Reportajes

Los aeropuertos en Europa son el furor para las fiestas infantiles

2012-04-09

Al principio, Sinani no estaba segura de celebrar su cumpleaños en el aeropuerto cuando su...

Por DANIEL MICHAELS, WSJ

ZÚRICH—En la fiesta del décimo cumpleaños de Learta Sinani, sus amigos comieron pastel, jugaron y hasta pasaron por un control de seguridad. Todo este despliegue tuvo lugar en uno de los puntos que más turistas atrae en Suiza, el aeropuerto de Zúrich.

Al principio, Sinani no estaba segura de celebrar su cumpleaños en el aeropuerto cuando su madre se lo propuso, pero al final, la fiesta le pareció emocionante, dijo, mientras algunos amigos jugaban en una minitorre de control.

El aeropuerto de Zúrich no es el único en Europa que permite a la gente que no va a volar pasearse por sus terminales y divertirse en las pistas. Múnich y Estocolmo, entre otros, se han sumado a la tendencia de promoverse como espacios para realizar eventos. La demanda es tal que el aeropuerto de Zúrich ya tiene reservados hasta 2013 los tres espacios para celebraciones de cumpleaños infantiles que tiene a la semana.

La iniciativa europea demuestra que a pesar de la inconveniencia de volar, el público sigue fascinado con el mundo de la aviación. El aeropuerto de Fráncfort, por ejemplo, ofrece visitas guiadas desde una hora por US$11 dólares hasta tres horas por US$30.

Las fiestas de cumpleaños permiten a los aeropuertos atraer seguidores jóvenes y, de paso, los adultos que los llevan. Algunos terminales aéreos ya tienen zonas de juegos así que abrirlas para fiestas durante las temporadas bajas de viajes parecía algo lógico.

En el aeropuerto de Múnich, los niños pueden pintar, jugar en una piscina de pelotas de plástico o construir algo con bloques gigantes. Para las fiestas de cumpleaños, el paquete cuesta US$13 por niño y el precio incluye las invitaciones en forma de pase de abordar que los invitados presentan cuando llegan.

Aunque la logística de seguridad puede algunas veces complicar el ingreso de los invitados, que tienen igual que pasar por detectores de metales, los aeropuertos permiten el ingreso de líquidos a tours y fiestas.

En el pequeño aeropuerto de Karlstad, en Suecia, los niños pueden subir a los carros de bomberos y el cumpleañero puede disparar la manguera de agua. A menudo, los niños tienen la oportunidad de subir a aviones en espera y conocer la cabina de mando. El broche de oro de la fiesta es cuando el anfitrión pone los regalos en la máquina de Rayos X y adivina que hay adentro.

La celebración de Sinani, la niña de Zúrich, incluyó la observación cercana de despegue de aviones y un pastel en un área de juegos. Su madre asegura que fue mucho mejor que el año pasado, cuando le celebró el cumpleaños en un McDonald's.



EEM
Utilidades Para Usted de El Periódico de México