Turismo

Un funicular aproximará los barrios más tradicionales de Lisboa

2016-08-17

Cercanos geográficamente pero alejados por las fuertes pendientes y otros obstáculos,...

Tânia Esteves

Lisboa, 17 ago (EFE).- Cercanos geográficamente pero alejados por las fuertes pendientes y otros obstáculos, los barrios lisboetas de Graça y Mouraria, dos de los más tradicionales, van a quedar unidos por un funicular que les otorgará además un nuevo impulso turístico.

El proyecto, que está en construcción y cuya finalización está prevista para enero de 2018, unirá el "miradouro" Sophia de Mello Breyner, situado en Graça y con una vista privilegiada de la ciudad, con la Rua dos Lagares, en plena Mouraria.

El funicular pasará junto al Jardim da Cerca y va a estar pegado a la escalera de caracol de Graça, pero el diseño pretende mantener las vistas que ofrece el mirador, según explicaron a Efe desde la dirección institucional y de ciudadanía de la empresa que gestiona la movilidad de Lisboa, conocida como EMEL.

"El mirador tiene varias intervenciones, la salida del funicular es subterránea, tiene unas escaleras por dentro del suelo, como si fuese un metro, pero en versión más pequeña. Es una intervención armoniosa, funciona como si fuese un pozo", explicó Helena Carvalho, de EMEL.

Ambos barrios están separados por obstáculos de piso irregular, desniveles en el terreno y una gran escalera, lo que dificulta la circulación y el uso de la zona para residentes y visitantes, por lo que fue necesario repensar la accesibilidad entre la parte baja de la ciudad y las colinas del Castelo y Graça.

El funicular va a permitir además la integración de la Alta Mouraria en los circuitos de visita de la ciudad y rentabilizar las inversiones realizadas durante los últimos años, con la colina del Castelo como una de las principales referencias de la ciudad lisboeta por su valor histórico, cultural y urbano.

Los barrios de Graça y Mouraria son de los más antiguos de la capital portuguesa.

Tras la conquista de Lisboa, en 1147, los moros se instalaron en el barrio de Mouraria hasta que fueron expulsados junto a los judíos 350 años después.

Hoy ya no existen muchos vestigios de ese tiempo, pero curiosamente es el barrio más multicultural de Lisboa, aunque a pesar de la población extranjera es un barrio típicamente lisboeta, conocido como la cuna del fado.

El barrio de Graça, situado en la colina más alta de la capital lusa, fue construido encima de un olivar y acabó convirtiéndose en una región obrera tras la revolución industrial.

Graça vio aumentar su número de habitantes tras el terremoto de 1755, que arrasó toda la parte baja de Lisboa -reconstruida posteriormente y hoy conocida como Baixa Pombalina- y que causó cerca de 90,000 muertos.

En la actualidad, es uno de los puntos incluidos en todas las rutas turísticas de Lisboa debido a su mirador y a la cercanía con el barrio de Alfama, donde se encuentra el Castelo de São Jorge.

Estas dos zonas no son las únicas que van a sufrir intervenciones, existen otros dos trayectos en Lisboa en los que se están introduciendo medios mecánicos para mejorar la accesibilidad.

Hasta enero de 2017 se van a efectuar las obras que conectarán Martim Moniz con el Castelo, que estará cubierta parcialmente con una escalera mecánica y dividida en tres tramos.

El programa incluye también la instalación de un elevador, con capacidad para cerca de 13 personas, entre el Campo de las Cebollas y el Largo da Sé, donde está la catedral, que tiene previsto comenzar en septiembre y completarse un año después.

A pesar de las previsiones del fin de las obras, "en todas ellas todo depende de lo que se encuentre arqueológicamente, ya que estamos hablando de zonas históricas", afirmó Carvalho.

Estas intervenciones, previstas en el Plan de Accesibilidad de 2009, tienen el objetivo de "atenuar las barreras impuestas por la topografía del terreno y por las características del tejido urbano de esta área histórica y que constituyen factores de exclusión social y de aislamiento territorial", explicó el Ayuntamiento.

La ciudad de Lisboa, que está construida sobre siete colinas, ya cuenta con varios elevadores para facilitar las comunicaciones entre barrios, como los de Gloria, Bica, Lavra y Santa Justa. 



JMRS
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