El nuevo iPad Pro de 9.7 pulgadas tiene aspiraciones de laptop

Por Joanna Stern, The Wall Street Journal

He aquí una tarea: escriba la respuesta a la siguiente pregunta: “¿Qué necesito que haga mi computadora personal?” Tómese su tiempo. Dependiendo de la respuesta, comprará una portátil o un iPad.

Apple hizo una osada declaración recientemente durante el lanzamiento de su nuevo iPad Pro de 9,7 pulgadas. Los 600 millones de usuarios de computadoras personales con Windows que tienen más de cinco años encontrarán que el iPad es un “reemplazo definitivo de una PC”, dijo Phil Schiller, vicepresidente sénior de marketing global de Apple.

Sí, claro, y mañana me dirán que puedo llegar al trabajo en triciclo. Sin embargo, el precio es atractivo: US$600 por la tableta, más US$150 por la cubierta con teclado. Eso equivale a la “laptop” más asequible en la historia de Apple.

Es muy distinto al iPad Pro jumbo de US$900 que la empresa lanzó en noviembre. El iPad más pequeño compite directamente en precio con las portátiles Windows de rango medio. Como he dicho en otras ocasiones, US$600 es lo mínimo que debe gastar para evitar comprar un cacharro que apenas funcione.

Así que acepté el reto de Apple. Enfrenté el iPad Pro contra una portátil Dell Inspiron de 11,6 pulgadas de US$600 e incluso contra la Toshiba Chromebook 13 de US$430. Descubrí que el dispositivo de Apple es capaz de realizar muchas tareas comunes en una PC, aunque hay sacrificios importantes en uso y comodidad.

Una portátil de verdad sigue siendo el mejor reemplazo para una PC, pero usted podría descubrir que las fortalezas del iPad Pro superan sus debilidades. Todo depende de la respuesta que dio a la pregunta inicial de esta columna.

¿Cuándo es suficiente un iPad Pro?

Lo obvio: el nuevo iPad es mejor que el viejo iPad. Lo menos obvio: cuando hablamos de lo básico, como tomar notas, navegar en Internet, escuchar música y hacer videollamadas, el iPad Pro es mejor que la mayoría de las laptops. En serio, una computadora del tamaño de una bandeja de horno tostador es dos veces más rápida que laptops el doble de grandes.

Con un procesador A9X de Apple y 2GB de RAM, el iPad Pro fue más rápido navegando la Web y moviéndose a través de múltiples pestañas de navegación que la Dell, que usa Windows 10 con un procesador Core i3. (Incluso una Dell de US$700 con un procesador Core i5 se rezagó un minuto frente al iPad al exportar video de 1080 pixeles). El producto de Microsoft comparable, la tableta Surface 3 de US$500, fue tan lenta y la duración de la batería tan corta que quedó fuera de la competencia inmediatamente. Por otro lado, la Chromebook de Toshiba fue igual de veloz que el iPad Pro a la hora de saltar entre múltiples sitios web.

Aunque la nueva pantalla de 9,7 pulgadas del iPad Pro puede parecer pequeña en comparación a la de las laptops más grandes, es más nítida. La nueva pantalla True Tone, que reduce el tono azul bajo cierta luz para parecerse más al papel blanco, es agradable cuando se lee un libro o se mueve a través de su bandeja de entrada.

El iPad, que pesa menos de medio kilo, produjo un sonido más alto y rico en sus parlantes que cualquiera de las laptops de 1,3 kilos que probé y la cámara frontal del iPad capturó una imagen más nítida en las videollamadas que la de la portátil Dell.

Todo eso y además usted jamás tendrá que reiniciarla y su batería tendrá una mayor duración. Pude trabajar en el iPad por cerca de 7 horas antes de que se agotara. En nuestras pruebas de pila en las que circula a través de una serie de sitios web con el brillo en cerca de 65%, el iPad duró 8,5 horas, una hora más que la laptop de Dell y la Toshiba Chromebook (aunque dos horas menos que mi confiable MacBook Air). Sin embargo, si el iPad Pro desea ser más laptop que tableta, necesita trasladar su puerto de recarga. Intente trabajar con un cable saliendo de un lado de la pantalla y verá de qué hablo.

