Internacional - Política

El presidente Gauck celebra la diversidad: "Todos somos Alemania"

2015-01-22

Thomas Lanig, Sven Gösmann y Martin Bialecki

Berlín. (dpa) - El presidente federal alemán, Joachim Gauck, cree que los atentados de París exigen que las personas de diferente origen y religión reconozcan más que nunca que comparten valores como democracia y libertad y que los defiendan frente a cualquier ataque.

"Lo dije la semana pasada durante una vigilia junto a la Puerta de Brandeburgo: todos somos Alemania", señaló el mandatario de 74 años en una amplia entrevista con la agencia dpa.

Pastor protestante y ex activista por los derechos humanos en la Alemania comunista (RDA), el presidente federal desde 2012 habló también sobre la sociedad multicultural en Europa, la crisis en Ucrania o las protestas del grupo islamófobo Pegida.

dpa: ¿Qué cambió con los atentados de París?

Gauck: Creo que muchas personas vieron aun más claro que aquí en Europa vivimos en un orden basado en valores y que ese orden tiene enemigos. Hacemos bien en reconocer esa hostilidad y en hacerle frente. Cuando personas de diferente origen y religión se unen y dicen: queremos defender la humanidad y el derecho, eso refuerza precisamente aquello que intentan debilitar los atacantes: la unión de los ciudadanos. Las comunidades musulmanas en París, Berlín y otros sitios mostraron su pertenencia a nuestra sociedad y demostraron que no nos dejaremos dividir por una minoría de terroristas, yihadistas y fanáticos.

dpa: ¿Qué es lo urgente ahora?

Gauck: Lo dije la semana pasada durante una vigilia junto a la Puerta de Brandeburgo: todos somos Alemania. Con eso me refiero a todos los que están en el territorio de nuestra ley fundamental. La gran mayoría de los ciudadanos saben desde hace tiempo que la homogeneidad cultural, étnica o religiosa ya no existe hace rato. Pero hay un punto en común al que no podemos renunciar: el sí al imperio de la ley, a la democracia, a la libertad. Quien lucha contra eso se autoexcluye.

dpa: El movimiento islamófobo Pegida viene reuniendo a miles de ciudadanos en las calles. ¿Qué origina estas tensiones en la sociedad?

Gauck: Miremos por ejemplo la zona de Stuttgart, donde desde hace tiempo hay experiencias de convivencia en la diversidad. Ahí la gente no salió en masa a las calles. En los sitios donde el encuentro se acepta y se vive de forma consciente desaparece la tendencia a generalizar. En los lugares con menos contacto con los inmigrantes, en cambio, es más frecuente que se piense en ellos con estereotipos.

Por cierto que en las manifestaciones marcha gente muy diferente. Desde ultraderechistas a nacionalistas pasando por xenófobos. Hay eurocríticos y nostálgicos. Y luego muchos confundidos que aún sienten reparos frente a la sociedad abierta y no ven las posibilidades que ofrece la democracia representantiva.

dpa: ¿Quién es responsable de ese desconcierto?

Gauck: En Europa hay muchas corrientes y partidos que se dejan llevar por ese malestar, por esos miedos difusos. Para los partidarios de esos movimientos, el mundo se volvió confuso. Tienen miedo de la globalización. A esto se añade el miedo a que los inmigrantes quiten posibilidades a los locales en el mercado laboral. Eso exige a la política dejar claro que Alemania necesita la inmigración por el bien de todos. Lo que me alegra es que en estos días también hubo muchas personas que salieron a las calles en todas las ciudades alemanas a favor de una Alemania abierta al mundo.

dpa: El 8 de mayo se cumplen 70 años del final de la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué significa esta fecha y cómo tiene previsto recordarla?

Gauck: El Parlamento me invitó a dar el discurso del 27 de enero en homenaje a las víctimas del régimen nazi. Y en primavera (boreal) recordaré entre otras cosas el sufrimiento de quienes nos liberaron. A diferencia de lo que ocurría hace tres décadas, hoy Alemania reconoce que el 8 de mayo de 1945 fue un día de liberación. Si bien para una parte de los alemanes, los de la Alemania oriental, fue una liberación que luego llevó a una nueva falta de libertad. Y si bien para otros millones de alemanes, este día significó también la pérdida de la patria. Pero al final hubo una convicción feliz: nosotros, los alemanes, que no logramos liberarnos a nosotros mismos, agradecimos a los aliados la victoria sobre el régimen asesino de Hitler. Allí comenzó nuestro camino a la democracia, el derecho y la libertad que culminó en 1990 con la reunificación.

dpa: En pocos días participará en el aniversario por los 70 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz. El presidente ruso, Vladimir Putin, al parecer no irá. ¿Qué significa esto para usted?

Gauck: No es mi tarea comentar eso. Voy a Auschwitz porque a nivel personal y como jefe de Estado alemán me parece algo evidente recordar la liberación de este campo de concentración alemán en suelo polaco y el sufrimiento de las víctimas.

dpa: Hace un año tuvieron gran repercusión sus palabras en la Conferencia de Seguridad de Múnich, cuando apeló a una mayor responsabilidad de Alemania en el mundo. ¿Cómo ve ese llamado ahora a un año de distancia?

Gauck: En ese momento quise alentar un debate que ya había comenzado, pero que en mi opinión debía llevarse a cabo de forma más seria y profunda. Yo mismo necesité años para atreverme a sostener que Alemania, después de su hundimiento infinito en el nacionasocialismo, debía aceptar y aumentar su responsabilidad internacional. No para dominar a otros países, sino para hacer justicia al papel que tiene por su fuerza económica, su peso político y su experiencia alentadora en materia de Estado de derecho, libertad y paz.

dpa: Con respecto al conflicto con Rusia en Ucrania, ¿qué implica el análisis de opciones militares?

Gauck: "Me parece correcto que en ningún momento hayamos tomado en cuenta una opción militar. Habría provocado una escalada de dimensiones incalculables. Acertamos en tomar el camino de la diplomacia. La canciller (Angela Merkel) y el ministro de Exteriores (Frank-Walter Steinmeier) invirtieron mucho tiempo y energía en numerosas llamadas telefónicas y conversaciones personales con todos los implicados para no cerrar la puerta, evitar lo peor y resolver la crisis por medio de la diplomacia. Es algo que agradezco.

dpa: ¿Ve posible una solución diplomática con Putin?

Gauck: Sí, siempre la veo posible. El proceso de negociación está en marcha. Sin embargo, sólo llevará a un resultado positivo cuando Rusia respete de verdad el derecho internacional y apoya de forma creíble el proceso de distensión en el este de Ucrania.



LAL

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