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La caída de los precios del petróleo afectará las licitaciones de México

2015-02-06

Los acuerdos incluirán contratos de producción compartida, contratos de ganancias...

Por Juan Montes, The Wall Street Journal

CIUDAD DE MÉXICO—El colapso de los precios del petróleo significa que el gobierno de México probablemente obtendrá menos ganancias de lo previsto inicialmente de las licitaciones a empresas privadas —las primeras de su tipo en ocho décadas— debido a que las compañías buscarán más retornos a cambio de invertir en el país, dijo el comisionado presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).

En una entrevista el miércoles, Juan Carlos Zepeda dijo que en un contexto de bajos precios, el gobierno se quedará con una menor porción de las ganancias para que el contratista mantenga una rentabilidad razonable.

México se prepara para ofrecer en los próximos meses los primeros bloques petroleros a inversionistas privados en casi 80 años, después de que el Congreso aprobó en 2013 y 2014 reformas legales históricas para poner fin al monopolio estatal en el sector.

La implementación de la reforma energética, el plan económico insignia del presidente Enrique Peña Nieto, ocurre en un momento difícil, cuando un desplome de 60% en los precios del petróleo desde julio ha obligado a grandes petroleras a recortar inversiones.

Zepeda dijo también que las licitaciones de crudo y gas de esquisto, un tipo de recurso complejo y costoso, serán modificadas como consecuencia de los bajos precios. En abril se anunciarán nuevos planes para esos bloques, mientras siguen su curso las licitaciones para los bloques en tierra, en aguas someras y en aguas profundas.

Los acuerdos incluirán contratos de producción compartida, contratos de ganancias compartidas y licencias de exploración y producción.

El bajón de los precios del petróleo ya ha obligado a México, que exporta alrededor de 1,1 millones de barriles de crudo al día, a reducir su gasto público este año en alrededor de US$8,300 millones, ya que los impuestos petroleros y otros relacionados aportan cerca de un tercio del presupuesto federal. La estatal Petróleos Mexicanos, o Pemex, hará la mitad de los recortes y también está implementando un programa de austeridad.

Algunos analistas dicen que las condiciones vigentes son altamente desfavorables para garantizar el éxito de los contratos de petróleo de México, pero Zepeda no está de acuerdo.

México está ofreciendo bloques extremadamente competitivos, algunos de los cuales con reservas probadas bajo tierra, sostuvo. Podría pasar que, en un momento de austeridad en el sector petrolero, las empresas elijan sus inversiones más cuidadosamente y que México se beneficie de eso, dijo.

Para el gobierno de Peña Nieto, una implementación exitosa de la reforma energética es vital para compensar a futuro el impacto de los bajos precios del crudo en las finanzas públicas y alcanzar su prometida tasa de crecimiento de 5% para el final del su gestión en 2018. Para entonces, se espera que nuevas inversiones como resultado de la participación del sector privado agreguen 500,000 barriles al día a la producción del país, que actualmente se sitúa en menos de 2,4 millones diarios.

"El presidente Peña Nieto y su equipo no pueden darse el lujo de fracasar en esta reforma", sostiene Leo Zuckermann, politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). "Sería un desastre si algunas licitaciones fueran declaradas desiertas, o si hubiese pocos participantes".

En cierto modo, la reforma energética de Peña Nieto sufrió de mala suerte. La caída vertiginosa de los precios del petróleo empezó a mediados del año pasado, más o menos en la época en que el Congreso mexicano estaba aprobando la legislación para el proceso de contratos privados, y la implementación de la reforma empezó en un momento de gran incertidumbre en el mercado petrolero.

Es una coincidencia que está poniendo a prueba la competitividad de México frente a otras regiones del mundo, dijo Zepeda.

Como comisionado presidente de la CNH, Zepeda tendrá un papel clave en la licitación exitosa de bloques. La comisión fue fortalecida por la reforma energética y estará a cargo de organizar las licitaciones y de otorgar y supervisar los contratos.

Zepeda dijo que el modelo petrolero flexible adoptado por México ofrece protección al país. Cuando los precios del crudo vuelvan a subir, la participación del gobierno en las ganancias también se elevará, ya que los contratos incluirán estipulaciones que ajustarán automáticamente los términos económicos según el precio del crudo.

Zepeda indicó que el gobierno está abierto a realizar cualquier cambio a los contratos, de ser necesario, para hacer a México más competitivo, o si lo piden los participantes.

México planea ofrecer 169 bloques de exploración y producción con recursos estimados de alrededor de 20,000 millones de barriles de equivalente de petróleo en varias licitaciones a lo largo del año. Se necesitará una inversión de US$8,500 millones anuales durante los próximos cuatro años para desarrollar los bloques, según estimados del gobierno.

Las primeras licitaciones incluyen 14 bloques en aguas poco profundas del Golfo de México y se prevé que se otorguen el 15 de julio. Los ganadores de los bloques en aguas profundas, muy esperados por las grandes petroleras internacionales, serán anunciados en noviembre, dijo Zepeda.

Altos funcionarios de la CNH han mantenido reuniones con decenas de empresas petroleras interesadas, nacionales y extranjeras, entre ellas gigantes como Royal Dutch Shell PLC y Exxon Mobil Corp.

Zepeda dijo que espera que los precios del crudo se recuperen "gradual y moderadamente" en los próximos años, a cerca de US$68 en 2018. El crudo de exportación de México se transaba a unos US$45 el miércoles, frente a un precio promedio de US$95,56 en julio del año pasado.



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