Internacional - Población
Huelga en Nigeria une a todas las clases; indignación nacional
JON GAMBRELL, AP
LAGOS La protesta atrajo primero a los nigerianos que viven en la pobreza más abyecta, que rebuscan entre montañas de basura para ganarse la vida. Ahora, las largas filas de vehículos y lujosas motocicletas está aparcadas cerca de una manifestación de más de 10.000 personas enfurecidas por el costo de la vida en la nación más poblada de Africa.
La huelga nacional comenzó por el precio de la gasolina, duplicado con creces y ahora abarca las críticas a todas las deficiencias nigerianas.
La gente grita a todo aquel que quiera escuchar lamentando el mal estado de las carreteras, escuelas dilapidadas y la corrupción gubernamental que enriquece a los políticos y empobrece a la mayor parte de la población en este país rico en petróleo.
Los manifestantes sostienen que desean un cambio permanente en Nigeria, con el cese de los líderes que envían a sus familias a estudiar al extranjero y recibir exámenes médicos mientras el resto del país vive con menos de dos dólares diarios.
"Desean aislarnos", dijo Anthony Abang, un desempleado de 32 años que ayudó a cerrar una carretera de Lagos. "Quieren acabar con nuestro futuro".
El presidente Goodluck Jonathan suprimió el primero de enero la subvención que había mantenido la gasolina barata desde hace más de dos décadas. De un día a otro, su precio aumentó más del 100%, al pasar de 45 centavos el litro (1,70 dólares el galón) a por lo menos 94 centavos el litro (3,50 dólares el galón). El costo de los alimentos y el transporte se duplicó.
Jonathan insiste que la medida era necesaria para ahorrar unos 8.000 millones de dólares anuales que prometió destinar a reparar carreteras y proyectos públicos, pero los nigerianos que se manifestaron en las calles en todo el país consideran que las promesas gubernamentales sólo enriquecen a los políticos.
Los nigerianos creen que sus gobernantes se apropian indebidamente y de forma habitual de los fondos presupuestarios destinados para obras para servicios públicos como la electricidad y agua potable, dos necesidades fuera del alcance de muchos.
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