Ciencia y Tecnología

Tren rápido de Amtrak alcanza 178 kph

2012-10-19

El secretario de transporte Ray LaHood y el gobernador de Illinois Pat Quinn estaban a bordo cuando...

Por JASON KEYSER, AP

JOLIET, Illinois, EE. UU.  — En un modesto progreso para las aspiraciones del presidente Barack Obama, comenzaron el viernes las pruebas de un tren rápido en la línea de Amtrak entre Chicago y San Luis, que alcanzó la velocidad de 178 kilómetros (111 millas) por hora.

El aumento de 48 kilómetros (30 millas) sobre la velocidad máxima actual de esa ruta es un estímulo para los partidarios del tren rápido en Estados Unidos, que han visto cómo los conservadores en el Congreso frenaban los gastos para dichos proyectos que consideraban superfluos y costosos. Pero algunos expertos se preguntan si la ruta llegará a ser lucrativa, si representará una seria competencia a los viajes por avión o automóvil, o si alguna vez alcanzará velocidades comparables a los trenes bala que atraviesan Europa y Asia a 240 kilómetros (150 millas) por hora o más.

El secretario de transporte Ray LaHood y el gobernador de Illinois Pat Quinn estaban a bordo cuando un tren de Amtrak alcanzó los 178 kilómetros (111 millas) por primera vez en Illinois.

"Hace cuatro años estábamos en nada", dijo LaHood después que el tren alcanzó dicha velocidad. "Illinois y el país eran un terreno baldío en lo referente al tren de alta velocidad... Este sueño se ha hecho realidad hoy".

El tren mantuvo la velocidad máxima durante unos 5 minutos a lo largo de un tramo de 24 kilómetros (15 millas) entre Dwight y Pontiac antes de reducir la marcha a velocidades más normales.

"Lo importante es que se trata de un paso en la dirección correcta, pero la cuestión es ¿qué ganamos haciendo esto?", se preguntó David Burns, un asesor ferroviario en un suburbio de Chicago que trazó uno de los primeros estudios para servicio ferroviario a alta velocidad en esa ruta hace más de tres décadas.

Los partidarios opinan que las rutas del centro-norte, a partir de Chicago, son las más prometedoras para la expansión de los trenes rápidos aparte de los Acela de Amtrak, mucho más veloces, entre Boston y Washington DC. Dicen que dará a la creciente población de la zona una alternativa a los viajes por avión o automóvil, promoverán el desarrollo económico a lo largo de la ruta y crearán empleos de manufactura.

Cuando anunció sus planes en el 2009, Obama dijo que una red ferroviaria de velocidad también reduciría la demanda de petróleo del extranjero y eliminaría más de 6.000 millones de libras de emisiones de anhídrido carbónico por año, equivalente a retirar un millón de automóviles de las carreteras. Destinó 8.000 millones de dólares para fondos de estímulo, asignó la primera partida de dinero a acelerar las líneas existentes y la calificó como un mero anticipo de un plan ambicioso para cambiar el modo en que viajan los estadounidenses.

Pero la situación podría cambiar si el republicano Mitt Romney gana la presidencia en noviembre. Romney y los republicanos desean anular los 1.500 millones de dólares en subsidios federales anuales para Amtrak, que ha registrado pérdidas.



gilberto

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