Internacional - Política

Este es el legado que deja el presidente con mayor continuidad en la historia de Ecuador

2017-05-24

Este 24 de mayo finaliza el tercer mandato de Rafael Correa Delgado como presidente de Ecuador, y...

Elías Avilés / RT

Este 24 de mayo finaliza el tercer mandato de Rafael Correa Delgado como presidente de Ecuador, y bajo su administración el Estado ha dado prioridad a las necesidades del pueblo, devolviéndole ese sentimiento de orgullo que por décadas se encontraba por los suelos gracias a los anteriores gobiernos.

Correa es el mandatario que más tiempo ha dirigido de forma ininterrumpida las riendas del país, y ha finalizado sus 10 años de mandato con una gran popularidad entre los ecuatorianos. Aunque también habría que señalar que ha sido duramente criticado por algunos sectores, uno de ellos, los medios de comunicación. Sin embargo, el legado que deja para Ecuador es indiscutible y así lo han reconocido incluso opositores como el banquero Guillermo Lasso.

"No nos vencerán por la fuerza, sino por la ignorancia", dijo en su día el libertador Simón Bolívar y esta frase era frecuentemente citada por Correa, consciente de que el conocimiento es el único recurso que permitiría el desarrollo de esa nación latinoamericana. Por esta razón, el ahora expresidente desde su primer mandato impulsó la reforma educacional más grande en la historia de Ecuador con el fin de mejorar la calidad de la educación en todos sus niveles, además de ser gratuita.

Otro de los sectores en los que ha puesto mucho énfasis e inversión es el sanitario, porque para Correa la salud y la educación van de la mano: "Desde el vientre de la madre se define el futuro; si una madre desnutrida da a luz a un niño desnutrido, lo destina desde su nacimiento a que tenga problemas de crecimiento, capacidad intelectual y una mala calidad de vida", afirmaba el ya exmandatario durante las inauguraciones de hospitales o centros infantiles de desarrollo.

Lo anterior evoca al conocido discurso del expresidente de Chile, Salvador Allende, pronunciado en la Universidad de Guadalajara (México) el 2 de diciembre de 1972.

Asimismo, en los últimos diez años, o la década ganada como lo denomina Correa, el país ha aprendido lo que es la planificación y visión a futuro, como lo demuestran las grandes obras de infraestructura, carreteras, refinerías, centrales eléctricas, etc. En gobiernos anteriores, las escasas obras que se concretaban se hacían más que todo como para quitarse un peso de encima ante el clamor de la población.

A modo de ejemplo, Ecuador fue uno de los principales afectados por el fenómeno climático conocido como El Niño Costero que este año afectó a varios países de la región, dejando muerte y cuantiosos daños materiales. Sin embargo, esa nación logró evitar en gran parte las consecuencias que tuvo que afrontar la vecina Perú, y esto, como reveló la prensa peruana, se debió a que Quito había realizado grandes inversiones en sistemas de prevención de inundaciones, cuya función ha sido el control de inundaciones, sistema alternativo de riego, almacenaje de agua y funciones combinadas frente a desastres.

Antes de la llegada al poder de Rafael Correa, para los inquilinos del Palacio de Carondelet, que se cambiaban casi cada año, el bienestar de la población parecía quedar en el último plano, pero se procuraba pagar a tiempo una cuestionable deuda externa o pagar millones de dólares a empresas privadas para el mantenimiento de sus anticuados equipos que en algo aliviaban los recortes de suministro eléctrico en épocas de sequía, en lugar de invertir en obras que radicalicen el problema.

Para concretar todas sus reformas, Correa tuvo que optimizar los ingresos del país, renegociando la deuda externa, modificando el modelo de contratos petroleros en el que se pasó de la participación en la producción de crudo a la prestación de servicios, donde el Estado paga una tarifa a la petrolera por barril extraído. Además se incrementó la recaudación de impuestos, que a pesar de encontrar una fuerte oposición, a final de cuentas sirvieron para generar grandes transformaciones en beneficio del pueblo ecuatoriano.

Pero el mayor legado que deja el saliente presidente, es tal vez, que ha devuelto la autoestima a los ecuatorianos. Como lo dijo recientemente en una entrevista el expresidente de Colombia y exsecretario general de la Unasur, Ernesto Samper, "el ecuatoriano de hoy, es un ciudadano más convencido de su país".

Este 24 de mayo, cuando se conmemora el 195º aniversario de la Batalla de Pichincha que selló la Independencia de Ecuador de la Corona española, Lenín Moreno asume la presidencia para un período de cuatro años y habrá que esperar para ver si gobernará con el mismo carisma, decisión y sobre todo en beneficio de los ecuatorianos y del país.

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