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Dos atentados suicidas dejan al menos 30 muertos en la capital siria

2011-12-23

Por Sammy Ketz, AFP

DAMASCO, (AFP) - Dos atentados suicidas contra los servicios de seguridad dejaron el viernes al menos 30 muertos en Damasco, en coincidencia con la llegada de una misión de la Liga Árabe para buscar una salida a la crisis, tras nueve meses de protestas contra el régimen de Bashar al Asad.

Po9r otra parte, la represión de las protestas dejó nuevas víctimas este viernes, con al menos seis civiles muertos y siete heridos durante manifestaciones en Homs (centro del país), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

"Hay más de 30 muertos y más de 100 heridos en los dos atentados de hoy", indicó el viceministro sirio de Relaciones Exteriores, Faysal Meqdad, en el lugar de uno de los ataques.

Meqdad atribuyó los atentados a la red islamista Al Qaida y apuntó también a las potencias occidentales, que acentúan la presión para que cese la represión de las protestas.

"El terrorismo quiso que la primera jornada de los observadores en Damasco sea trágica, pero el pueblo sirio hará frente a la máquina de matar apoyada por europeos, estadounidenses y ciertos árabes", declaró.

"En el primer día de llegada de los observadores árabes, este es el primer regalo del terrorismo y de Al Qaida, pero vamos a facilitar al máximo la misión de la Liga Árabe", añadió.

Meqdad estaba acompañado por Samir Seif al Yazal, subsecretario general de la Liga Árabe, que desde el jueves prepara el terreno a la llegada de los observadores.

"Vamos a continuar nuestro trabajo", dijo Yazal, quien ofreció sus condolencias a los familiares de las víctimas de los atentados.

"Lo ocurrido es de lamentar y lo importante ahora es que las cosas se calmen", agregó.

Los atentados se produjeron con pocos minutos de intervalo en el barrio de Kfar Suseh, contra el complejo de la Seguridad del Estado y frente a un edificio de los servicios de seguridad militar.

La televisión mostró imágenes de suma crudeza, de evacuación de cadáveres calcinados o mutilados, con la calzada llena de sangre y de escombros y un cráter largo y profundo dejado por la detonación.

"¿Dónde están los árabes? No queremos estar como en Libia o Irak", gritaba ante los periodistas una mujer de 45 años, que se identificó como Haifa Nashar.

La delegación árabe se propone buscar una solución a la crisis que amenaza al régimen de Bashar al Asad, tras nueve meses de protestas violentamente reprimidas con saldo de por lo menos 5,000 muertos, según datos de la ONU.

Estos atentados son los primeros de semejante magnitud desde la década de 1980, cuando el entonces presidente Hafez al Asad, padre del actual mandatario, enfrentó un levantamiento armado de los Hermanos Musulmanes, grupo ilegalizado desde entonces.

El ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, había expresado su confianza en que los observadores respalden la postura del Gobierno, que atribuye las protestas a la acción de "terroristas".

Líderes opositores coincidieron en afirmar que la decisión del gobierno sirio de aceptar la misión de la Liga Árabe luego de varias semanas de indecisión eran una mera "maniobra" para evitar que la Liga apele al Consejo de Seguridad de la ONU.

"Pedimos a la Liga Árabe que lleve este caso al Consejo de Seguridad de la ONU", dijo Omar Edelbi, vocero de los Comités de Coordinación Local, responsable de las manifestaciones.

El primer grupo de la misión observadora está compuesto por alrededor de una docena de agentes de seguridad y personal legal y administrativo de la secretaría de la Liga Árabe.

El líder de la misión es el veterano jefe de la inteligencia militar sudanés Muamad Amed Mustafá al Dabi, quien ya adelantó que en los próximos días el número de observadores podría elevarse a 150 ó 200.

Su tarea será verificar el "cese de la violencia de todas las partes y asegurar la liberación de los detenidos arrestados en relación con la actual crisis", de acuerdo con el texto del protocolo firmado.



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