Reportajes

México, el último paso de la latinización de la Fórmula 1

2014-07-23

Por Ignacio Encabo

Madrid,(dpa) - La Fórmula 1 tiene cada vez más sangre latina: tras la llegada a la máxima categoría del motor de dos pilotos mexicanos y uno venezolano en los últimos tres años, el gran circo volverá a desembarcar a partir de 2015 en México.

Latinoamérica es la región del mundo, sin contar África, menos explotada por la Fórmula 1, un lujoso y elitista mundo que extiende sus tentáculos más largos por Europa, Asia, Oceanía y Norteamérica.

"Queremos ir, construyan el circuito primero y estaremos allí", dijo en 2011 a dpa el dueño de los derechos de comercialización de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone. Después de que el proyecto fracasara para 2014, el Autódromo de los Hermanos Rodríguez fue remodelado y su asfalto recibirá a los bólidos el año que viene.

"Este evento es una ventana de oportunidad para que el mundo vea todo lo que ofrece la Ciudad de México", manifestó en conferencia de prensa el alcalde del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, tras anunciarse hoy el contrato para albergar el máximo evento del automovilismo en el país entre 2015 y 2019.

El Gran Premio de Brasil era hasta ahora la única parada del Mundial en Latinoamérica desde que desapareciera la carrera argentina en 1998. México fue sede 1963 a 1970 y de 1986 a 1992. La región perdió peso desde la década de 1990, no sólo por la falta de Grandes Premios, sino también por la ausencia de figuras.

Ayrton Senna fue el último campeón latinoamericano en la Fórmula 1. Brasil fue un país que siempre tuvo pilotos en el podio: después del legendario campeón, llegaron Rubens Barrichelo y Felipe Massa, el segundo aún en activo. Entre los dos suman un total de 22 victorias, muy lejos de las 41 de Senna.

Fuera de las fronteras de Brasil, sólo el colombiano Juan Pablo Montoya y el venezolano Pastor Maldonado subieron a lo más alto del podio desde que Latinoamérica se quedó sólo con el Gran Premio brasileño.

El año 2011 fue el de la confirmación de América Latina como nuevo jugador en la mesa de la Fórmula 1. El mexicano Sergio Pérez y el venezolano Maldonado aterrizaron en la élite con talento en las manos y patrocinadores en la mochila.

El dinero del magnate Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, fue el trampolín con el que Pérez llegó a Sauber. Después de dos años en la escudería suiza, el mexicano se marchó a McLaren en 2013 y en 2014 fichó por Force India, siendo la empresa telefónica Claro uno de sus principales patrocinadores. La ayuda de la familia Slim también fue la principal culpable de que Esteban Gutiérrez lograra un volante en Sauber en 2012.

Maldonado no tuvo que convencer a ningún empresario. El mecenas del piloto de Maracay fue el propio gobierno venezolano, que impulsó su carrera -en Williams y Lotus- a través de la petrolera estatal PDVSA.

La nueva generación de pilotos latinos no sólo están unidos por el idioma: su agresividad al volante y su carácter provocó más de un enfrentamiento entre ellos mismos dentro y fuera de las pistas.

Con el Gran Premio de México, América Latina recupera parte de su sitio en el mundo del motor, un lugar que comenzó a forjar en la década de 1950 con los cinco títulos del argentino Juan Manuel Fangio. Después llegarían dos del brasileño Emerson Fittipaldi, tras de su compatriota Nelson Piquet y otros tres de Senna.



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