Nacional - Población
Ajuste de cuentas por muertes en escuela privada Enrique Rébsamen
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 25 SET - La hora de ajustar cuentas sobre el colegio fatídico al sur de la capital, donde murieron 19 niños y 6 adultos, llegó y el mismo sismo que colapsó el inmueble podría derrumbar las ilusiones de dos precandidatos presidenciales y una aspirante a jefa de gobierno de la urbe.
Casi finalizada la emergencia y las operaciones de rescate tras el terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter del pasado día 19, aparecen varios involucrados en la operación de la escuela privada.
Pero el jefe de gobierno Miguel Mancera y el ministro de Educación, Aurelio Nuño, que se perfilan para competir en las internas de cara a las elecciones del año próximo, y la alcaldesa de Tlalpan, Claudia Sheimbaum, se culparon mutuamente.
Sheimbaum se deslindó en forma vehemente. Es apoyada por el precandidato presidencial de izquierda Andrés López Obrador, el puntero en las encuestas, para competir por la intendencia de la Ciudad de México bajo las siglas del izquierdista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
La delegada dijo que no tiene atribuciones para autorizar "el uso de suelo" en la municipalidad, porque es una facultad exclusiva de un organismo que depende de la jefatura de gobierno.
Nuño, que pertenece al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro), y es mencionado entre los posibles candidatos, señaló que el ministerio de Educación no puede hacer "peritajes estructurales".
Mancera, que podría ser postulado como aspirante independiente o ser arropado por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), culpó a Sheimbaum y dijo que la autoridad a su cargo no tiene responsabilidad. Desde ahora, algunos medios anticipan que el desplome de una parte de esta escuela privada para alumnos de clase media se debió a factores en los que no influyó sólo el movimiento tectónico.
Se estima que estuvo precedido por obras de ampliación irregulares, una clausura, y la construcción de dos viviendas de los propietarios sobre el inmueble.
Construido en los años 80, el Colegio Enrique Rébsamen inició como muchos negocios educativos, modesto y pequeño, pero a medida que cobró fama fue ampliándose en matrícula e instalaciones.
La plantilla de personal estaba integrada por 32 alumnos en preescolar, 185 en primaria y 130 en secundaria y laboraban 27 maestras y maestros, en 24 aulas.
La parte que se desplomó fue justamente la correspondiente a las viviendas de la dueña y directora del colegio, Mónica García, y su hermano Enrique, contaba con cuatro niveles y era conocida como "edificio administrativo".
Ahí funcionaban las direcciones de primaria y secundaria y dos patios techados, en la planta baja, un laboratorio, un salón de usos múltiples, una sala de cómputo y oficinas.
Según fuentes de la Marina, unas 37 personas quedaron atrapadas en el primer nivel y en la planta baja cuando sobrevino el terremoto.
Caprichos de la naturaleza: si el temblor, hubiera ocurrido media hora después de las 13.14, cuando sucedió, quizá nadie habría muerto.
Los pequeños quedaron atrapados en la escalera ubicada entre el "edificio administrativo" y la escuela, usada como "la ruta de emergencia" en caso de temblor o incendio.
En las redes sociales, algunos alumnos dijeron que salvaron la vida por no descender por esas escaleras, sino por las metálicas ubicadas al fondo de la escuela.
La dueña fue rescatada con vida seis horas después del temblor, pero en los siguientes días mantuvo un bajo perfil, y quien dio la cara fue su hija Mónica Villegas, que ayudó a identificar a las víctimas, y tampoco apareció cuando el presidente Enrique Peña visitó el colegio la misma noche del terremoto.
A la postre, la muerte de los niños en el colegio fue el episodio más trágico de la serie de dos sismos y una réplica del primero (de 8,2, 7,1 y 6,1 grados Richter respectivamente) ocurridos en apenas dos semanas y media, que arrojaron al menos 419 muertos.
regina
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