Trascendental

Importancia del pensamiento cristiano en el Derecho

2015-06-21

Es tradicional dividir el pensamiento jurídico cristiano en dos etapas. La primera...

Por: Dr. Carlos Leite

Se inaugura con el cristianismo una nueva época para la vida humana, y por ende, para la moral y el derecho

Se podrían, y se ha hecho, escribir ríos de tinta sobre este tema. Mi intención es ser lo más pragmático posible, en lo que podríamos llamar "Introducción al pensamiento cristiano jurídico" (y hasta diría "introducción a la introducción").

Se inaugura con el cristianismo una nueva época para la vida humana, y por ende, para la moral y el derecho, que nace en el mismo instante de la Redención. La resurrección de Jesús, dividió a la historia humana, y la cruz se elevó sobre la faz de la tierra como un verdadero podio de amor.

Amén de este momento, el inicio del pensamiento jurídico de la Iglesia se enaltece en el Medioevo,  más precisamente gracias al pensamiento de San Agustín, de su doctrina surge la filosofía de la Iglesia cristiana, que a través de su pensamiento, se nutre de la herencia de la filosofía griega. En materia de Orden Jurídico, el cristianismo, al revés de religiones anteriores que equiparaban la moral religiosa a la moral del Estado, el cristianismo sitúa a Dios por encima de los reyes, y se dirige sin su mediación directamente al alma humana. El cristianismo va mas allá y del hombre como naturaleza humana, la Creación atiende al aspecto de la conciencia del hombre.

Surge a través del cristianismo, una idea nueva y original expuesta vigorosamente que incide en las concepciones naturalistas del pensamiento antiguo. Es, en efecto, la doctrina de la Creación origen y existencia del mundo y del hombre por obra de Dios, pero no de un dios al estilo platónico mero principio activo, o mediador entre lo infinito y lo finito, o un dios consejero al modo de Apolo del templo de Delfos; este Dios del cristianismo es legislador eterno y creador del universo, ha creado de la nada y ha legislado estableciendo la definitiva separación de lo justo y lo injusto.

Es tradicional dividir el pensamiento jurídico cristiano en dos etapas. La primera comúnmente llamada "patrística" que representa el movimiento especulativo de los Padres de la Iglesia, desde los comienzos de nuestra era hasta Carlomagno, comprende los ocho primeros siglos de nuestra era. A este periodo, a su vez, se los divide en dos épocas, separadas por el Concilio de Nicea. Y la segunda etapa, propiamente medieval, es llamada la Escolástica, en la que se destacan las obras de Santo Tomás de Aquino.

Consideramos que las razones que han determinado esta clase de división, son validas desde el punto de vista estrictamente teológico y aun desde una óptica generalizada de la filosofía, pero desde nuestro interés jurídico, nos cautiva mas destacar los valiosísimos aportes del pensamiento de figuras estelares de la doctrina como son San Pablo, San Agustín y Santo Tomás.



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