evidente dolor la noche en la que él y su familia huyeron de su casa en el oeste de Irak, llevándose la carta amenazante que los hizo escapar: "O se van en 72 horas o mueren".

Se estima que 1.5 millones de iraquíes dejaron sus casas durante la brutal masacre sectaria que acabó con la vida de decenas de miles de personas entre 2006 y 2007.

El Gobierno quiere terminar con el desplazamiento a fines de este año, ya sea reubicando de forma permanente en nuevas casas a los iraquíes refugiados o regresándolos a sus antiguos hogares.

Pero para muchos de los que huyeron, la decisión es simple.

"No volveré a mi antigua casa. Si regreso me matarán", dice Ugaili, un chií de 60 años.

La agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) dijo que el conflicto sectario que enfrenta a musulmanes chiíes y sunitas produjo la peor crisis humanitaria en Oriente Medio desde 1948. Ese año, unas 700,000 personas, la mitad de la población árabe de los territorios palestinos, huyó o fue forzadas a dejar sus casas tras la creación de Israel.

De las 1.5 millones de personas desplazadas dentro de Irak, 500,000 están alojadas en campamentos u ocupando edificios públicos, según ACNUR. En Bagdad, 200,000 personas viven en 120 campamentos.

El Gobierno iraquí dice que 250,000 familias huyeron de sus hogares en 2006 tras el bombardeo al santuario Askari en Samarra, un incidente considerado un hito en el conflicto sectario que hundió a Irak en una guerra civil.

Ugaili vivía en el enclave chií de Haswa, en un distrito predominantemente sunita de las afueras de Bagdad.

Dijo que vendió su casa por un cuarto de su valor y que se mudó a un terreno en el distrito chií de Chukook, al norte de Bagdad.

Allí construyó una pequeña casa de ladrillos, techada con esteras de juncos y láminas de plástico y abrió un negocio de venta de alfombras de nylon, productos de plástico para el hogar y ropa para niños.

"¿Por quién habría de regresar? ¿Debemos caminar hacia una muerte segura por nuestra cuenta?", pregunta Mohamed, el hijo de Ugaili, de 18 años.

Incentivos en efectivo

El Gobierno espera que algunas de las 3,000 familias ubicadas en el nuevo barrio donde vive Ugaili regresen a sus casas y les está ofreciendo 3,500 dólares a cada una para ayudarlos a trasladarse.

En una oficina del Gobierno para personas desplazadas ubicada al este de Bagdad, se han inscrito 44,000 familias, un 80 por ciento de las cuales dejó sus barrios en la capital iraquí.

El encargado de la oficina, Safa Hamza, espera que 5,000 de esas familias retornen a sus casas dentro de dos meses.

"Es un incremento del 400 por ciento respecto al año pasado. Algunas zonas se han vuelto estables", dijo Hamza.

Qais Maryoosh, un obrero de la construcción de 35 años, huyó de la inestable provincia de Diyala cuando militantes de Al Qaeda asesinaron a su hermano, y se asentó en el distrito Obaidi, al este de Bagdad.

Diyala es una volátil provincia en la que se mezclan sunitas y chiíes, y donde Al Qaeda aún perpetra ataques de forma rutinaria.

Sin embargo, Maryoosh y los ocho miembros de su familia planean regresar a casa pronto, cuenta el obrero, mientras espera en la fila de la oficina de desplazados para completar los trámites.

"La situación allí (en Diyala) ahora es segura", dice Mariyoosh.

Asghar al-Moussawi, viceministro de Migración y Desplazamiento de Irak, dijo que más de 52,000 familias desplazadas internamente ya habían regresado a sus casas, en su mayoría de Bagdad, y se esperaba que muchas más regresen pronto, a medida que mejore la seguridad.

"Esperamos que un gran número (de familias desplazadas) regrese a sus zonas después de junio, durante las vacaciones escolares", dijo Moussawi a Reuters.

"Situación extraordinaria"

"Esta es una situación extraordinaria y debe terminar", comenta el funcionario.

Si bien las familias en Bagdad están regresando a casa ha habido menos retornos en la provincia de Nineveh, al norte del país, aún considerada un foco de Al Qaeda.

Unas 11,000 familias de cristianos y de la minoría étnica y religiosa Shabak, que huyeron de Mosul en el centro del país, han regresado a sus casas.

Algunos de los iraquíes que huyeron al extranjero también están regresando debido a los problemas en Oriente Medio. Unas 300 familias retornaron recientemente desde Siria, Yemen, Libia y Egipto, dijo Moussawi.

"La seguridad es favorable y nuestros índices están en aumento. Los regresos a casa desde afuera y dentro de Irak están aumentando. Espero que grandes cantidades de personas regresen a sus casas en los próximos meses", dice Moussawi.

Irak cuenta con algunas de las más grandes reservas de crudo del mundo y firmó una serie de acuerdos con grandes compañías petroleras para desarrollar sus descuidados yacimientos.

Esto le ha dado esperanzas a algunos iraquíes de que su nación, destruida por la guerra, está en camino a la reconstrucción tras décadas de conflictos bélicos y sanciones económicas internacionales.

Algunos se sienten alentados por los incentivos ofrecidos. El Gobierno y organizaciones no gubernamentales internacionales están ofreciendo a quienes regresen a sus casas de 1,200 a 1,600 dólares para ayudarlos a encontrar empleo.

Pero tales incentivos no sirven de consuelo para Kareem Mohammed al-Rikabi, un carpintero chií de 48 años que vivió en el barrio Haswa durante 18 años y no tiene pensado regresar.

"Estoy seguro de que si regreso, mi destino será igual que el de aquellos que lo intentaron y murieron", dice al-Rikabi.



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