Cuentos

Un día en el parque

2011-10-20

El niño se sentó junto a ella y abrió su maletita. Estaba a punto de tomarse...

Había una vez un pequeño niño quien quería conocer a Dios. Sabía que sería un largo viaje para llegar a donde Dios vivía, entonces preparó su pequeña maleta con unos cuantos panecillos y un paquete de seis cajitas de zumos naturales antes de emprender su partida. Cuando se había alejado seis calles de su casa, se encontró con un parque, estaba cansado y decidió descansar en uno de sus bancos.

En el banco del frente observo a una viejecita, con aspecto humilde y vestidos raídos, que contemplaba algunas palomas.

El niño se sentó junto a ella y abrió su maletita. Estaba a punto de tomarse su zumo cuando notó que la viejecita se veía hambrienta, entonces el le ofreció un panecillo. Ella agradecida lo acepto y sonrió. Su sonrisa era tan hermosa y profunda que el niño quiso verla nuevamente, entonces le ofreció un zumo, de nuevo ella le sonrió.

¡El niño estaba encantado! Se quedaron sentados toda la tarde comiendo y sonriendo, pero nunca dijeron ni una sola palabra, la sola presencia de la anciana le daba seguridad, confianza y despertaba en él los más nobles sentimientos.

Tan pronto como empezó a oscurecer, el niño preocupado porque sus padres sentirían su ausencia, se levantó para irse, se dio la vuelta, corrió hacia la viejecita y le dio un abrazo. Ella le regaló una hermosa sonrisa como nunca antes había sonreído.

Cuando el niño abrió la puerta de su casa, su madre aunque preocupada por su tardanza, estaba sorprendida por la felicidad que resplandecía en su rostro, ella le preguntó ¿que has hecho día de hoy que te ha hecho tan feliz?. Él le contestó: "Me he encontrado con la Virgen María...y ¿ sabes qué? ¡Tiene la sonrisa más bella que he visto!"

Mientras tanto la viejecita, también con una radiante felicidad, regreso a su pobre casucha en los aledaños de la ciudad. Su hijo, que acababa de llegar de su empleo ocasional, estaba asombrado por la paz que mostraba en su cara y le preguntó: "Madre, ¿que hiciste el día de hoy que te ha hecho tan feliz?"Ella contesto: "Te cuento, que comí panecillos, en el parque, con el niñito Jesús...y sabes que?, es más joven de lo que esperaba".

¡Que en nuestras obras, sepamos encontrar a Jesús y María!.



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