Turismo
Los cruceros acuden a las celebridades para atraer pasajeros
Por ANDREA PETERSEN, Dow Jones
En el crucero Queen Mary 2 que zarpa el 10 de junio, los pasajeros podrán nadar en las piscinas, jugar en el casino y prever encontrarse con la doctora Ruth K. Westheimer.
La terapeuta sexual de 82 años ofrecerá varias charlas para los pasajeros, entre ellas una llamada: "El sexo después de los 50". La profesional es parte de un elenco de famosos y cuasifamosos que son reclutados por los empresas de cruceros para pasar tiempo con sus huéspedes.
El presentador de noticias Dan Rather ha estado a bordo de barcos de Silversea Cruises, mientras que los astronautas Buzz Aldrin y James Lovell han viajado como parte del programa "Luminarias globales" de Lindblad Expeditions, que fue lanzado a fines de 2009.
Hace poco, la ex presidenta de Irlanda Mary Robinson se sumó a un viaje de Lindblad con el tema "Explorando las islas británicas e irlandesas". Por su parte, el ex director de la Reserva Federal de EU Paul Volcker ha viajado con Travel Dynamics International.
Las líneas de cruceros invitan a nombres conocidos para entretener a los pasajeros, en especial durante los largos "días en el mar", cuando los barcos viajan entre puertos y los paseantes están atrapados a bordo. Los famosos también le agregan competitividad a las empresas.
Cuando Keith Withycombe viajó en marzo a Vietnam, Hong Kong, Tailandia y Singapur a bordo del crucero Silversea con su esposa y otras dos parejas, compartió una cena con Rather y su esposa. "No nos codeamos con muchas celebridades", señala Whitycombe, un urbanizador de 66 años. "Para nosotros, fue muy agradable haber conocido y haber hablado con alguien que habíamos visto en los noticieros cientos de veces".
Cuando Lovell se sumó a un viaje de Lindblad a Islandia el año pasado, en el barco National Geographic Explorer, de 148 pasajeros, vio con los pasajeros la película Apolo 13. El astronauta, quien encabezó la misión verdadera del cohete espacial y en el film es interpretado por Tom Hanks, compartió que escenas estaban basadas en hechos reales y cuáles eran ficción.
Debido a que muchos de los oradores pasan varios días en el barco, los pasajeros se los pueden encontrar durante el desayuno, en la piscina o en el gimnasio.
Las celebridades de Silversea están obligadas por contrato a mezclarse con los pasajeros. Deben "considerar que la interacción con los huéspedes es parte de sus deberes a bordo, y que por lo tanto deben ser accesibles para ellos durante el viaje", señala el documento que firman.
Los nombres más notables no reciben honorarios por su trabajo a bordo. A cambio de unas cuantas charlas y la interacción con los pasajeros, reciben un crucero gratuito para ellos y un invitado. En las líneas de lujo pequeñas, eso puede ascender a más de US$10,000.
Los autores suelen aprovechar la oportunidad para vender libros u otros artículos. Cuando Aldrin navegó el año pasado hacia la Antártida con Lindblad, vendió camisetas que decían "Rocket Hero".
Las charlas de celebridades son especialmente importantes para líneas de lujo más pequeñas que no tienen atracciones para un mercado masivo como toboganes de agua, paredes para escalar o espectáculos de Broadway. Ejecutivos de empresas de cruceros indican que tener un nombre famoso a bordo puede atraer pasajeros y alejarlos de competidores con itinerarios similares.
EEM
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