El Gobierno alarga hasta 2019 la vida de la central nuclear más antigua de España

César Manso / AFP

El Gobierno autorizó el martes la prolongación hasta 2019 de la explotación de la central nuclear más antigua de España, la de Santa María de Garoña (Burgos), a pesar de las críticas de unos ecologistas que denuncian "la inconsciencia" de esta decisión.

El ministro de Industria, José Manuel Soria, había anunciado en febrero que tenía la intención de prolongar al menos cinco años, quizás seis, la explotación de la central, con el acuerdo del Consejo de Seguridad Nuclear.

En una ordenanza publicada el martes por su ministerio, el Gobierno anunció la revocación parcial de la "orden (...) del 3 de julio, por la que se acuerda como fecha de cese definitivo de la explotación de la Central Nuclear de Santa María de Garoña el día 6 de julio de 2013".

El texto autoriza al operador de la central, la empresa Nuclenor, controlada en partes iguales por los grupos Iberdrola y Endesa, solicitar al ministerio antes del 6 de septiembre de 2012 "una renovación de la autorización de explotación por un nuevo período no superior a seis años". En su orden, el Ministerio de Industria subraya que se necesitan "nuevas medidas" para reducir "un déficit acumulado de aproximadamente 24.000 millones de euros" del sector eléctrico.

Garoña, puesta en servicio en 1971, es la central nuclear en actividad más antigua del país. La decisión despertó críticas entre las organizaciones ecologistas, entre ellas Greenpeace, que reclaman desde hace varios años el cierre de esta central, presentada como la "gemela" de la japonesa Fukushima, que en marzo de 2011 luego de un sismo seguido de un tsunami tuvo un grave accidente nuclear.

En un comunicado Greenpeace indica que "recurrirá la orden que permite alargar la vida de la central". La ONG denuncia que el ministerio de Industria ignora "el proceso relativo a las pruebas de resistencia de las centrales nucleares en Europa". Otra ONG, Ecologistas en Acción, fustiga "la inconsciencia" del gobierno que responde a "los intereses de las empresas eléctricas" y denuncia "el estado deleznable" de la central que sufre de "problemas de corrosión".

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