Internacional - Población
Annan irá "pronto" a Siria; manifestación sin precedentes en Alepo
Giorgos Moutafis / AFP
El emisario internacional Kofi Annan viajará "pronto" a Siria, escenario el viernes de manifestaciones de un volumen sin precedente desde el comienzo de la revuelta contra el régimen del presidente Bashar al Asad, como fue sobre todo en la segunda mayor ciudad del país, Alepo.
Justamente, las protestas eran en homenaje a esta gran ciudad del norte, que en los primeros meses se mantuvo al margen de la revuelta popular y que el viernes fue escenario de las "más importantes manifestaciones" desde el comienzo del levantamiento en marzo de 2022, según los militantes.
"Miles de personas manifiestan en varios barrios a pesar de la represión", según el presidente del Observatorio Sirio de los derechos humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
A pesar de que la violencia y el rastrilleo de las ciudades continuaba, "decenas de miles" de personas salieron a las calles en todo el país según el OSDH, es decir las mayores manifestaciones desde el anuncio del cese del fuego sistemáticamente violado, el 12 de abril.
Una vez más, las tropas gubernamentales dispararon contra los manifestantes en Alepo y en la provincia de Damasco, dejando varios heridos, y seguían bombardeando violentamente focos rebeldes como la ciudad de Rastan y los barrios de la ciudad de Homs, en el centro del país, según el OSDH.
Este organismo con sede en Gran Bretaña denunció el "silencio de los observadores de la ONU", desplegados para vigilar la tregua.
Estas violencias serán sin duda tema esencial de la visita de Annan a Damasco, cuya fecha no fue determinada. "Se puede esperar una visita pronto", según su portavoz.
Los militantes, que tratan desesperadamente de tomar como testigos a los más de 250 observadores en el terreno, habían llamado a manifestar como cada viernes para reclamar la caída del régimen y para rendir homenaje a los "héroes de la universidad de Alepo", en referencia a los estudiantes de la ciudad movilizados por miles en la víspera en presencia de los Cascos Azules.
El 3 de mayo las fuerzas gubernamentales mataron a tres estudiantes en la Universidad de Alepo, centro neurálgico de la movilización, haciendo pensar a los observadores que habría una movilización aún más importante en dicha ciudad.
Por otra parte, la Liga Siria de Defensa de los Derechos Humanos dio cuenta el viernes de la condena a muerte por "alta traición" de un militante sirio, Mohammed Abdelmaula al-Hariri, "salvajemente torturado" desde que fue detenido en abril.
A pesar a las violaciones sistemáticas del cese del fuego, las grandes potencias se aferran al plan Annan, al no tener un plan alternativo, según diplomáticos.
La Misión de supervisión de la ONU (MISNUS) contará dentro de poco con la totalidad de sus efectivos (300 observadores militares) pero países occidentales hablan ya de no renovar su mandato de 90 días, que expira el 21 de julio.
Esta misión es tanto más delicada porque los mortíferos atentados en Damasco y Alepo reivindicados por grupúsculos obscuros se agregan a la violencia cotidianas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, imputó el jueves a la red extremista Al Qaida la responsabilidad de los recientes atentados, como los que dejaron 55 muertos en la capital el 10 de mayo.
Con un régimen fortalecido por el apoyo ruso y que se aferra más que nunca al poder, la solución de la crisis parece alejarse cada vez más con las divisiones que han aparecido en la ya fragmentada oposición.
El presidente Asad, que pone en relieve estas divisiones para restar importancia a la contestación, había afirmado esta semana a una televisión rusa que las legislativas del 7 de mayo, boicoteadas por la oposición, habían mostrado que los sirios apoyan a su régimen frente a los "terroristas".
En esta misma entrevista, Asad había llamado al nuevo presidente francés, el socialista François Hollande, a "pensar en los intereses de Francia" y a cambiar de política respecto a Damasco.
En 14 meses, más de 12.000 personas han muerto en Siria, en su mayoría civiles, según el OSDH. Decenas de miles de sirios han debido huir y refugiarse en los países vecinos.
Opositores manifiestan el viernes en Idilib al noroeste de Damasco. Siria es escenario el viernes de manifestaciones de un volumen sin precedente desde el comienzo de la revuelta contra el régimen del presidente Bashar al Asad, como fue sobre todo en la segunda mayor ciudad del país, Alepo.
KC
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