Internacional - Población

Refleja Día de Jerusalén discrepancias entre israelíes y palestinos

2012-05-21

Jerusalén, (Notimex).- Bajo un gran dispositivo de seguridad, decenas de miles de israelíes marcharon hoy en esta ciudad por el Día de Jerusalén, conmemoración repudiada por los palestinos porque celebra la conquista de la parte de territorio de debía corresponder a los árabes.

"Jerusalén ha sido, es y será nuestra capital eterna, nunca la devolveremos a nadie", aseguró a Notimex Yosi Melamed, uno de los jóvenes que recorrieron este domingo el centro de la ciudad y la que fue frontera entre Israel y Jordania hasta la Guerra de los Seis Días en 1967.

En ese conflicto armado, los hebreos ocuparon Jerusalén oriental, territorio que corresponde a los palestinos bajo el plan original de Naciones Unidas que dio origen a Israel, país que además proclamó la ciudad como su capital, aunque sin reconocimiento internacional.

Miles de jóvenes, bajo un manto blanquiazul, los colores de las banderas de Israel y de Jerusalén, cruzaron lentamente uno de los barrios árabes de la ciudad, para indicar que los dos sectores de la ciudad han sido unificados para siempre bajo bandera israelí.

Esta postura disfruta de un masivo apoyo entre la población judía, y son relativamente pocos los que estarían dispuestos a dividir la ciudad en aras de la paz con los palestinos.

Música, cánticos y lemas nacionalistas insuflaron de vida y exaltación una de las marchas más polémicas que se celebran anualmente en la ciudad sagrada, y que para los palestinos no deja de ser un "insulto a la inteligencia".

"Para ellos no existimos, es como si no estuviéramos aquí, nos desvanecimos en 1967", se quejaba a este medio Marwán Abu Jaled, un palestino que absorto veía junto a su casa transcurrir la marcha, que no es más que "otra provocación israelí", en sus palabras.

Explica que lo que Israel cree "unificado" es "una más de sus fantasías", porque los cientos de miles palestinos que viven en el sector este no lo ven así.

"Pueden caminar lo que quieran, ir hasta el Mediterráneo y beber agua de sal, Al Quds (el nombre árabe de Jerusalén) será la capital de Palestina", reafirmó Musa Azzan en un ademán de desprecio a los manifestantes judíos.

Algunos gritos de rechazo de parte de jóvenes palestinos y de israelíes pacifistas no obstruyeron el avance de los nacionalistas, que rodeados por cientos de policías cumplieron un año más su protocolo reivindicativo.

Portavoces policiales informaron de una docena de detenidos en cada bando por provocar disturbios.

El Día de Jerusalén, uno de los más simbólicos en Israel y reflejo fiel de su conflicto con los palestinos, se celebra todos los años el día en que este país ocupó los territorios palestinos en 1967, en una guerra fugaz que cambió la realidad geopolítica en toda la región.

De Estado débil y reducido a las fronteras que le permitieron los vecinos países árabes en 1948, Israel pasó a ser potencia ocupante de otro pueblo, abriéndose el camino a un conflicto con la fisonomía que conocemos en la actualidad, y la masiva colonización con asentamientos.

Conquistó en esa guerra territorios que estaban bajo bandera siria, jordana y egipcia, y aunque devolvió varios de ellos, aún sigue conservando los Altos del Golán, Cisjordania y la parte de Jerusalén en la que vivían los palestinos.

A diferencia de los otros, anexó a su territorio soberano Jerusalén, el sueño anhelado del movimiento sionista y de los judíos en general, por ser el centro de su vida espiritual y de su identidad.

Dror Idar, columnista israelí, arguye que "no hay sionismo sin Sión" (principal monte sobre el que está Jerusalén), y recuerda que durante dos milenios los judíos "orientaron sus rezos y corazones hacia Jerusalén", y proclamaron que "si te olvidare, será olvidada mi diestra".

En la práctica, la fusión supuso un sufrimiento para los palestinos, que nunca llegaron a integrarse en la vida de la ciudad más que a efectos laborales, y que son discriminados por la municipalidad en comparación con la población judía.

Jerusalén, la ciudad más grande de Israel, consta actualmente de 801 mil habitantes, de los que alrededor del 60 por ciento son judíos y el resto palestinos musulmanes y cristianos.

Es por esa razón un constante foco de fricción entre las dos poblaciones, y por albergar lugares sagrados para cristianos, judíos y musulmanes, sus ecos retumban en los confines de todo el mundo.

En las negociaciones de Campo David, en 2000, Israel planteó la posibilidad de dividir la ciudad para que la población palestina quedara del lado del nuevo Estado, pero las diferencias sobre la llamada "laguna sagrada" hicieron caer el acuerdo.

Informes de varias organizaciones no gubernamentales destacan que conforme pasan los años la situación de los palestinos empeora y que la inmensa mayoría ha caído en la pobreza porque la política israelí acaba por asfixiarlos econonómicamente.

Una de esas organizaciones cifra en el 78 por ciento el número de palestinos que viven sumidos en la pobreza y denuncia que la municipalidad los tiene olvidados en sus políticas comunitarias.



ROW
Utilidades Para Usted de El Periódico de México