Migración

Mayoría estadounidenses, a favor de acelerar procesos de deportación

2014-08-07

Preguntados por la inmigración ilegal, el 62 por ciento de los estadounidenses y el 56 por...

Washington, 7 ago (dpa) - Dos tercios de los estadounidenses se muestran a favor de simplificar y acelerar los procesos de deportación de los niños indocumentados no acompañados que cruzan ilegalmente la frontera, según una encuesta de opinión difundida hoy por la cadena de televisión CBS News.

El 65 por ciento de los estadounidenses está a favor de acelerar las audiencias ante un juez de inmigración para estos menores. En el caso de los hispanos, apoyan esta idea un 54 por ciento. Por partidos, el 80 por ciento de los republicanos cree que sería necesario, mientras que el 55 por ciento de los demócratas se muestra a favor de acelerar los procesos de deportación.

El 50 por ciento de los estadounidenses considera que los niños deberían volver lo antes posible a sus países de origen, mientras el 43 por ciento cree que estos niños deberían permanecer en Estados Unidos hasta que tengan una audiencia en el Tribunal de Inmigración. En el caso de los hispanos, el porcentaje de los que consideran que deberían quedarse hasta que un juez decida su suerte sube al 69 por ciento.

En cuanto a los 11 millones de indocumentados que actualmente viven en Estados Unidos, el 54 por ciento de los estadounidenses se muestran a favor de que puedan legalizar su situación con una vía para obtener en un futuro la ciudadanía estadounidense. El 70 por ciento de los hispanos apoya esta idea.

Preguntados por la inmigración ilegal, el 62 por ciento de los estadounidenses y el 56 por ciento de los hispanos consideran que es un problema serio para el país.

El sistema de deportaciones estadounidense se encuentra actualmente colapsado ante el aumento significativo de casos de deportación pendientes en los tribunales de inmigración y el escaso número de jueces de inmigración que hay en el país.

En la actualidad hay sólo unos 260 jueces de inmigración que trabajan en 59 tribunales de inmigración repartidos por todo el país. El Departamento de Justicia ya ha anunciado que va a contratar más jueces temporales para tratar de acelerar el proceso.

La ley William Wilberforce de Reautorización para la Protección de Víctimas del Tráfico de Personas (TVPRA, en sus siglas en inglés) de 2008 aumentó significativamente la protección de niños indocumentados no acompañados en Estados Unidos. Esta ley, aprobada durante la administración de George W. Bush, impide la deportación acelerada de niños migrantes indocumentados originarios de países no fronterizos con Estados Unidos.

El gobierno puede deportar inmediatamente a niños indocumentados mexicanos o canadienses, ya que ambos países comparten frontera con Estados Unidos, pero en el caso de los niños centroamericanos o de otros países es un juez de inmigración el que debe decidir si deben ser o no deportados.

Gracias a esta ley de 2008, los niños centroamericanos pueden quedarse en Estados Unidos meses o incluso años antes de que un juez decida sobre su caso de deportación.

El tiempo medio de espera en los tribunales de inmigración de la Oficina de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR, en sus siglas en inglés) se ha alargado hasta los 587 días. Este es el tiempo que transcurre entre que el inmigrante recibe un aviso de comparecencia en un proceso de deportación y que el juez de inmigración decide si ese individuo debe o no ser deportado a su país de origen.
  
La llegada masiva de niños no acompañados este año fiscal podría retrasar aún más el tiempo de espera de los casos de deportación, ya que los casos se acumulan en los tribunales de inmigración.

Desde el pasado mes de octubre, 57.000 menores no acompañados han cruzado la frontera sur de Estados Unidos, la mayoría de ellos procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras. El gobierno calcula que su número podría alcanzar los 90.000 al final de este año fiscal, que termina en septiembre.

En la encuesta de opinión, realizada por la encuestadora SSSR of Media para CBS News entre el 19 de julio y el 4 de agosto, entrevistaron a 1.344 estadounidenses en todo el país.



EEM