Internacional - Política

Ante la fecha límite de Madrid, el líder catalán no aclara si declaró la independencia 

2017-10-16

"No es muy difícil decir sí o no", dijo Sáenz de Santamaría,...

Raphael Minder, The New York Times

MADRID — El gobierno español lanzó este lunes un nuevo ultimátum al líder catalán Carles Puigdemont para que esclarezca si mantiene o no sus planes para independizarse de España, después de que ya venció un plazo para que explicara sus intenciones.

Después de su discurso del pasado 10 de octubre que dejó perplejos a muchos, Puigdemont envió el lunes una carta al presidente Mariano Rajoy para pedirle que se negocie una solución, pero mantuvo su ambigüedad sobre si la independencia había sido declarada o no.

“El gobierno lamenta que el presidente de la Generalitat haya decidido no contestar al requerimento”, dijo la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en una conferencia de prensa después de que Madrid recibiera la carta de Puigdemont. Añadió que espera que “responda con la claridad que todos los ciudadanos exigen y el Estado de derecho requiere” a más tardar el jueves.

“No es muy difícil decir sí o no”, dijo Sáenz de Santamaría, y “prolongar esta situación de incertidumbre solo favorece” a quienes quieren “imponer un proyecto radical y empobrecedor para Cataluña”.

La vicepresidenta española no aclaró cómo Madrid implementará las medidas de emergencia que tiene disponibles si Puigdemont no aclara los temas para el jueves.

La semana pasada, Rajoy ya dio los primeros pasos para invocar el artículo 155 de la Constitución, una herramienta nunca antes utilizada que le permitiría asumir el control de la región.

En su carta del lunes, Puigdemont solicitó una reunión con Rajoy para “explorar los primeros acuerdos” cuanto antes y sugirió que el conflicto podría resolverse con ayuda de una mediación internacional dentro de dos meses.

También pidió que Rajoy “revierta la represión contra el pueblo y el gobierno de Cataluña”, en referencia a las solicitud de prisión sin fianza contra el líder de la policía autonómica y dos líderes de los movimientos ciudadanos que apoyan la independencia por cargos de sedición.

El jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, fue interrogado de nuevo el lunes sobre por qué sus oficiales no actuaron para detener una manifestación en septiembre ni para cerrar las casillas durante el referéndum del 1 de octubre, que había sido declarado ilegal por las cortes y el gobierno español. Durante la jornada hubo enfrentamientos entre los catalanes que pretendían votar y la Policía Nacional y la Guardia Civil.

En su carta, Puigdemont escribió que la prioridad para su gobierno “es buscar con toda intensidad la vía del diálogo”, pero no lidió con la pregunta central: si declaró o no la independencia en su discurso ante el parlamento el martes pasado.

Ese discurso, pronunciado después del referéndum, pretendía ser “premeditadamente confuso”, según Rajoy, en parte porque Puigdemont se enfrenta al descontento de partes de su coalición gobernante, formada con base en el impulso independentista.

Los independentistas de línea dura quieren un rompimiento abrupto y unilateral con el gobierno central, mientras que a los más moderadores les preocupan cada vez más las consecuencias de que Cataluña tome esa decisión, particularmente después de que varias empresas anunciaron planes para cambiar sus sedes sociales a otras regiones.

Rajoy dijo la semana pasada que si Puigdemont no aclaraba la situación, utilizará sus poderes de emergencia para tomar el control administrativo regional.

El artículo 155 le daría la autoridad a Madrid de suspender a parlamentarios catalanes y asumir control de la administración autonómica, aunque Rajoy no ha sido enfático sobre si adoptaría tal intervención. En caso contrario de que no haya claridad ni se rectifique la declaración, si es que esta se dio “será usted el único responsable de la aplicación de la Constitución”, advirtió Rajoy a Puigdemont.

Sáenz de Santamaría, por su parte, descartó la idea de una mediación internacional para un conflicto que el gobierno central considera que es un tema completamente soberano.

La vicepresidenta dijo que el gobierno de Rajoy estaría dispuesto a entablar un diálogo pero solo dentro del congreso español y solo después de que Puigdemont reconozca que el referéndum y la declaración independentista representan violaciones a la Constitución. “El diálogo no se exige, se practica”, añadió.



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