Internacional - Política

Angela Merkel maniobra para evitar un fiasco en la Cumbre del G-20 

2017-07-06

Xi es el último pero no el único líderes criticado por Trump. El...

CARMEN VALERO / El Mundo


La canciller alemana trabaja para llegar a consensos con el presidente Trump, en una cumbre marcada por el terrorismo y el Acuerdo de París

Trump se entrevista por primera vez con Putin, horas después de admitir que Rusia intervino en las elecciones estadounidenses

Un G-20 con más de 20 desencuentros

La doctrina del caos que sigue Donald Trump como principal activo de su presidencia amenaza con convertir la cumbre del G-20, que hoy arranca en Hamburgo, en un choque de titanes. La resistencia de sus "sherpas" a las formulaciones de consenso presentadas por la Presidencia de turno alemana aventura un fiasco similar al del G7 de Taormina (Italia), salvo que la cancillerAngela Merkel, anfitriona de la cumbre, saque una paloma de su chistera.

Trump y Merkel cenaron anoche en Hamburgo, tras el baño de multitudes que Trump y Melania recibieron en Polonia. Sus interlocutores en el G-20 no le darán caprichos, aunque ha sido distinguido respecto a los demás obteniendo como residencia la mansión de invitados del Senado de Hamburgo, una villa al borde del lago donde han pernoctado, entre otros los príncipes Carlos y Diana, el que fuera líder de la OLP, Yaser Arafat, y el ex presidente soviético, Leonidas Breznev.

Excepto el presidente de Brasil, Michel Temer, con serios problemas en casa, y el rey Salman de Arabia Saudí, ocupado en un pulso contra Qatar que añade miel al avispero de la región del Golfo, todos los líderes del G20, grupo formado por los principales países industrializados y emergentes, más la UE y un puñado de invitados permanentes entre los que se encuentra España, han respondido a convocatoria de la canciller, Angela Merkel, y ya ocupan sus hoteles en Hamburgo. En ese heterogéneo grupo y salvando las distancias, destacan los machos"alfas"de la política mundial como Trump, el ruso Vladimir Putin, el turco Recep Tayyip Erdogan o el chino Xi Jinping.

Sólo con el cruce de esos cuatro nombres suenan las alarmas. Con la casa aún sin ventilar, Trump se entrevistará hoy por vez primera con Putin, con el espectro de la trama rusa infiltrado en la Casa Blanca. No se sabe en que momento del día se producirá ese encuentro, tildado de "informal" por EU y de "bilateral" por el Kremlin. En lo que si hay coincidencia es que el tema central será Siria. Trump le planeará la creación de zonas de exclusion aérea y una estrategia humanitaria. A cambio, Moscú decidirá el futuro de Asad.

Trump y el 'talón de Aquiles' chino

Está previsto asimismo que Trump se encuentre con el presidente de China, país al que ha acusado -vía Twitter- de "violar" -en el sentido de agresión sexual de la palabra- a EU en materia comercial, la gran pesadilla del presidente. La crisis abierta por Corea de Norte procediendo a lanzamientos de misiles sólo ha hecho empeorar la relación y la semántica. Trump ha acusado a China de no hacer suficiente para frenar a su "protegido" y le ha exhortado a frenar "la carrera nuclear" de un "tipo que parece no tener nada mejor que hacer" en vez de "incrementar su comercio con ese país un 40%". Siguiendo esa estrategia de enfrentamiento, Trump apuntó luego al talón de Aquiles chino anunciando la venta a Taiwán de 1.420 millones de dólares en armamento.

Xi es el último pero no el único líderes criticado por Trump. El francés Emmanuel Macron, Justin Trudeau, Angela Merkel y Peña Nieto también han sufrido las embestidas del presidente estadounidense. Alemania por el déficit comercial, Macron por el cambio climático, Trudeau por el Tratado de Libre Comercio y Peña Nieto por el Muro a lo largo de la frontera con México.

Tampoco las relaciones entre Alemania y Turquía pasan por un buen momento. Tras la experiencia recogida durante la campaña del referendo constitucional que dio más poderes a Erdogan, el Gobierno Merkel ha negado al presidente celebrar un mitin y dirigirse a los turcos residentes en Alemania aprovechando su visita a Hamburgo. El mandatario turco no ha establecido en esta ocasión paralelismos con los "nazis" pero ha criticado la decisión y no descarta dirigirse a los suyos desde suelo consular.

Para las fuerzas del orden sería una problema añadido, pues al margen de las protestas que generará en si mismo el G20, Trump y Erdogan son, de todos los invitados, los que más movilizan.

La agenda oficial de la cumbre arranca con una discusión sobre terrorismo internacional, un aperitivo apacible para la indigesta discusión sobre crecimiento global y comercio. Tras la sobremesa, el debate será, con Trump igualmente, complejo pues su enunciado es "desarrollo sostenible, clima y Energía".

Sobre la cuestión del Clima, las opiniones recabadas por este diario son contradictorias. Merkel ha reconocido públicamente que tras la decisión de EU de abandonar el Acuerdo de Paris las posibilidades de alcanzar en Hamburgo una posición común sobre el clima son escasas por no decir nulas. Pero Merkel no se caracteriza por tirar la toalla y aceptar una derrota. Según la organización ecologista Clima Home, el documento que elabora Alemania para poner en marcha el plan de acción de Paris ha sido modificado hasta el punto de incluir energías fósiles entre las energías consideradas "limpias" y de retirar el compromiso de dejar de subvencionarlas antes de 2025.

Sobre la cuestión comercial, otro de los caballos de batalla y con señales contradictorias, los analistas no se atreven a hacer pronósticos. La cumbre se celebra rodeada de fuertes medidas de seguridad y congrega a unos 5,000 periodistas de todo el mundo.



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