Sepulcros blanqueados

Hermosos por fuera, inmundos por dentro

2017-09-29

Pero por otro lado también todos estamos expuestos a caer en momento determinado en lo que...

Autor: Enrique Monterroza


En la vida cristiana veremos de todo, como dice un dicho por ahí: “de todo hay en la viña del Señor”, pero cada uno de nosotros será responsable de presentarse como obrero sin mancha delante del Señor, eso significa ser ejemplo a las personas que es posible vivir una vida agradable a Dios.
 
Pero por otro lado también todos estamos expuestos a caer en momento determinado en lo que el mismo Señor Jesús dice: “Sepulcros Blanqueados”.
 
¡Que Dios nos guarde de caer en ese apelativo! Y es que de no tener cuidado podemos estar cayendo en el.
 
¿Qué es un Sepulcro Blanqueado?, ya Jesús lo menciona en los versículos que leímos al inicio: “se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia”.
 
Ahora bien en lenguaje popular podemos decir que un sepulcro blanqueado todo aquel “cristiano” que tiene un apariencia de santidad y comunión con Dios, pero que realmente por dentro no esta experimentando una verdadera comunión con Dios, y mas allá de eso mantiene una vida llena de pecado, que a lo mejor no se muestra delante de las personas, pero que si esta ahí y esta afectando su relación personal con el Señor.
 
Y es que es muy fácil aparentar algo que no es cierto, ¿Cuántas veces hemos andado en pecado y hemos aparentado santidad?, es que pienso que una de las cosas mas fáciles de hacer en el cristianismo es engañar a las personas, mostrando una aparente devoción y amor por el Señor, cuando realmente en su vida intima esta dejando mucho que desear. A esta clase de personas se les llama: Hipócritas.
 
¿Cuántas veces has ido a tu congregación a levantar tus manos par alabar a Dios, cuando hace algunos minutos u horas habías estado concretando el pecado?, y no digo esto para acusarte, ni muchos menos para hacerte sentir indigno, porque no es ese el punto, lo digo porque no es posible que mientras Dios este demandando de nosotros santidad, nosotros le estemos pagando con una doble vida, esa doble vida que me llevara directo a la derrota espiritual, porque quiero decirte que nadie, absolutamente nadie puede jugar con Dios.
 
En Gálatas 6: 7 leemos: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Y es que esta palabra es totalmente verdadera, si tu siembras pecado oculto, cosecharas derrota espiritual, si tu siembras una doble vida, cosecharas la hipocresía, así de simple y fácil.
 
No se trata de condenar a nadie, al contrario este es toque de alerta, es una sirena que esta anunciando que las cosas no están caminando como tienen que caminar, que urge un cambio de actitud hacia Dios y sobre todo dejar aun lado la apariencia engañosa de la cual estamos siento parte.
 
¿A quien tratas de engañar?, ¿A Dios?, ¿A tus lideres?, ¿A tu familia?, ¿A tus amigos?, ¿A quienes?, quiero decirte que puedes engañar a todos los que quieras, pero jamás engañaras a Dios, ni mucho menos te engañaras a ti mismo, cada uno de nosotros sabe muy bien que es lo que estamos haciendo y como estamos caminando este sendero de justicia y verdad, ¿Estaremos siendo justos?, ¿Estaremos caminando en la verdad?, Cada uno juzgue su propio estado espiritual y de la manera que evalué también trate de mejorar aquellas áreas que necesitan una mejora.
 
Creo que nadie quiere ser llamado sepulcro blanqueado, pero lastimosamente muchas veces lo estamos siendo. Ya no es tiempo de demostrar algo exterior que realmente no nace de lo interior, sino mas bien es un simple teatro que nos esta siendo galardonadores de un oscar en el mismo infierno, es hora de ser sinceros con nosotros mismos, de reconocer nuestras debilidades y flaquezas delante del Señor, de rendirnos a sus pies y decirle: Ya no puedo mas con esta doble vida. Es momento de que la sinceridad y humildad sea la llave que abra una nueva relación personal con el Señor.
 
Recuerda que lo que dice 1 Pedro 4: 18 “Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?”, yo creo que todos aquellos que estamos en esta carrera, anhelamos que nuestra meta sea el cielo, pero que triste será que por ser sepulcros blanqueados, engañándonos a nosotros mismos, un día el Señor nos diga: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:23).
 
Amados hermanos, es hora de quitarnos de encima toda carga que nos esta llevando al fracaso espiritual, es momento de sincerarnos delante de Dios y reconocer nuestro estado espiritual y si es necesario que el alfarero moldea algunas partes de nuestra vida, aun cuando esto sea doloroso, sometámonos al proceso, pues al finalizar serás una vasija útil en las manos del Señor.
 
¿Sepulcros Blanqueados?, ó ¿Sinceros y Humildes? Tú eliges que apelativo deseas para tu vida.



regina