Internacional - Población

Presos amotinados se enfrentan con armas en cárcel venezolana

2012-05-18

FABIOLA SANCHEZ, AP

CARACAS (AP) — Un centenar de reclusos fueron desalojados y trasladados a otros centros penitenciarios la noche del jueves, fruto de tensas negociaciones entre las autoridades y un grupo de reos que se mantienen amotinado desde hace veinte días e impiden a las fuerzas militares retomar el control de una cárcel de Caracas.

El acuerdo, que permitió un primer traslado de 100 reos a dos prisiones en las afueras de la capital, se logró horas después que la cárcel de La Planta, en el centro de Caracas, fue escenario de un intenso tiroteo y fuertes detonaciones en su interior.

"Se logró conversar, se logró hacer entrar en razón a un buen numero de personas que se encuentran allí privados de libertad y el resultado aquí está, que comenzaron ya a salir", dijo la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela.

"Es un proceso gradual, estamos conversando, esperamos que salgan todos", resaltó, sin mencionar la cifra de reclusos que sigue en el interior de la cárcel.

La televisión estatal difundió imágenes en las que se podía ver a un grupo de hombres, con las manos en la nuca, que caminaban en fila en medio de decenas de agentes con equipos antimotines y después abordaban autobuses estacionados cerca de las puertas del penal.

"Ellos van para (las cárceles de) El Rodeo I y otros para Yare I", en el vecino estado Miranda, comentó Varela.

Como parte del acuerdo "se garantiza la presencia de un fiscal del Ministerio Público en cada unidad de traslado", expresó.

Varela explicó que el despliegue de agentes de la Guardia Nacional en los alrededores de la cárcel y el cierre vial, que incluye la prohibición del paso de vehículos por un tramo de la autopista que enlaza de este a oeste la capital venezolana, se hizo "sólo para evitar que se desborde la violencia que se estaba registrando allá adentro del recinto y que afecte a otras personas".

"Esperamos salir de esto en el transcurso de las próximas horas, evacuar completamente el penal; pero si no es así, se adoptarán las medidas de manera restringida (para) poder acordar abrir el transito de vehículos, porque lo que más nos interesa es resguardar la integridad física de los transeúntes, de las personas que van en su vehículo, de los residentes de las zonas" aledañas a la cárcel, insistió.

El tiroteo, que se prolongó por más dos horas, fue consecuencia de un enfrentamiento entre los reclusos, indicó la ministra.

"Nosotros actuamos estrictamente apegados al marco constitucional" para frenar el "enfrentamiento entre los privados de libertad", manifestó Varela.

Ante la pregunta de periodistas sobre denuncias de muertos y heridos dentro del penal, Varela señaló que los reos afirman "que hay heridos, que probablemente haya personas fallecidas. Nosotros sabemos que se registró una gran violencia, hubo múltiples detonaciones, suponemos que de granadas. Eso nos hace suponer que deben de haber allí personas lesionadas, esperamos que no, a eso es lo que siempre apostamos, que todos estén sanos".

Durante la tarde se escucharon algunas fuertes detonaciones y tiroteos en el penal, según constató la AP, pero las autoridades no informaron por qué se estaba generando esa situación en la cárcel que permanece fuertemente custodiada por decenas de guardias nacionales con equipos antimotines y un camión lanza agua.

"Nosotros no estamos disparando... los que comenzaron esta guerra fueron la Guardia Nacional", afirmó un presunto recluso que se identificó como Darwin, de 32 años, que habló con la AP desde el interior del penal a través de un teléfono móvil. El interno se negó a dar su nombre completo alegando que temía represalias de parte de las autoridades.

El preso relató que desde la noche del miércoles las autoridades les quitaron la luz y el agua, y que durante esta mañana comenzaron a "dispararles".

Darwin dijo que como consecuencia de los disparos y detonaciones hay algunos heridos leves entre los internos, pero no precisó cifras.

