Mujeres

Crece la figura de Melania  Trump

2018-05-07

La popularidad de Melania crece cada vez más entre los estadounidenses, con un 57% que...


(ANSA) - NUEVA YORK, 7 MAY - Melania Trump parece lista para levantar vuelo propio y sacarse de encima la imagen de primera dama distante y siempre un paso atrás del presidente, mientras las encuestas la ubican, sin discusiones, como la figura más popular dentro de la caótica Casa Blanca de Donald Trump.
    
La popularidad de Melania crece cada vez más entre los estadounidenses, con un 57% que expresó un juicio positivo hacia ella, según un sondeo de la cadena CNN.
    
Un crecimiento acelerado de su aceptación respecto del 47% registrado en una consulta similar de enero pasado.
    
La medición contrasta con la de su marido, el mandatario, que en las encuestas prosigue como uno de los presidentes menos populares de la historia de Estados Unidos.
    
A Melania la prefieren sobre todo las mujeres y también muchísimos votantes demócratas.
    
Parece ir dejando atrás el sobrenombre de "la esfinge eslovena", que algunos medios de prensa le habían impuesto, adjudicándole permanecer impasible, incluso frente a las humillaciones de enfrentar las historias, verdaderas o presuntas, de infidelidades seriales de un marido incapaz de contenerse.
    
Hoy Melania lanzó su primera campaña como primera dama en el Rose Garden de la Casa Blanca, con su marido en primera fila, escuchando atentamente su compromiso y apoyo a los niños contra el ciberacoso y contra la plaga de los opioides que en Estados Unidos afecta a muchos jóvenes.
    
Luego Trump se acercó al palco para felicitarla y el abrazo y los besos en las mejillas les parecieron algo tirantes y formales a algunos observadores, como hechos para las cámaras, aunque finalmente se marcharon tomados de las manos.
    
Casi como para desmentir, al menos en las apariencias, la reconstrucción hecha por Washington Post que habló de una vida privada como separados de hecho de la pareja presidencial más famosa del planeta. La aparición pública de Melania se subió a la ola del gran éxito que tuvo en la reciente recepción de estado del presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte, en Washington, así como de su afable presencia, en representación del mandatario, junto a los expresidentes y exprimeras damas, incluida Hillary Clinton, en el funeral de Barbara Bush, el 21 de abril último.
    
Dos ocasiones en las que reveló al mundo que la "esfinge" es capaz también de sonreír, más allá de las imágenes que por meses la inmortalizaron triste y enojada junto a un incómodo Trump. Por lo demás la versión de que entre ambos cónyuges las relaciones son frías no es una novedad y la presunta confirmación arribó en un largo artículo de Washington Post que habló de una pareja presidencial de "separados en casa", durmiendo en lechos y habitaciones distintas y evitando mantener contactos en el tiempo libre y en las horas de almuerzo y cena.
    
Esta rutina no solamente en la Casa Blanca sino también bajo el sol de Florida, en la lujosa residencia de Mar-a-Lago, en la que Melania no se muestra prácticamente jamás al lado de su marido, dedicándose solamente al hijo de ambos, Barron, de 12 años de edad. Ironía de la suerte, la primera dama habría construido un verdadero "muro" entre el Ala Este de la Casa Blanca, donde está su oficina, y el Ala Oeste, donde está el Estudio Oval y el estudio de Ivanka Trump, la hija predilecta del mandatario, ahora caída en desgracia, pero que por meses cultivó la idea de "soplarle" a Melania el rol de primera dama.
    
Esto no ocurrió porque tras seis meses pasados en Nueva York la verdadera primera dama se asentó en Washington y, pese al bajo perfil mantenido hasta el momento, reivindicó su rol, que ahora comenzó a encarnar con gracia y personalidad, como lo hiciera su predecesora Michelle Obama y muchas otras anteriores como Jackie Kennedy, con la que muchos la compararon en algunos aspectos. La sombra de los escándalos de su marido, como el más reciente de la exestrella porno Stormy Daniels, parecen en realidad fortalecerla, tal como lo están demostrando las encuestas.
    
Trump no puede ignorarlo, sabe bien que él, uno de los mandatarios más impopulares de la historia estadounidense, sin "su" Melania en la carrera para la reelección a la Casa Blanca corre el riesgo de no llevarlo muy lejos. 



regina