Internacional - Seguridad y Justicia

Lula da Silva es liberado tras tres horas de interrogatorio

2016-03-04

El Ministerio Público Federal ha sido duro en el comunicado publicado horas después...

Raquel Seco, El País

En una espectacular operación, la Policía Federal de Brasil ha registrado este viernes la casa del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, en las inmediaciones de São Paulo, y se lo ha llevado a declarar como sospechoso de haber participado en una trama corrupta en la petrolera estatal Petrobras. Tras tres horas de interrogatorio, Lula ha sido liberado y se ha dirigido hacia la sede del Partido de los Trabajadores (PT) en São Paulo. Allí prevé reunirse con la cúpula del partido en el Gobierno para tratar esta crisis, probablemente la peor del partido que lleva 14 años en el poder.

Se trata de un golpe durísimo y hasta ahora impensable contra el exmandatario, que todavía es la cara más mediática del PT y que hasta ahora se perfilaba como candidato probable para las elecciones de 2018. Si las sospechas sobre Lula se hacían cada vez más insistentes en las últimas semanas, este viernes se ha producido la catarsis. La fiscalía lo ha acusado directamente, por primera vez, de ser "uno de los principales beneficiarios" de un sistema de desvío de dinero que "favorecía a empresas que se enriquecían a costa de la estatal" y que alcanza a políticos y partidos que obtenían financiación irregular. La supuesta red de corrupción de Petrobras, operativa entre 2004 y 2012, supuestamente desvió 10,000 millones de reales (unos 3,200 millones de euros) de la petrolera.

Los investigadores apuntan a la reforma de dos viviendas que frecuentaba Lula, pagadas por las constructoras Odebrecht y OAS, como una vía por la que el político recibió beneficios ilícitos. Las dos empresas están implicadas en la trama de corrupción de Lava Jato. En el caso de OAS, el comunicado que publicó la fiscalía este viernes calcula que OAS hizo reformas por valor de más de un millón de reales en el tríplex de lujo. Los fiscales también apuntan a donaciones y pagos de conferencias realizados por empresas investigadas en el caso Lava Jato.

La macrooperación comenzó al filo de las seis de la mañana. Los investigadores la bautizaron Aletheia en referencia a la expresión griega que significa "búsqueda de la verdad", y en ella participaron unos 200 policías y 30 auditores de Hacienda cumpliendo órdenes judiciales en los Estados de São Paulo, Río de Janeiro y Bahia. Al domicilio de Lula, en São Bernardo (a unos 20 kilómetros de São Paulo) no tardaron en acercarse simpatizantes y detractores del político. El hijo de Lula, Fábio Luiz da Silva, conocido como Lulinha, también recibió la visita de agentes de la Policía Federal en su apartamento en el barrio de Moema, zona sur de São Paulo.

El Ministerio Público Federal ha sido duro en el comunicado publicado horas después de los registros de viviendas. El texto asegura que "dentro de una República, incluso las personas ilustres y poderosas deben estar sujetas al escrutinio judicial cuando hay fundadas sospechas de actividad criminal, que se apoya, en este caso, en decenas de testimonios y amplias pruebas documentales".

La fiscalía considera que la trama de desvío de dinero de Petrobras beneficiaba a empresas "que se enriquecían a costa de las arcas de la estatal" , menciona a trabajadores de Petrobras "que vendían favor", personas que lavaban dinero "de forma profesional" y pagaban sobornos, y políticos y partidos que recibían dinero para financiar campañas. La acusación cree también que las élites de los partidos políticos, "especialmente el PT, el Partido Progresista y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño", de la base de Gobierno, coordinaban la red.

"Lula, además de líder de partido, era el responsable final por decidir quién eran los directivos de Petrobras y fue uno de los principales beneficiados por los delitos. De hecho, surgieron evidencias de que los crímenes lo enriquecieron y financiaron campañas electorales" del PT, dice el comunicado de la fiscalía.

El sábado pasado, en la fiesta del 36º aniversario del PT, en Río de Janeiro, Lula dio señales de que esperaba que la Policía Federal lo llamase a declarar por sospechas de corrupción relacionadas con el caso Lava Jato. Lula expresó su temor de que la Justicia levante su secreto bancario y revele informaciones fiscales y registros telefónicos. "Si ese es el precio que tengo que pagar para probar mi inocencia, lo hago. Solo quiero que después me den un certificado de idoneidad", dijo en tono irónico. El expresidente brasileño, que ha decidido defenderse atacando, insinuó también el sábado que las investigaciones en su contra son puramente mediáticas.



LAL