Sugerencia del Cheff

La trufa francesa busca un nuevo impulso

2007-01-08

Francia, Italia y España ya no producen más que un centenar de toneladas de trufas...

Por Christian Charcossey

PARIS, (AFP) - Floreciente durante el último tercio del siglo XIX, con un récord de 1,600 toneladas en 1868, la producción francesa de trufas, que no debería pasar de unas 20 toneladas en la campaña 2006/2007, busca un nuevo impulso para defenderse de la invasión de trufas chinas.

"Habría que duplicar las superficies plantadas con árboles truferos, hoy en día 10.000 hectáreas, pero no logramos interesar a la Comisión Europea" de cara a instaurar primas, deplora a la AFP Jean-Charles Savignac, presidente de la Federación Francesa de Truficultores (FFT).

La FTT, que defiende los intereses de los 20.000 plantadores y cosechadores de trufas, quiere sensibilizar ahora a los parlamentarios europeos sobre su plan de reactivación, aunque sólo sean "unas decenas de miles de

Caída de la demografía campesina, abandono de las prácticas tradicionales de cultivos, repoblación forestal y progresión de la maleza: son muchas las explicaciónes del declive del cultivo de la trufa en Europa.

La consecuencia es que los precios se disparan: 160 kg de trufas fueron vendidos a precios que oscilaban entre 350 y 800 euros el kilo, el 2 de enero, en el quinto mercado de la temporada en la localidad francesa de Lalbenque, en el departamento de Lot. Los profesionales pagaron de 350 a 450 euros el kilo y los particulares entre 450 y 800 euros el kilo.

Francia, Italia y España ya no producen más que un centenar de toneladas de trufas negras al año y medio centenar de toneladas, principalmente Italia, de trufas grises.

En Francia, las grandes grandes zonas de producción de trufas son tres: trufa negra en el suroeste (Périgord, Lot, Charente) y en el sureste (Drôme, Vaucluse y Alpes de Alta Provenza), trufa gris en Borgoña y Lorena.

Ello obliga a importar de China, país que cosecha un centenar de toneladas anuales y exporta la mitad a Francia e Italia.

Resulta fácil vender a un consumidor desprevenido trufas de China (Tuber indicum) o brumales (T. brumale), de aroma débil, en lugar de trufas de Borgoña (T. uncinatum) o las llamadas del Périgord (T. melanosporum), la más buscada, denominada "diamante negro" por los gastrónomos.

Sin embargo, varios establecimientos -en particular el Ecomuseo de Sorges (Dordoña), la Casa de la Trufa y de Tricastin en Saint Paul Trois Châteaux (Drôme) y la Casa de la Trufa del Lubéron en Ménerbes (Vaucluse), que cuentan más de 30.000 visitante al año- informan acerca de las diferentes variedades de trufas, "tubérculo carnoso recubierto de una especie de corteza dura y agrietada en su superficie", según una definición de 1711.

Para popularizar su causa, la cadena del cultivo de la trufa, que se estima puede genera un volumen de negocios total de 100 millones de euros, decidió organizar la primera fiesta internacional de la trufa los próximos 2 y 3 de febrero en Brive (Corrèze).



AAG

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