Editorial

Acabar con la delincuencia implica acabar con la corrupción

2013-01-22

Las mafias son, por lo que se vemos, muchas veces más inteligentes que las autoridades para...

José Manuel Rodríguez Solar

En el mes de mayo de 2010,  la Federación de Economistas Mexicanos (FEDEMEX) propuso al gobierno del ex presidente Felipe Calderón una solución para acabar definitivamente con la delincuencia y el crimen, una alternativa quizá no deseable por muchos, pero que en las circunstancias extremas de inseguridad y violencia que vivimos en el país, se hace necesaria para combatir eficiente y eficazmente a los delincuentes, de la clase que sean, encuéntrense donde se encuentren. La solución propuesta plantea "acabar con la circulación y tráfico del dinero en efectivo", medio por el cual se ejercen y originan casi todas las actividades delictivas;  consiguiendo con esta idea beneficios de eficiencia, fiscales y en materia de seguridad nacional, por mencionar los más relevantes.

La eliminación del uso de efectivo es una situación deseable para toda economía dado que fermenta la eficiencia de los servicios financieros, sustituyendo su uso por operaciones electrónicas como serian las tarjetas de debito y crédito, la banca por internet y los pagos móviles, por citar solo unos ejemplos, los más comunes y conocidos.

También promueve la seguridad en un concepto amplio ya que previene a las personas de sufrir actos delictivos, generalmente relacionados con la portación de dinero, y facilita el control de las transacciones asociadas con recursos de procedencia ilícita. Asimismo, la efectividad recaudatoria aumenta puesto que la mayor parte de las transacciones se realizan a través de medios fiscalizados como serian los servicios bancarios electrónicos.

Sin efectivo, se acaba la delincuencia

Pero lo mejor y más atractiva de la propuesta de los economistas es combatir la corrupción con el propósito de acabarla, ya que es mediante esta práctica como se  protege y solapa a los delincuentes dándoles inmunidad e impunidad para el ejercicio de sus actividades delictivas.  El costo anual de la corrupción en México representa el doble de las ganancias que obtiene el crimen organizado, y es superior a los dividendos que el país capta como producto de la extracción de petróleo crudo y gas cada año, según el Consejo Coordinador Empresarial (CCE). “El impacto de la corrupción se mantiene en alrededor de 10 por ciento del valor de la economía, y las empresas, en promedio, se ven en la necesidad de destinarle un porcentaje similar de sus ingresos para poder operar”.

Acabándose el uso del dinero en efectivo se acaba la delincuencia o por lo menos quedan los registros de las operaciones de dinero con fines o de origen delictivo o que sean sospechosas; se crea una base de datos inteligente para rastrear, perseguir y atrapar a cualquier persona que cometa algún delito, especialmente los de alto impacto, como el secuestro o lavando dinero. La justicia sería más efectiva y expedita. Los cuerpos de seguridad más eficientes.

Las capacidades y la tecnología para este fin existen, de hecho las estamos utilizando. El sistema bancario está preparado para esta nueva modalidad. Actualmente, en muchos casos,  casi el total de las operaciones monetarias que efectuamos se llevan a cabo electrónicamente, sin usar el dinero en efectivo, solamente usando la tarjeta y la cuenta bancaria que disponemos. Existe incluso ya una plataforma en el sistema bancario que operan la transferencia electrónica de fondos, conocida como “TEF”, mediante el cual los usuarios de la banca pueden efectuar pagos, depósitos y transferencias de cuenta a cuenta, de uno a otro banco, de cuenta a cuenta o de terceros, sin que opere de por medio el dinero en efectivo. De tal forma se evitan los fraudes, asaltos y pérdida de tiempo.

Para tal efecto y con este fin, para sustituir el dinero en efectivo, la transferencia electrónica de fondos es el medio idóneo y del cual la mayoría de la población ya está familiarizada. En lugar de billeteras y cheques, los teléfonos de cualquier tipo, el internet y las tarjetas bancarias, han venido sustituyendo los billetes, monedas y cajas fuertes, y al mismo tiempo han sido un antídoto contra muchos delincuentes, especialmente de los asaltantes. Así también mediante las transferencias electrónicas a las que nos referimos el dinero deja de ser “anónimo” y se vuelve “nominal”, se sabe de quién es y a donde va, lo cual no resulta conveniente para los delincuentes ni para los que viven de la corrupción. Nadie en tal caso se atrevería a dejar su huella para cometer un delito y quedar plenamente identificado.

Las mafias son, por lo que se vemos, muchas veces más inteligentes que las autoridades para mover y disfrazar su dinero. Rebasan las medidas y prohibiciones mediante su mejor arma que es la corrupción.