Por supuesto, primero y antes que nada se trata de una gran tableta. Puede usar la cámara posterior de 12 megapixeles para grabar videos en 4K de su perro, pero también puede aprovecharla para labores verdaderamente “profesionales” que nunca habría imaginado. Tomé una foto de un formulario de reclamo de seguros con una aplicación de US$4 llamada Scanner Pro, llené los campos con una aplicación de US$10 llamada PDF Expert, firmé mi nombre con el stylus Pencil de US$100 de Apple y luego imprimí inalámbricamente el formulario. Imprimir de manera inalámbrica no es un problema para los iPads, aunque lo sigue siendo para las Chromebooks.

Para nosotros que carecemos de vocación artística, el Pencil transforma el iPad en una libreta de notas. A diferencia del Pro más grande, la pantalla de 9,7 pulgadas se siente cómoda sobre su brazo cuando toma notas.

¿Cuándo necesita una laptop real?

Pese a todo lo bueno que ofrece el iPad Pro, sufre de un gran problema: es más rápido de lo que realmente puede trabajar. Es decir, aunque tiene potencia, carece de las herramientas para permitir que usted haga más de manera expedita y cómoda. Herramientas que damos por sentado en las laptops.

Teclear en el claustrofóbico Smart Keyboard, que está ajustado a la pantalla de 9,7 pulgadas es como sentarse en la silla de en medio en un avión, con los codos juntos. (El espacio que ofrece el iPad de 12,9 pulgadas hace que el teclado sea mucho más cómodo). No sólo las teclas están apretujadas, sino que no están iluminadas por debajo, una característica que es más necesidad que lujo si tiene que trabajar en lugares con poca iluminación. La pantalla sólo se ajusta a un ángulo y le deseo buena suerte si trata de usarlo apoyándolo en sus piernas sin que se caiga.

El iPad Pro tiene otras limitaciones de hardware. Mientras que el Dell de US$600 viene con 128GB de almacenamiento, el iPad arranca con míseros 32GB. Puede aumentarlo a 256GB por US$900. Y a diferencia de las laptops, que tienen tres puertos USB cada una, el iPad no tiene ni uno. (El nuevo adaptador USB de Apple, de US$40, que le permite conectar adaptadores Ethernet, micrófonos y dispositivos de USB, podría ser una forma de superar esto).

El problema que no se puede solucionar inmediatamente es iOS. Ahora puede poner aplicaciones lado a lado, pero hacer múltiples labores en forma simultánea es algo que todavía necesita trabajo. No se pueden poner dos ventanas de la misma aplicación lado a lado, por ejemplo, dos páginas de Safari, o dos documentos de Word, y muchas aplicaciones, como Google Docs, ni siquiera son compatibles con esta función. Pude trabajar mucho más rápidamente en mi Chromebook y en mi laptop de Windows gracias a que fácilmente puedo mover las aplicaciones y ventanas sin tener que tocar constantemente la pantalla. Hay muchos casos en los que un trackpad es mejor que un dedo.

La falta de un sistema de administración de archivos es otro enorme obstáculo. En una laptop tradicional, sabemos sin inconvenientes dónde están nuestras cosas, cómo grabarlas, encontrarlas, compartirlas y más. En iOS, cuando quiero enviar por email una presentación de PowerPoint, no puedo solamente adjuntarla desde la aplicación de correo. Tengo que ir a la aplicación de PowerPoint, buscar el documento y presionar el botón de compartir. Y ni hablemos de los archivos PDF.

Además, el mejor software carece de ciertas funciones en el iPad. Por ejemplo, la aplicación de contabilidad Quicken no le permite hacer cheques o pagar las cuentas. Google Docs no tiene la función favorita de mi editor: el contador de palabras.

El iOS y las aplicaciones del iPad son sencillamente demasiado cercanas a un sistema operativo de un teléfono como para que el nombre Pro se sienta adecuado. La conclusión es que Apple necesita hallar un punto intermedio entre los dispositivos móviles y los sistemas de escritorio.

¿Puede reemplazar su PC con el iPad Pro de 9,7 pulgadas? Claro que sí. ¿Es el “mejor reemplazo para su PC”? Claro que no. El iPad es un tipo diferente de computadora. Más simple, más versátil y más portátil que una laptop. Sin embargo, una portátil verdadera puede ayudarlo a hacer su trabajo tradicional de manera más rápida. Por ahora.

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