Jon y Rita, jóvenes 'indignados' que aún creen en la fuerza del movimiento

Elodie Cuzin / AFP

En un país sumido en la crisis, dos jóvenes españoles, Jon y Rita, que contribuyeron al nacimiento del movimiento de los 'indignados', quieren, a pocos días de cumplirse su primer aniversario, seguir creyendo en un cambio social "histórico" y que el movimiento sigue fuerte.

"Fue la gran sorpresa del año, personal y política y es lo más grande que le ha sucedido a la política en España desde hace unos cuantos años", afirma, emocionada, Rita Maestre, de 24 años.

En la Puerta del Sol, en el centro de Madrid, esta estudiante de último curso de Ciencias Políticas muestra el lugar donde se celebraban hace cerca de un año las grandes asambleas populares que reunieron a miles de personas entre mayo y junio pasado. "Ahí, habíamos montado las tiendas, ahí una biblioteca", añade esta joven morena, señalando una plaza tomada ahora por los turistas.

"Es el mes en que más aprendí y el mes que más me hizo confiar en que hay futuro y que hay alternativas", afirma, recordando su vida diaria en el corazón del campamento espontáneo que surgió en el centro de Madrid y se extendió a otras ciudades de España. Y del mundo.

Hace cerca de un año, el 15 de mayo, Rita Maestre se manifestaba bajo la bandera de su asociación, denominada Juventud Sin Futuro. "Nadie esperaba que de aquella manifestación fuese a surgir un movimiento tan grande y tan nuevo", insiste.

"Cuando estábamos preparando todo eso, nuestras perspectivas más optimistas... hablábamos de 10.000 personas", dice por su parte Jon Aguirre, miembro del colectivo de asociacionesDemocracia Real Ya, que convocó aquella manifestación.

Bajo el lema "No somos mercancía en manos de banqueros y políticos", decenas de miles de manifestantes acabaron marchando en varias ciudades de España, rompiendo un largo periodo de meses de atonía social, pese a la crisis.

Con una voz rota por las horas pasadas en la Puerta del Sol, Jon actuó de improvisado portavoz de un movimiento que nadie en España había visto venir.

Hoy en día, el tono es más tranquilo en el despacho de este arquitecto que trabaja de manera voluntaria para la asociación de urbanismo que ha confundado, Paisaje Transversal. "Es el movimiento de los 'indignados' adaptado al urbanismo", afirma.

Con pequeño bigote y 'look' bien estudiado, se declara "orgulloso" de haber contribuido al nacimiento del movimiento, afirmando que los 'indignados' no ha desaparecido, contrariamente a lo que dicen muchos observadores. "Creo que es demasiado pronto para hablar de lo que ha significado, de los cambios reales que ha podido impulsar, pero desde luego, lo que es innegable es que se hizo historia. Fue un momento histórico", asegura, antes de añadir: "es el principio del fin de muchas cosas". "Estamos afrontando un cambio de época".

Pero, por ahora, el malestar no ha hecho más que aumentar en una sociedad española golpeada por la recesión y con una tasa de desempleo récord (24,4%), que afecta a uno de cada dos jóvenes en edad de trabajar. "La otra mitad lo que consigue son trabajos basura, sueldos basura y contratos basura", dice Rita, agregando que "hay un montón de jóvenes que se van de este país cada semana porque no pueden tener acceso a una vida digna".

Para el aniversario del movimiento, previsto del 12 al 15 de mayo en Madrid, Barcelona y muchas otras ciudades de España, espera una gran movilización. "Estoy convencida de que vamos a ver que sigue teniendo mucha fuerza porque la situación no ha mejorado", augura.

Según ella, los 'indignados' ya han logrado un gran éxito: aprender a organizarse para bloquear expulsiones de familias endeudadas que no pueden devolver sus préstamos hipotecarios. "Eso para mí es el mejor ejemplo de que ha seguido y es el mejor ejemplo de que sigue vivo, ha seguido haciendo política en una plataforma distinta", explica Rita.

Jon Aguirre es también pesimista sobre la situación que atraviesa España, donde 1,7 millones de familias tienen a todos sus miembros desempleados. "En España, cuando se acabe el apoyo familiar, ya veremos qué pasa. Cuando las familias dejen de sustentar la economía de mucha gente, de muchos jóvenes... lo de Grecia está a la vuelta de la esquina", augura de manera sombría.

"Somos un movimiento pacífico, pero después de todo ¿qué es la violencia?", se pregunta antes de contestarse con un lema de los 'indignados': "la violencia es cobrar un salario de 600 euros".

Los 'indignados' levantan las manos en la Puerta del Sol de Madrid el 15 de octubre de 2011, durante una jornada mundial de protestas contra el sistema financiero y los recortes.

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