Internacional - Política

El Frente Nacional de Le Pen someterá a consulta las grandes cuestiones del partido

2017-07-24

Difícil descifrar lo que ha ocurrido entre las paredes de Nanterre pero la situación...

MARÍA D. VALDERRAMA / El Mundo

A la entrada del seminario a puerta cerrada que el Frente Nacional ha celebrado este fin de semana en su sede de Nanterre, a las afueras de París, los dirigentes del partido entran y salen sonrientes intentando mostrar que nada turbia el partido. "Crisis es lo que sucede en Los Republicanos o en el Partido Socialista, estas son pequeñas divergencias en un partido democrático", decía Florian Philippot este sábado en una entrevista radiofónica.

Difícil descifrar lo que ha ocurrido entre las paredes de Nanterre pero la situación no es idílica como quieren hacer ver. Sin duda, la figura de Marine Le Pen no ha sido confrontada y la presidenta seguirá siendo la líder incontestable del partido que busca eliminar la figura del presidente de honor para deshacerse de una vez por todas de las figura del padre. Más allá de este punto, las divergencias se refieren a dos corrientes opuestas.

Por un lado, la representada por Florian Philippot que insiste en que el partido tendría que alejarse de la cuestiones identitarias y apostar por una visión más social aunque con la idea de una Francia soberana como base. La salida del euro y la reconstrucción de una moneda nacional resultan tan elementales para él que ha llegado a plantear que abandonará el partido si la postura cambia. "Si no lo hacemos, estamos condenando a Francia a la austeridad de por vida", decía Philippot en Europe 1 el sábado.

Por otro lado, Nicolas Bay y los suyos para quienes el partido tenía que haber insistido más en la denuncia de la "inmigración masiva", la seguridad y el islam y abandonar la idea de salir del euro que no convence a los electores y ni siquiera "a una parte de los militantes". "El islamismo radical prospera en el territorio. Nos están esperando en este tipo de cuestiones", decía Bay el viernes en BFMTV. Para Philippot, no fue éste el problema sino haber dado la sensación de "estar asustados", ante la perspectiva de la soberanía monetaria.

De momento, lo único que se atisba de este congreso es que las dos corrientes quedarán reflejadas en un cuestionario al que los adherentes del FN deberán responder en septiembre. Philippot adelantó que serán preguntas simples cómo "¿Está usted a favor de la salida del euro?", así como los posibles nombres con el que piensan rebautizar al partido. En este punto parece igualmente que el acuerdo es común y, tratando de desvincularse aún más de los orígenes del partido -si es que se puede-, el "Frente Nacional" será sustituido por un nuevo nombre para el que se barajan juegos de palabras con "patriotas" o "nación", sometido también a votación popular durante la vuelta de vacaciones.

En cualquier caso, la burbuja del Frente Nacional estalló el pasado 7 de mayo y, al menos durante una semana, el partido ha conseguido volver a atraer la atención mediática cuando muchos son ya los que le habían condenado, de nuevo, a la marginalidad. Los principales dirigentes del partido llevan siete días haciendo el "tour" de radios y teles hablando de democracia interna y sonríen, sin alternativa, cuando se revela que el ambiente en el partido es en realidad bastante malsano.



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