Nacional - Economía

México devuelve a Estados Unidos el arancel sobre el acero y el aluminio

2018-05-31

Tras conocer las medidas arancelarias estadounidense, Francisco Orduña, vocero de Altos...

Ignacio Fariza, Karina Suárez, El País

 

México responde a Estados Unidos con la misma moneda. El Gobierno mexicano ha lamentado "profundamente" la decisión de la Administración Trump de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México, Canadá y la Unión Europea por razones de seguridad nacional, y ha fijado una medida arancelaria equivalente sobre un abanico de productos de origen estadounidense: aceros planos, lámparas y varios alimentos (piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos, diversos quesos) por un monto equivalente. La disposición de la Administración Trump, con la que ya había amenazado a principios de marzo, enturbia aún más la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), sin avances en las últimas semanas y que ya mira a 2019 como fecha probable de conclusión.

Dos horas después de que Washington hiciese público el arancel, el peso -uno de los mejores termómetros de riesgo de la economía mexicana- se depreciaba casi un 1,5% frente al billete verde. El país latinoamericano es el principal comprador de aluminio y el segundo de acero de la primera potencia mundial, según las cifras de la Secretaría (Ministerio) de Economía mexicana, dos productos que tienen un papel esencial en dos de las mayor industrias transfronterizas: la automotriz y la electrónica.

"México reitera su postura en contra de medidas proteccionistas que afectan y distorsionan el comercio internacional de mercancías", incide el Ejecutivo mexicano en el comunicado hecho público apenas una hora después de que la Casa Blanca confirmase este nuevo paso en su agenda proteccionista. El arancel espejo mexicano estará vigente "en tanto el gobierno estadounidense no elimine" los suyos, que entran en vigor mañana, 1 de junio. "México", agrega el comunicado, "reitera su apertura al diálogo constructivo con EE UU, su apoyo al sistema comercial internacional y su rechazo a las medidas proteccionistas unilaterales". La respuesta mexicana es, según José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico "una señal de que ya no va a ceder más". "Durante más de un año, México ha tratado de ser diplomático, pero se ha dado cuenta de que eso no funciona con Trump", agrega. "Ya estamos en guerra comercial: Trump ha amenazado e impuesto aranceles, tanto en aluminio y en acero como en paneles solares y lavadoras. Las vías de negociación se está agotando".

Tras conocer las medidas arancelarias estadounidense, Francisco Orduña, vocero de Altos Hornos de México (AHMSA) una de las principales acereras del país había pedido a sus autoridades la adopción de una acción similar frente a la primera potencia mundial. "El Gobierno de México no puede ser timorato frente a lo que es claramente una agresión comercial inaceptable en tanto viola el TLC", había dicho. AHMSA, presidida por Alonso Ancira Elizondo es una de las principales siderúrgicas mexicanas con una producción de más de seis millones de toneladas anuales de acero y una plantilla de 6,500 trabajadores.

"Era algo que ya anticipábamos", apunta una fuente del Gobierno mexicano bajo condición de anonimato por la sensibilidad del asunto. "Nos tenían amenazados y la amenaza se cumplió. Siempre fuimos muy claros en que México tenía que estar excluido permanentemente y no temporalmente, y que nuestra iba a ser la que ha sido. No es una buena noticia, pero sabíamos que se podía dar este escenario".

La decisión de Trump llega en un momento crítico para la renegociación del TLC, que une a EE UU con México y Canadá desde hace casi un cuarto de siglo. Sin apenas avances en ese frente y con la delegación estadounidense muy poco dispuesta a ceder respecto a sus exigencias iniciales, inaceptables para sus dos socios, el arancel sobre el acero y el aluminio contribuye a enrarecer aún más el ambiente. "La negociación se cocina aparte, pero claro que afecta", apunta, en declaraciones a EL PAÍS, un alto negociador mexicano para el TLC. "El ambiente ya estaba viciado, con pocos avances y añade un punto más de incertidumbre". "Otra cosa no, pero Trump está demostrando que cumple sus amenazas", valora Luz María de la Mora, ex jefa de Unidad de Negociaciones Internacionales de la Secretaría de Economía de México, que augura una dura batalla legal entre EE UU y sus socios tanto en el seno del TLC como en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Ahora, el mayor temor de las autoridades mexicanas es que Trump también siga adelante con su arancel sobre los coches y sus componentes, una medida que golpearía a su mayor industria exportadora -que suma la tercera parte de las ventas exteriores totales, casi 100,000 millones de dólares al año- y que sería un duro golpe sobre el corazón mismo de su economía. México saldrá de dudas a mediados de 2019, cuando vence el plazo que se ha dado a sí misma la Administración estadounidense. Solo hay una cosa clara en la Ciudad de México: Trump va en serio y está dispuesto a todo.



Jamileth
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