Lucha contra la delincuencia

Una estrategia de combate a la delincuencia nos dice que “cuando desees abatir al enemigo atácalo en su parte más sensible: su economía, que es la columna vertebral de su logística delincuencial.

La mayoría de la gente piensa en una sociedad sin dinero en efectivo como algo que está muy lejos en un futuro distante. Afortunadamente, simplemente ese no es el caso. La verdad es que una sociedad sin dinero en efectivo está mucho más cerca de lo que la mayoría de la gente nunca se atrevería a imaginar. En gran medida, la transición hacia una sociedad sin dinero en efectivo se está haciendo de forma voluntaria. Hoy en día, sólo el 7 por ciento de todas las transacciones en los Estados Unidos se hacen con dinero en efectivo, y la mayoría de las transacciones que involucran montos de dinero son muy pequeñas.

Piense en ello sólo por un momento. ¿Dónde se sigue utilizando dinero en efectivo en estos días? Si usted compra una hamburguesa o si usted compra algo en un mercado pulgoso todavía se utiliza dinero en efectivo, pero para cualquier transacción de tamaño medio o grande la gran mayoría de las personas utilizan otra forma de pago. Nuestro sistema financiero está cambiando radicalmente, y el dinero se está convirtiendo rápidamente en una cosa del pasado. Vivimos en un mundo digital, y los gobiernos nacionales y los grandes bancos conjuntamente fomentan el abandono de billetes y monedas.

A través de numerosas innovaciones tecnológicas, parece que los consumidores tienen cada vez menos razones para usar el dinero en efectivo. De hecho, muchos banqueros y economistas han demostrado ya que ahora podrían eliminar el dinero en efectivo.

Ejemplos y muestras

Muchos otros países están más avanzados en el uso de tecnologías de pago móvil y rechazan el uso de monedas y billetes. El más notable de ellos es Suecia: el uso del dinero en efectivo representa sólo el 3% de su economía. Hasta las iglesias han llegado a instalar un dispositivo que acepta tarjetas de crédito para los donativos. Algunas ciudades pequeñas funcionan totalmente sin dinero en efectivo.

Una de las principales causas de la extinción del dinero sueco está en la lucha contra el crimen. Un incremento en los robos a mano armada llevó a las entidades financieras a iniciar una progresiva disminución del uso de efectivo en operaciones bancarias. La iniciativa se tradujo en una drástica reducción de los asaltos, que han pasado de 110 a solo 16 en tres años.

"Si podemos reducir la cantidad de dinero que circula en los bancos y las compañías también se reducirán los robos", ha explicado Marie Look, portavoz del sindicato de trabajadores bancarios, a la página web de la BBC británica. "Cuando abandonemos totalmente el dinero, no habrá más robos. ¿Qué sentido tiene robar un banco si no hay nada que llevarse?", concluye. De tal manera una nueva sociedad están empezando a tomar forma en esta nación de alta tecnología, frustrando a  los que prefieren las monedas y billetes por dinero digital.

¿Por qué no?

México debería tomar estos ejemplos y el gobierno implantar esta modalidad para acabar con la circulación del dinero en efectivo, si verdaderamente queremos acabar con la delincuencia. Pero lo cierto es que de esta manera no solo se acabaría la delincuencia, sino también todo tipo de corrupción, que es aquí en donde se encuentra el meollo del asunto para aquellos que viven de ella y que serían los indicados para legislar sobre esta propuesta. Les espanta esta idea de que se acaben las transas y dejar de enriquecerse de ellas.

Cabe subrayar que de esta forma se fortalecería la prevención e identificación de operaciones con recursos de procedencia ilícita, y esta nueva modalidad resultaría más efectiva, eficiente y combativa que la Ley contra el lavado de dinero aprobada a finales del año pasado, la cual tiene sus recovecos.

El principal delito que se combatiría, el que más le duele a cualquiera en caso de padecerlo, sobre todo a la familia, sería el de los secuestros, ya que no habría secuestrador que aceptara el pago del rescate en su cuenta electrónica. Y así por consiguiente, cualquier conducta ilícita estaría plenamente detectada y dejaría una pista y una huella para la identificar al delincuente, sobre todo los que provienen de la corrupción, mal endémico y muy arraigado en nuestro país.

Con esta propuesta en vigor se modificaría el sistema monetario mexicano a fin de desincentivar el uso del dinero efectivo en cualquier tipo de operaciones comerciales y financieras, y así poder detectar mejor aquellas que resulten dudosas o ilegales, y que todas se ajusten dentro del marco de la legalidad.

Ojala que el actual gobierno que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto le preste atención a esta propuesta y la lleve a la práctica, deseando con ello  acabar de una vez por todas y para siempre con la delincuencia y la corrupción, conforme a la voluntad política que manifiesta sobre este problema nacional, el que más lamenta la población encima de cualquier otro.



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