Internacional - Población

Una escasez de agua agudiza los problemas de los venezolanos

2014-07-10

Kejal Vyas, The Wall Street Journal

CARACAS, Venezuela—La escasez de champú y aceite de cocina ya es problema suficiente para los residentes de Caracas, pero ahora lo que más extrañan es el agua.

Una sequía —y lo que según los críticos del presidente Nicolás Maduro es una mala planificación— llevaron al gobierno a racionar el agua en toda la capital.

Donde más se siente la escasez es en Petare, un barrio marginal sobre las colinas que en algún momento fue un bastión socialista, pero que ahora es gobernado por la oposición. El medio millón de residentes de Petare afirman que han tenido poca o nada de agua potable durante casi tres meses.

"Todos están realmente cansados de esto", dijo José Medina, cuyo edificio de siete pisos en Petare tiene un problema grave de suministro debido a la baja presión en las cañerías. "Sentimos que nos están castigando".

El problema del agua es el inconveniente más reciente que soportan los venezolanos, que ya están cansados de la escasez de productos de primera necesidad, la alta tasa de delincuencia, la inflación y la desaceleración económica. Todos estos factores provocaron las amplias protestas contra el gobierno este año.

El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela hizo suya la causa de los habitantes de barrios empobrecidos, y los llenó de programas sociales durante 15 años —primero con el fallecido ex presidente Hugo Chávez y ahora con Maduro—, que según el gobierno sacaron de la pobreza a millones de personas.

Pero la decadencia del país ha causado que la popularidad de Maduro caiga desde 51% poco después de asumir la presidencia en abril de 2013 a 39% en junio, según la encuestadora Datanálisis, que además descubrió que cuatro de cada cinco venezolanos son pesimistas sobre el rumbo del país. "Se olvidaron de su propia gente", sostuvo Herlinda Coronado, presidenta de la empresa de agua IMAS, que distribuye agua en Petare y zonas aledañas.

Coronado, que fue nombrada por Carlos Ocariz, el alcalde opositor en una zona que incluye a Petare, afirmó que intentó hablar del problema con funcionarios de la empresa de agua del gobierno central, Hidrocapital, pero sus llamados y cartas no fueron respondidos.

Dijo que Hidrocapital, que abastece a empresas de servicios públicos locales con agua que proviene de reservorios fuera de la ciudad, no le dio un cronograma de racionamiento, por lo que no sabe cuándo habrá agua y cuándo no.

Hicrocapital, que es parte del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, no respondió pedidos de comentarios. Lo mismo sucedió con el Ministerio de Comunicaciones y con el despacho de Maduro.

El gobierno ha culpado al calentamiento global de la escasez de agua. "Tenemos el cambio climático, es una realidad y debemos prepararnos", dijo Maduro durante un discurso reciente, en el cual atribuyó los problemas al fenómeno climático El Niño.

Los críticos afirman que el gobierno debería haber comenzado a racionar el agua antes y no permitir que el reservorio Lagartijo, uno de los seis que brindan suministro a esta ciudad, se seque en las últimas semanas. Afirman que a pesar del aumento de la población, el gobierno socialista no construyó nuevos reservorios durante sus 15 años en el poder, y hacen referencia a más de una década de retraso en la instalación de un acueducto.

Los residentes de Caracas ahora dependen de camiones hidrantes para conseguir algo de alivio.

Los vecinos afirman que IMAS les provee 1.500 litros cada varias semanas, pero afirman que los cronogramas de entrega son inconstantes e inciertos, ya que la pequeña flota de camiones de la empresa pública tiene problemas para atravesar las calles angostas y en mal estado del barrio. La gente y las empresas en distritos acaudalados como Altamira dicen que compran agua de servicios privados.

"Este probablemente sea el único negocio que crece en Venezuela", dijo Jorge Trujillo, conductor de un cambión hidrante.

La entrega de agua además se ha convertido en un negocio riesgoso en Petare. Algunos residentes apuntaron con armas a empleados de IMAS, en demanda de más agua, sostuvo el inspector Johnny Castillo. En una ocasión, jóvenes ahuyentaron a punta de pistola a un trabajador que fue enviado a cortar el agua en una zona, para racionarla.

"El trabajo comienza muy temprano por la mañana porque se considera que los delincuentes están durmiendo", dijo Castillo. "Generalmente para las 3:30 de la tarde, los trabajadores ya están buscando irse".

Luis Vidal, director de la encuestadora de Caracas More Consulting, afirmó que el agua se sumó a la delincuencia y la inflación como las principales preocupaciones en Petare.

"Somos nosotros, los pobres de este asentamiento, los que estamos sufriendo y sufriremos", sostuvo Álvaro Páez, un albañil de Petare. "El gobierno no tiene soluciones para nosotros".

En 2009, Chávez también señaló a la Madre Naturaleza como culpable de una sequía que dejó sin energía a generadores hidroeléctricos clave, lo que llevó a una serie de apagones. Ante acusaciones de que el gobierno no había invertido en la red eléctrica, instó a los venezolanos a seguir su ejemplo y darse duchas cortas.

Ahora, su sucesor enfrenta los mismos problemas.

"Las cosas se están complicando", dijo Martha Rodríguez, residente de Petare. "Nos están obligando a bañarnos como el presidente Chávez.



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