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Los rebeldes de la RDC toman un puesto fronterizo y muere un casco azul
Melanie Gouby / AFP
La localidad de Bunagana, un puesto fronterizo con Uganda situado en el este la República Democrática del Congo, cayó este viernes en manos de los rebeldes tras unos duros combates contra el ejército congoleño, en los que murió un casco azul indio de Naciones Unidas.
Los combates llevaron a unos 600 soldados congoleños a refugiarse en el otro lado de la frontera.
"Tomamos Bunagana hacia las 06H00" (04H00 GMT), dijo a la AFP el teniente coronel Vianney Kazarama, portavoz del M23 (Movimiento del 23 de marzo), el grupo al que pertenecen los rebeldes.
Bunagana está a unos diez kilómetros al noreste de las posiciones de los rebeldes, que desde el mes de mayo, están agrupados en las colinas del sureste del Parque Nacional Virunga, fronterizo con Uganda y Ruanda, a unos cincuenta kilómetros al noreste de Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte.
"Se acabó, la localidad está ocupada por los rebeldes. Ahora estamos todos amontonados en el lado ugandés", explicó a la AFP un habitante de Bunagana.
En total, unos 600 soldados de las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) huyeron de Bunagana hacia Uganda, dijo a la AFP un portavoz del ejército ugandés a la AFP.
Las FARDC lanzaron el jueves por la mañana una ofensiva en el oeste de las posiciones rebeldes, pero el M23 lanzó una contraofensiva en el noreste, en la que tomó las localidades de Jomba y Chengerero el jueves y luego Bunagana este viernes tras duros combates.
En los combates en Bunagana, resultó muerto un casco azul indio de la misión de Naciones Unidas en la RDC (Monusco), dijo a la AFP el portavoz de esta fuerza, Madnodje Mounubai.
La Monusco reforzó sus posiciones en las últimas semanas en Bunagana para proteger a la población civil. Esta misión es una de las más importantes de la ONU en el mundo, con unos 18.000 soldados, principalmente concentrados en el este de la RDC, una zona muy inestable.
Unas 5.000 personas huyeron hacia Uganda desde que retomaron los combates el jueves en el lado congoleño, según el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Uganda.
Desde el pasado mes de mayo, los rebeldes, que salieron de en la ex rebelión del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), están refugiados en el sureste del parque Virunga, donde resisten a los ataques y a los bombardeos frecuentes de las FARDC.
Los combatientes del CNDP se integraron en el ejército siguiendo los términos del acuerdo de paz con la RDC firmado el 23 de marzo de 2009, un acuerdo cuya aplicación reclama el M23.
Un reciente informe de Naciones Unidas afirma que los rebeldes tienen el apoyo de los altos responsables ruandeses, entre ellos el del ministro de Defensa, el general James Kabarebe, y el jefe de Estado mayo, el general Charles Kayonga, que podrían haber ayudado a crear el M23. Kigali niega sin embargo estas acusaciones.
KC