La AP llamó en varias oportunidades al jefe de prensa del Ministerio de Relaciones Interiores para obtener una reacción sobre la denuncia del recluso, pero no atendió el teléfono.

El vicepresidente Elías Jaua llamó el jueves a los reclusos a deponer su actitud y a "ponerse a la orden de las autoridades" para proceder a trasladarlos a otras cárceles y cerrar ese centro.

"Nosotros hemos venido tratando el problemas...en estricto apego a los derechos humanos, por la vía de la negociación, por la vía del diálogo. Pero es importante que se sepa que el gobierno bolivariano tiene como prioridad la preservación de la paz, la tranquilidad y la vida de los habitantes de toda esa zona caraqueña", dijo Jaua a la televisora estatal durante una visita a una localidad del estado central de Miranda.

Carlos Nieto, directivo de la organización Una Ventana a la Libertad, que defiende los derechos de los reos, dijo a The Associated Press que era falso que el tiroteo fuera consecuencia de un enfrentamiento entre los internos y denunció que "el ataque es de afuera hacia adentro".

Indicó que según versiones que le han aportado los presos el ataque estaría siendo ejecutado por guardias nacionales. No precisó cómo obtuvo esas versiones.

Además del tiroteo se registró un incendio en la parte interna de la prisión. Desde afuera se pudo observar durante el día una intensa humareda producto del fuego y de bombas lacrimógenas presumiblemente arrojadas por los guardias.

La televisora estatal mostró imágenes de una tanqueta de la Guardia Nacional que fue apostada en medio de una autopista, a las afueras del penal, para garantizar la seguridad en el área.

En los alrededores del penal se registraron algunas refriegas entre familiares de los reclusos y guardias nacionales que usaron gases lacrimógenos y un camión lanza agua para dispersarlos del lugar.

"Esto es falta de gobierno. Aquí no hay nada. Porque así como ellos son seres humanos, uno también. Ellos (los presos) tienen familia, no son unos perros", dijo entre lagrimas Yeniré Vasquez, de 36 años, mientras aguardaba, sentada en el suelo de una plaza cercana al penal, información sobre su esposo que está confinado en la prisión.

"La ministra no quiere dialogar con ellos (los presos). No quiere nada. Lo que los quiere es sacar y ya", comentó Vasquez al indicar que lo único que aspira es que los reclusos "salgan todos sanos y vivos".

Unas 74 personas presentaron problemas de asfixia debido a los gases lacrimógenos y debieron ser atendidas por los bomberos metropolitanos, informó el organismo a la AP.

Todas las vías cercanas a La Planta fueron bloqueadas por las autoridades, lo que ha congestionado el tráfico en el centro y sur de la capital.

El 8 de mayo se registró un tiroteo dentro de la prisión que dejó muerto a un hombre que fue alcanzado por una bala que salió del centro carcelario y llegó hasta un apartamento cercano.

La Planta se mantiene en tensa situación desde el 27 de abril luego de que las autoridades tomaron los alrededores del penal tras frustrar un intento de fuga masiva que planeaba hacer un grupo de presos a través de un túnel que había sido cavado desde el interior de la cárcel.

Entre fines de abril e inicios de este mes las autoridades han realizado varios traslados de reclusos, pero un grupo se resiste a salir de la cárcel alegando que no quiere que lo lleven a otros penales con problemas de hacinamiento y que están distantes de los tribunales de Caracas donde llevan sus casos, según han denunciado los familiares.

De acuerdo con estimaciones de la organización Observatorio Venezolano de Prisiones, en La Planta hay una población penal de 2.600 reclusos pese a que el centro fue construido para 350.

En Venezuela existen 34 penales que tienen unos 47.000 reclusos, de acuerdo con registros oficiales, pero fueron diseñados para albergar sólo a 12.000 personas.

En las hacinadas prisiones venezolanas existen bandas que rivalizan por el control de los pabellones o el comercio de armas y drogas que guardias corruptos venden a los reclusos.



EEM

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