Internacional - Economía

El FMI evalúa opciones para pasar por alto a EU y reformar sus estatutos

2014-04-16

Por IAN TALLEY, The Wall Street Journal

WASHINGTON—Estados Unidos perdería su poder de veto en la junta ejecutiva del Fondo Monetario Internacional bajo un plan que está siendo considerado por algunas economías emergentes. Los países están hartos de que EE.UU. no ratifique un acuerdo que surgió hace cuatro años para restructurar a la agencia de préstamos de emergencia.

Algunos miembros del comité directivo del FMI expresaron en una serie de reuniones durante el fin de semana su deseo de actuar en este momento, subrayando el creciente descontento en el exterior sobre el retraso del Congreso de EE.UU. para aprobar un acuerdo internacional para reformar la estructura de gobierno del fondo.

"El FMI no puede quedarse paralizado y posponer sus compromisos de reforma", anotó el ministro de finanzas de Brasil Guido Mantega en un informe al comité directivo del FMI en el que instaba al organismo internacional a esquivar al Congreso. "Se deben encontrar las alternativas para avanzar con las reformas mientras el mayor accionista no resuelve sus problemas políticos".

Los economistas advierten que la legitimidad del FMI está en juego, y señalan que el estatus de EE.UU. en el extranjero se está deteriorando.

La junta directiva del FMI dijo durante el fin de semana que EE.UU. tendrá hasta el final de este año para aprobar el acuerdo de restructuración del FMI de 2010 antes de considerar cualquier alternativa. "Si el plan A no funciona, entonces nos preocuparemos por el plan B", anotó Christine Lagarde, la directora gerente del FMI, el sábado. "Pero en este momento es prematuro".

El acuerdo de 2010 está diseñado para duplicar los recursos generales del FMI para asegurar que el prestamista de emergencia tenga suficiente potencia para responder a las crisis que golpeen a sus miembros. La propuesta actualizaría la estructura de gobernación —es decir, la forma en la que el poder de votación del FMI está distribuido entre sus miembros— para reflejar una economía global actual en la que los mercados emergentes son importantes impulsores de crecimiento y en la que algunos países europeos han perdido su fuerza económica.

Los legisladores del partido Republicano se han opuesto a ratificar la propuesta, al cuestionar la eficacia del Fondo y decir que el cambio debilitaría la autoridad estadounidense y reduciría la influencia de EE.UU. sobre las reservas para préstamos.

Al mismo tiempo, algunos republicanos en el pasado han mostrado apertura a considerar la ratificación a cambio de concesiones políticas dentro del país, Sin embargo, el gobierno del presidente Barack Obama no se ha mostrado dispuesto a hacer tal canje.

Las principales autoridades financieras del mundo durante sus reuniones en esta capital el fin de semana reprendieron a EE.UU. en declaraciones formales sobre política.

"Nos encontramos profundamente decepcionados con los continuos retrasos en avanzar la cuota y las reformas de gobernación del FMI", indicaron las mayores economías del Grupo de los 20 en su comunicado.

Ted Truman, un ex alto funcionario del Tesoro de EE.UU., ha propuesto una opción que permitiría al FMI pasar por encima de los legisladores de Washington. Pero su propuesta obligaría al secretario del Tesoro de EE.UU. a entregar el poder de veto del país, que requiere que las decisiones administrativas importantes en el FMI reciban el respaldo de EE.UU.

No está claro si el gobierno de Obama está dispuesto a arriesgar las consecuencias políticas o abandonar el poder de veto que el país mantiene.

Algunos analistas dicen que el periodo después de las elecciones del Congreso en EE.UU. a finales de este año podrían ofrecer al gobierno su mejor oportunidad para lograr que el acuerdo del FMI sea aprobado en el Congreso.

Los funcionarios de finanzas advierten que la falta de acción de EE.UU. solamente socavaría la influencia estadounidense, pero también crearía problemas para el sistema global financiero.

El ministro de Finanzas de Singapur y presidente del directorio ejecutivo del FMI, Tharman Shanmugaratnam, dijo que podría causar un "cambio perturbador" en la economía global.

"Es más probable que con el tiempo veamos un debilitamiento del multilateralismo, el ascenso del regionalismo, el bilateralismo y otras formas de afrontar los problemas globales", indicó en una rueda de prensa el sábado. Eso convertiría al mundo en un lugar "menos seguro", anotó.

El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, un miembro del G20, dijo que los miembros del FMI deberían esperar a EE.UU. en lugar de buscar o.

"Ciertamente a todos nos hubiera gustado hacer avances en este tema a un mayor ritmo, pero al mismo tiempo, tenemos que ser pacientes", dijo en una entrevista. "No creo que nos incumbe a nosotros intervenir en el proceso político de EE.UU".

Aun así, entre más se deteriore la credibilidad del FMI como institución, más países en todo el mundo recurrirán menos al Fondo y más a estructuras de financiación alternativas. "La acumulación de reservas es ciertamente la consecuencia de tener en duda la capacidad del fondo", afirmó Carstens.

La acumulación de reservas de divisas extranjeras para protegerse contra crisis financieras en lugar de depender del FMI pone una presión alcista en los tipos de cambio de otros países, incluyendo del dólar estadounidense.

 

 



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