Internacional - Política

Timochenko': la osada apuesta presidencial de FARC en Colombia

2017-11-02

Un año después de haber firmado la paz, la FARC buscará llegar al poder en...

Rodrigo ALMONACID, Hector VelascO | AFP


Un año después de haber firmado la paz, la FARC buscará llegar al poder en Colombia con candidato presidencial propio: Timochenko, el jefe de la que fuera la guerrilla más poderosa del continente.

Surgido del acuerdo de paz que puso fin a un conflicto armado de más de medio siglo, el partido de izquierda FARC hizo una osada apuesta: disputar las presidenciales de mayo de 2018 sin que el Congreso haya despejado el camino para la la participación política de los exguerrilleros.

"Por campesinos sin tierra, jóvenes sin oportunidades, mujeres sin participación, es que lanzamos nuestra candidatura", escribió en Twitter Rodrigo Londoño (Timochenko), presidente de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).

Timochenko luchará por la presidencia de un país históricamente gobernado por la derecha, mientras los exdelegados de paz Iván Márquez, Pablo Catatumbo, Carlos Lozada, Jesús Santrich, Victoria Sandino, entre otros, encabezarán las listas para Senado y Cámara de Representantes en los comicios de marzo.

El pacto de paz garantiza a la FARC al menos diez curules en el Legislativo, de 268 miembros, aunque debe presentarse a elecciones.

"Entramos de lleno en la contienda política de 2018", afirmó Márquez, exjefe negociador de paz, en Bogotá.

De 58 años, Londoño fue el último comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) antes de que esa guerrilla depusiera los fusiles y se convirtiera en partido este año, tras suscribir el histórico pacto con el presidente Juan Manuel Santos en noviembre de 2016.

- Problemas de salud -

Timochenko, que había descartado presentarse como candidato presidencial, sufrió en julio un accidente cerebral transitorio que le afectó el habla y lo obligó a viajar a Cuba, sede del proceso de paz y donde se recupera.

Este miércoles no estuvo presente en el acto en que fue lanzada su candidatura "por motivos de salud", dijo a AFP el dirigente rebelde Marco Calarcá, aunque cuenta con el aval médico para participar en la contienda.

Su compañera de fórmula para la vicepresidencia será Imelda Daza, una militante de la Unión Patriótica, un partido de izquierda surgido de un diálogo de paz en los '80 y exterminado por fuerzas de ultraderecha en alianza con agentes estatales.

Con Timochenko los simpatizantes de la FARC saben que "no van a ganar, pero saben que pueden fortalecer el movimiento político", declaró Víctor de Currea Lugo, experto en el conflicto colombiano.

Para el analista y profesor de la Universidad del Externado Carlos Arias, la candidatura de Londoño es "una estrategia de posicionamiento" para "medirse electoralmente". "La FARC van a saber qué tipo de representatividad tienen", agregó.

Los rebeldes no cerraron las puertas a alianzas electorales con otras colectividades que apoyen la implementación del pacto de paz.

- Panorama incierto -

Con una imagen negativa en las encuestas, la FARC destapó sus cartas electorales sin que todavía sea aprobada la ley que sustenta el sistema especial de justicia al que deberán someterse los exguerrilleros implicados en delitos graves, incluidos Londoño y Márquez.

El acuerdo establece que los responsables de esas acciones, incluidos militares, podrán recibir penas alternativas a la cárcel si confiesan sus crímenes, reparan a las víctimas y se comprometen a nunca más ejercer la violencia.

Sin embargo, el Congreso, con una debilitada mayoría oficialista, no ha aclarado si los excombatientes podrán ejercer cargos sin ser juzgados por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) o si quedarían inhabilitados en caso de ser hallados culpables tras su elección.

El comisionado de paz, Rodrigo Rivera, anticipó que si los elegidos son sancionados por la JEP no podrían ejercer los mandatos y "tendrían que ser reemplazados por quien los suceda en las listas".

Pero para la FARC el pacto de paz no prevé trabas para su ejercicio político.

"Exigimos" al Congreso "ceñirse estrictamente a lo determinado por la Corte Constitucional y no variar más, ni en una coma, el acuerdo", sostuvo Márquez.

Mientras tanto, la organización de izquierda enarboló las banderas contra la corrupción, la "erradicación definitiva del hambre y la pobreza" y una "reorientación del modelo económico" de libre mercado en Colombia, aunque evitó alinearse con el proyecto chavista o cubano.

Los colombianos renovarán Congreso y elegirán presidente para cuatro años en una contienda que se anticipa muy polarizada entre los defensores del acuerdo con la guerrilla y quienes se oponen a las supuestas concesiones a la FARC.

"Vamos a enfrentar la candidatura presidencial espuria del delincuente, las candidaturas al Congreso de delincuentes de lesa humanidad no juzgados, no investigados", dijo el senador y expresidente Álvaro Uribe, jefe de la oposición.

Santos, quien también busca la paz con el grupo guevarista ELN para sellar un conflicto que deja más de siete millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados, está inhabilitado por ley para presentarse a un nuevo mandato.


 



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