Internacional - Política

Hariri acepta la oferta de Macron de viajar a París para solucionar la crisis

2017-11-16

Hariri residió a caballo entre París y Riad entre 2005 y 2015, después del...


Riad/Beirut, 16 nov (EFE).- El dimitido primer ministro libanés, Saad Hariri, aceptó hoy la invitación de Francia para irse a París y acabar con su permanencia en Arabia Saudí, factor que había avinagrado la crisis política desatada en Beirut por su renuncia.

El próximo viaje de Hariri a París, para el que todavía no hay fecha, fue anunciado durante una visita a Riad del ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, quien llegó anoche a la capital saudí para tratar de mediar en la crisis.

En una rueda de prensa, el ministro francés aseguró que Hariri ha aceptado la invitación cursada ayer por el presidente Emmanuel Macron para viajar a la capital gala junto a su familia y prometió que el líder libanés será recibido en calidad de "amigo".

Hariri residió a caballo entre París y Riad entre 2005 y 2015, después del asesinato de su padre, el primer ministro Rafic Hariri, en un atentado el 14 de febrero de 2005, por el que están siendo juzgados cinco miembros del grupo chií Hizbulá, que hasta hace dos semanas era socio de Gobierno del primer ministro dimisionario.

Hariri permanece en Riad desde que anunció su dimisión en esa ciudad el pasado día 4, sin aclarar los motivos de su estancia en la capital saudí, que ha sido considerada como una situación "inaceptable" por el presidente libanés, Michel Aoun.

En los últimos días Hariri ha prometido varias veces que regresará a Beirut y ha asegurado que no se encuentra detenido, como han denunciado el propio Aoun y otros políticos del país.

El Gobierno saudí garantizó hoy que Hariri "puede irse cuando quiera" de Riad, según afirmó el titular de Exteriores, Adel al Yubeir, en la rueda de prensa al lado de Le Drian.

Al Yubeir rechazó con firmeza las acusaciones vertidas por Aoun, aseguró que no hay "fundamento" para afirmar que el primer ministro libanés esté retenido y recalcar que Hariri, que también tiene la nacionalidad saudí, ha permanecido en Riad por su propia voluntad.

El anuncio del viaje de Hariri a París fue bien acogido en Beirut, donde el presidente Aoun dijo que su salida de Arabia Saudí puede suponer el final de la crisis.

"Esperemos que la crisis haya terminado y haya abierto la puerta de la solución con la aceptación del presidente Saad Hariri de la invitación de visitar Francia", dijo Aoun durante una reunión con periodistas.

No obstante, el mandatario, que aún no ha aceptado la renuncia del primer ministro, aseguró que va a esperar a su regreso de París antes de decidir cuáles serán los próximos pasos que va a dar para solucionar la crisis de Gobierno.

Fuentes de la presidencia libanesa consultadas por Efe dijeron que la invitación de Macron "ha cambiado la situación" y ha permitido que "la vertiente personal" de la crisis en torno a Hariri esté "en vías de solución".

No obstante, a la vertiente política de la crisis, según la visión de Aoun, solo se le podrá dar curso a partir del regreso de Hariri al Líbano, para rendir cuentas sobre los motivos de su repentina decisión de dimitir desde el extranjero.

Al anunciar su dimisión, el primer ministro argumentó una amenaza a su vida, y también criticó a Irán por sus injerencias en la política libanesa y de la región árabe.

Hariri encabezaba desde diciembre de 2016 un gobierno de unidad con el que se puso fin a dos años de vacío en la Presidencia y que aunaba a prácticamente todo el arco parlamentario, desde las fuerzas aliadas a Siria e Irán, con Hizbulá a la cabeza, y los sectores proclives a Arabia Saudí.

La dimisión de Hariri ha causado conmoción en la política regional, y ha tensado las relaciones entre Riad y Teherán.

El ministro saudí de Exteriores calificó hoy a Hizbulá como un grupo "terrorista", y le acusó de ser "la principal razón de la crisis en el Líbano" y un instrumento de Irán para "imponer su dominio" en el país.

Al Yubeir advirtió de que, si el Líbano no logra poner límites a Hizbulá, única milicia que mantiene las armas después de la guerra civil, "va a poner al Líbano en peligro".



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