Los expertos aíslan pruebas de ADN de 78 víctimas del avión siniestrado

GABRIELA CAÑAS / LUIS DONCEL, El País

La investigación de lo ocurrido el martes, cuando un Airbus A320 de Germanwings se estrelló en Los Alpes con 150 personas a bordo, sigue en Francia a ritmo acelerado. También los trabajos para identificar a las víctimas. Ya se han aislado 78 ADN diferentes, según informó este domingo el fiscal jefe de Marsella Brice Robin. Cada tarde, las muestras son enviadas a París donde se centralizará la identificación de los 150 fallecidos. Solo se podrá lograr con certeza cuando se comparen los ADN recogidos con los de sus familiares. A estos últimos ya se le han tomado las muestras en Alemania, Francia y España.

Las dificultades que impone el escarpado terreno del macizo de Les Trois-Évêchés, en los Alpes del sur, solo permite llegar a pie a la zona de la catástrofe (lo que implica cuatro horas de marcha) o con helicóptero. Unas 40 personas parten cada día desde el pueblo de Seyne-les-Alpes, centro de operaciones dotado con helipuerto, para rastrear la superficie de dos hectáreas en la que quedaron dispersados los restos del avión. Robin ha informado también de que es probable que este lunes por la tarde se haya logrado abrir ese camino para vehículos todoterreno, lo que facilitará evacuar las piezas más grandes de la aeronave.

Las autoridades francesas han fijado dos prioridades: encontrar la segunda caja negra y rescatar todos los restos humanos para su posterior identificación. Según Patrick Touron, director adjunto del Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería Nacional, los efectos personales, las dentaduras e incluso las huellas dactilares son suficientes para identificar los cadáveres en el 90% de las ocasiones. En este caso, dada la violencia del impacto del avión contra el macizo francés, solo el ADN podrá determinar con exactitud la identidad de cada víctima. Fuentes de la fiscalía de Marsella aseguraron este domingo a EL PAÍS que, por el momento, no se ha identificado a ninguna; tampoco al copiloto Andreas Lubitz, el hombre que supuestamente estrelló la aeronave voluntariamente. Desmentían así en la fiscalía algunas informaciones que circularon este domingo sobre la identificación de Lubitz. Una fuente española que participa en las tareas de investigación en suelo francés explica a este periódico que el protocolo habitual en estos casos es esperar a tener el ADN de todas las víctimas antes de empezar a cotejarlo con el de los familiares.

Los restos de Lubitz podrían ayudar a reconstruir con mayor fiabilidad lo ocurrido el pasado 24 de marzo si la cantidad de tejido encontrado es importante. Así lo explica Wolfgang Huckenbeck, del Instituto de Medicina Forense de Hospital Universitario de Düsseldorf. Solo así se podrían detectar medicamentos psiquiátricos en el cuerpo del copiloto. Los restos hallados hasta ahora, muy troceados, no permiten albergar grandes esperanzas en la búsqueda de pistas definitivas que expliquen la condición médica Lubitz.

El hallazgo en su piso de Düsseldorf de cajas sin abrir de psicofármacos hace sospechar a las autoridades alemanas que Lubitz podría haber interrumpido la medicación que necesitaba. El hombre de 27 años que supuestamente estrelló el avión estaba también medicado para superar sus problemas de insomnio.

Mientras llega la información de la Fiscalía de Marsella, cada vez se conocen más datos sobre las diferentes dolencias de Lubitz. El sábado salieron a la luz sus problemas de vista, pero este domingo la edición dominical del Bild especificó que estaba siendo tratado por un posible desprendimiento de retina, que es "una enfermedad grave que si no se se trata con láser o con una cirugía importante, amenaza gravemente la visión", explica Manuel Sánchez-Salorio, catedrático de Oftalmología de la Universidad de Santiago de Compostela.

De confirmarse esta dolencia, Lubitz añadiría a sus problemas psiquiátricos ya conocidos —episodios severos de depresión que se daban en una persona muy obsesiva y quizás con un trastorno de la personalidad de tipo narcisista— otro impedimento más para revalidar entre junio y julio próximos su licencia médica para seguir volando.

En Seyne-les-Alpes se ha instalado un laboratorio médico-legal al que van a parar todos los restos humanos encontrados. Otra cincuentena de personas (médicos, dentistas y policías especializados) trabaja en dicho laboratorio móvil. De ahí parten cada tarde hacia París los restos para su posterior identificación. "Queremos devolver los cuerpos a sus allegados lo antes posible", ha declarado Touron a AFP.

Ayer por la tarde, los equipos de rescate seguían buscando la segunda caja negra, que es la que registra los datos de vuelo (Flight Data Recorder). Cruzar esa información del Airbus A320 de Germanwings con las conversaciones grabadas en la cabina en la primera caja negra, ya hallada, permitirá conocer las circunstancias del siniestro con mayor precisión. La carcasa de esta segunda caja negra se encontró el miércoles pasado, al día siguiente de la catástrofe, según informó el propio presidente de la República François Hollande.

"Si esta segunda caja negra no está completamente destruida, se encontrará seguramente bajo escombros, bajo los restos del avión", ha declarado el capitán de los equipos de alta montaña Yves Naffrechoux a AFP. "Hay que trabajar con prudencia, cuidado y minuciosidad. No se puede recoger una pieza del avión si hay un cuerpo porque en tal caso estamos obligados a tomar todas las precauciones para envolver los restos mortales y acondicionarlos de la mejor manera posible. Eso, por fuerza, lleva tiempo", aclara el investigador.

A la zona siguen llegando familiares de las víctimas, aunque ya a cuenta gotas. Este domingo, según el alcalde de Seyne-les-Alpes, Francis Hermitte, apenas había una quincena de familiares. La mayoría han hecho un viaje rápido para rendir homenaje a sus seres queridos cerca del lugar, en la aldea de Le Vernet, donde se ha erigido un pequeño monumento. "La solidaridad y la disponibilidad de alojamiento ha sido netamente superior a las necesidades", comenta Hermitte a El País.

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