Migración

La ayuda a 10,000 inmigrantes en el Mediterráneo no evita una nueva tragedia

2015-04-15

La situación geográfica de Italia, próxima a las costas africanas, permite la...

Roma, 15 abr (EFE).- El servicio de guardacostas de Italia comunicó hoy que ha socorrido en los últimos días a casi 10,000 inmigrantes en embarcaciones en riesgo o que naufragaron en el Mediterráneo, una ayuda que sin embargo no ha evitado la desaparición de al menos 400 personas.

La cifra de rescatados fue difundida por la Guardia Costera italiana, que ha trabajado y sigue haciéndolo en distintas operaciones en colaboración con la Guardia de Finanzas y la Marina Militar, para prestar ayuda a supervivientes de hundimientos y también para buscar a desaparecidos.

Precisamente una de esas operaciones está centrada en encontrar a los desaparecidos de una embarcación que al parecer se hundió a 80 millas de las costas de Libia y cuyos supervivientes relataron el martes a la organización Save the Children que junto a ellos navegaban 400 personas más, de las que todavía no se tienen noticias.

Por el momento, los servicios de los Guardacostas italianos han encontrado 9 cadáveres y han rescatado a 144 personas de esta embarcación, según confirmaron el martes, en lo que ya se interpreta como una nueva gran tragedia de la inmigración en el Mediterráneo.

Del testimonio de los rescatados se ha podido saber poco más que su barco naufragó solo 24 horas después de partir desde Libia con destino a Italia y que entre las víctimas habría "muchos jóvenes, probablemente menores", contó Save the Children, que no precisó la cifra de desaparecidos.

La situación geográfica de Italia, próxima a las costas africanas, permite la llegada de un elevado flujo de inmigrantes que ahora se incrementa con la llegada del buen tiempo.

Al país mediterráneo llegan numerosos refugiados que huyen de sus países en conflicto, especialmente de Libia, sumida en una crisis desde la caída, hace cuatro años, de la dictadura de Muamar Gadafi.

Pero no solo proceden de África, sino que también lo hacen de países de Oriente Medio, como Siria o Irak, según refirió recientemente el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Roma.

De confirmarse, la cifra de los 400 desaparecidos superaría a la de las 366 personas que fallecieron el pasado 3 de octubre tras hundirse su barcaza frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa, según testimonios de supervivientes.

Precisamente este hecho fue el desencadenante para que el Gobierno italiano pusiera en marcha el dispositivo Mare Nostrum que, durante un año, permitió el rescate de 100.250 personas y el arresto de 728 traficantes, según cifras del Ministerio del Interior.

Pero este sistema, foco de críticas principalmente de la oposición, que acusaba al Gobierno de gastar recursos económicos del país en este y no en otros asuntos, fue sustituido en noviembre por Tritón, un programa comunitario que patrulla las fronteras mediterráneas.

Esta operación europea, con un presupuesto de 2,9 millones de euros al mes, dispone de menos recursos económicos que el italiano Mare Nostrum, que costaba 9,3 millones al mes.

La organización Save the Children ha advertido de que muchos de los refugiados que son auxiliados cada día por las autoridades marítimas son "menores que viajan sin acompañante" y ha criticado el actual sistema de rescate desplegado en el Mediterráneo.

"El creciente número de muertes en el mar plantea, no sólo a Italia, sino a toda la Unión Europea (UE) y a sus miembros, el deber de responder con un dispositivo de búsqueda y rescate en el mar capaz de lidiar con esta situación. (...) Hasta la fecha, no existe tal sistema", denunció.

Entre las voces críticas también se ha alzado la de la ONG Human Rights Watch (HRW) que apuntó hoy su dedo acusador hacia la UE y su "intolerable pasividad".

HRW dijo en un comunicado que las noticias conocidas sobre los cerca de 400 inmigrantes desaparecidos deben "obligar a la UE a aplicar una vasta operación de búsqueda y rescate".

"Si se confirman las noticias que llegan (...) se trataría de una de las mayores tragedias en uno de los tramos más peligrosos del mundo para los inmigrantes y solicitantes de asilo", dijo la directora para Europa y Asia Central de HRW, Judith Sunderland.

Mientras que las ONG piden que la UE garantice "una adecuada acogida" de estas personas, los centros de identificación italianos y muchos alcaldes de las localidades que reciben a los inmigrantes han advertido de que están desbordados.

A toda esta situación se suma el hecho de que los presidentes de las regiones norteñas de Lombardía y Véneto, Roberto Maroni y Luca Zaia, respectivamente, ambos de la xenófoba Liga Norte, han amenazado con ocupar los centros, residencias o gimnasios donde son alojados los inmigrantes rescatados.

 



EEM