Internacional - Población

Batalla campal junto a Ministerio de Interior Egipto

2012-02-03

En tanto, cientos de manifestantes bloquearon las carreteras cercanas a la sede de la Seguridad del...

Patrick Werr y Marwa Awad, Reuters

EL CAIRO  - Un grupo de manifestantes enfrentó el viernes a la policía antidisturbios cerca del Ministerio del Interior de Egipto en El Cairo, en el segundo día de revueltas instigadas por la muerte de 74 personas en el peor desastre futbolístico del país.

Un manifestante y un soldado murieron en El Cairo y en la ciudad de Suez dos personas fallecieron por disparos de la policía, que usó fuego real para contener a la multitud que intentaba entrar a una estación policial, según testigos y el servicio de ambulancias.

En tanto, cientos de manifestantes bloquearon las carreteras cercanas a la sede de la Seguridad del Estado en la segunda mayor ciudad de Egipto, Alejandría.

Las protestas estallaron tras las muertes ocurridas en un estadio de fútbol en Port Said. La mayoría de las víctimas murieron aplastadas en una estampida, pero los manifestantes atribuyen la responsabilidad a las autoridades militares del país.

Se trata del incidente con más muertos desde las revueltas que derrocaron a Hosni Mubarak hace casi un año y dieron un nuevo ímpetu a las protestas callejeras contra los generales que gobiernan el país.

"Nos quedaremos hasta que consigamos nuestros derechos ¿Vieron lo que ocurrió en Port Said?", dijo Abu Hanafy, de 22 años, en referencia a la batalla campal que tuvo lugar el miércoles cuando hinchas invadieron una cancha de fútbol en esa ciudad egipcia durante un partido entre Al Ahli y Al Masry, que además de las víctimas fatales dejó un saldo de 1,000 heridos.

Varios miles de manifestantes lanzaron piedras contra el edificio del ministerio en el centro de El Cairo durante la noche. Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos pero los manifestantes se reagrupaban constantemente.

Gran cantidad de manifestantes seguían enfrentándose a los policías antidisturbios y se esperaban más protestas en el centro de la capital en un nuevo "Viernes de Ira".

Un testigo de Reuters escuchó disparos y encontró perdigones en el suelo. Un núcleo duro de manifestantes se había encaramado a un muro de cemento que bloqueaba una vía principal cerca del ministerio para tener mejor vista sobre el edificio.

"Lo derribamos con nuestras propias manos", dijo Abdul-Ghani Mohamed, un obrero de la construcción de 32 años. "Somos los hijos de los faraones", agregó.

De los pocos vehículos que había en el habitualmente congestionado centro de la ciudad, la mayoría eran ambulancias que trasladaban a heridos en los enfrentamientos.

Ambulancias tuvieron que intervenir durante la noche para ayudar a un grupo de policías antidisturbios, cuya camioneta tomó un giro equivocado en una calle llena de manifestantes.

Los manifestantes rodearon el vehículo durante al menos 45 minutos, apedreándolo mientras los policías estaban en su interior. Algunos de los manifestantes formaron después un pasillo humano para ayudarles a escapar.

Algunos de los manifestantes, la mayoría hombres adolescentes o veinteañeros, espolearon a las fuerzas de seguridad que defendían el edificio de cinco plantas, gritándoles "El ejército, la policía, una mano asquerosa".

DESTRUCCION EN SUEZ

Cerca de 1.700 personas resultaron heridas en los enfrentamientos que estallaron el jueves en El Cairo y 207 en Suez, dijo el Ministerio de Salud, muchos de ellos por inhalación de gases lacrimógenos disparados por la policía antidisturbios que según el Ministerio del Interior estaban protegiendo el edificio.

Un teniente del Ejército murió al ser atropellado por error por un vehículo de seguridad, añadió el ministerio.

Las piedras lanzadas por los manifestantes estaban esparcidas por calles que hace dos meses fueron testigos de violentos enfrentamientos entre la policía y activistas que consideran el Ministerio del Interior como un vestigio no reformado del régimen del ex presidente Hosni Mubarak.

"Los crímenes cometidos contra las fuerzas revolucionarias no detendrán la revolución ni asustarán a los revolucionarios", decía un panfleto impreso en el nombre de los ultras.

En Suez, algunos testigos dijeron que se desataron enfrentamientos en un destacamento de la policía local en la madrugada del viernes. "Recibimos dos cadáveres de manifestantes abatidos a tiros por munición real", dijo un médico en una morgue donde se encontraban los cuerpos.

Muchas tiendas de Suez estaban destrozadas, al igual que la fachada del Banco del Canal de Suez.

Las muertes del estadio de fútbol han provocado nuevas críticas contra el consejo militar que ha gobernado Egipto desde que Mubarak renunció hace un año ante las masivas protestas. Sus críticos los consideran parte de su administración y un obstáculo para el cambio.

El liderazgo militar, a su vez, se ha presentado como los guardianes de la "revolución del 25 de enero". Se han comprometido a entregar el poder a un presidente electo a fines de junio.



gilberto
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