Nacional - Población

Millones de personas en emergencia psicológica 

2017-10-02

En el caso de las personas que sufrieron fuertes pérdidas, pronosticó que...


(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 1 OCT - Millones de personas en México sufren una "emergencia psicológica" derivada de los dos terremotos que estremecieron el mes pasado a una amplia zona de la región centro-sur del país y que arrojaron unas 460 personas muertas hasta ahora.
    
Los sismos del 7 de septiembre (8,2 grados en la escala de Richter), que sacudió sobre todo a los estados de Oaxaca y Chiapas, sureste del país, y del 19 del mismo mes (de 7,1 grados) que se ensañó en particular en la capital, mantienen a muchos de sus habitantes "al borde de un ataque de nervios".
    
Más de 35% de la población expuesta podría desarrollar estrés postraumático que, en algunos casos, podría a su vez provocar hasta el suicidio, señaló la directora general del Instituto Nacional de Psiquiatría, María Elena Medina.
    
Sólo en la Ciudad de México se han otorgado 5.680 atenciones psicológicas a consecuencia de estos fenómenos naturales, según el ministerio de Salud.
    
Las personas más vulnerables son quienes "suman varias pérdidas" de seres queridos, o de su espacio de vida, o "eventos traumáticos que pueden impedir que con sus propios recursos superen este proceso", alertó Medina.
    
Deni Álvarez, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría, expuso que en particular la población infantil necesita más atención.
    
Desde las primeras 72 horas, luego de los sismos, comienzan a manifestarse signos de crisis emocionales, como "tristeza" e "irritabilidad ". Luego llega el estrés postraumático, en un periodo de entre dos y tres meses, dijo.
    
La atención psicológica del ministerio de salud se brinda en la Ciudad de México y en los estados de México, Puebla, Morelos, Tlaxcala, Oaxaca y Chiapas.


    


Oscar Galicia, coordinador de la Licenciatura en Psicología en la Universidad Iberoamericana, un reconocido ateneo privado, estima que, de no atenderse, esta situación "puede ocasionar trastornos de ansiedad, fobias, así como ansiedad generalizada", El investigador en neurociencias indicó que estos trastornos pueden sufrirlos "tanto las personas que han tenido pérdidas tras el sismo, los rescatistas y brigadistas, así como aquellos que se sienten abrumados tras el temblor". El experto recomendó a quienes se siente afectados acudir al diván para "expresar todo lo que se están sintiendo y percibiendo", pues de otra forma los pensamientos "quedan de una forma desordenada". "Para quienes perdieron su patrimonio y seres queridos es difícil de procesar la situación que están viviendo. Están pasando por un periodo de pérdida agudo, en donde el dolor es lo que predomina en sus respuestas, no hay lógica, explicación o nada que valga que les quite ese dolor", señaló Galicia.
    
En el caso de las personas que sufrieron fuertes pérdidas, pronosticó que "pasarán por las etapas de duelo (dolor, negación, enojo y resolución), las cuales se manifestarán de diferentes formas según la personalidad y sus recursos psicológicos". Contra la enseñanza de los abuelos en el sentido de que todos los problemas "se curan con el tiempo", los sicólogos creen que si no se atienden, "las cosas empeorarán".
    
Los propios rescatistas y brigadistas estuvieron igual de expuestos o quizá más a estos problemas de estrés, que los coloca en un estado de ánimo y psicológico extremo.
    
"Muchos de ellos han excedido sus límites físicos, se han obligado a trabajar por largas jornadas, sin dormir ni comer, resistiendo el dolor", afirma.
    
"El cuerpo entra en un estado que se conoce como 'respuesta de huida o de lucha'. Están sumidos en un estado de 'estoy luchando por la vida'. El estado físico cambia, se libera una gran cantidad de hormonas, entre ellas la adrenalina, el cortisol y la testosterona, que incrementan la fuerza física y muscular", señala. Esto hace que se reduzca "el efecto inflamatorio de los golpes, disminuye la percepción del dolor. Incrementa la alerta y la vigilancia, así como la frecuencia cardiaca y la frecuencia arterial", indica.


   
Pero todo esto tiene un límite y llega un momento en el que "el sujeto sale de esta circunstancia y se da cuenta de que está agotado. En su momento no sintió todo el esfuerzo", dijo.



yoselin

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