Internacional - Economía

La gasolina impulsa los precios en Estados Unidos, pero la inflación probablemente tocó un pico

2022-04-12

Una ralentización del alza de los precios de los autos y camionetas usados ha dado lugar a...

Reuters | Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que los precios de consumo avanzaran un 1,2% en marzo y se dispararan un 8,4% interanual.

Las fuertes lecturas de la inflación se conocieron después de que los datos del mes pasado mostraran que la tasa de desempleo en Estados Unidos cayó a un nuevo mínimo de dos años del 3,6% en marzo.

El banco central estadounidense subió su tasa de interés oficial 25 puntos básicos en marzo, la primera subida en más de tres años. Las actas de la reunión de política monetaria, publicadas el pasado miércoles, parecían sentar las bases para un aumento importante de los tipos en el futuro.

La alta inflación y la postura a favor de endurecer la política monetaria de la Fed han hecho que el mercado de bonos tema una recesión en Estados Unidos, aunque la mayoría de los economistas esperan que la expansión continúe.

Muchos creen que marzo podría marcar el máximo de la tasa anual del IPC, pero advierten que la inflación se mantendrá muy por encima del objetivo del 2% de la Fed al menos hasta 2023.

Los precios de la gasolina han retrocedido desde los máximos históricos, pero siguen estando por encima de los 4 dólares por galón. Las elevadas lecturas de inflación el año pasado también empezarán a moderar cálculo del IPC.

Una ralentización del alza de los precios de los autos y camionetas usados ha dado lugar a una lectura mensual de la inflación subyacente más suave.

"Marzo puede resultar ser el punto máximo de las medidas de inflación interanual para este ciclo", dijo Ben Ayers, economista senior de Nationwide.

"Aun así, teniendo en cuenta el elevado punto de partida y la probabilidad de que haya nuevos retrasos en arreglar las cadenas de suministro, las lecturas de la inflación deberían seguir siendo muy altas en 2022 y hasta 2023", agregó.

Excluyendo los volátiles componentes de los alimentos y la energía, el IPC subió un 0,3%, tras haber ganado un 0,5% en febrero. El llamado IPC subyacente aumentó un 6,5% en los 12 meses transcurridos hasta marzo, el mayor avance desde el de agosto de 1982, tras subir un 6,4% en febrero.

Se considera que los confinamientos en China para contener un resurgimiento de las infecciones por COVID-19 están ejerciendo una mayor presión sobre las cadenas de suministro mundiales, lo que podría mantener los precios de los bienes elevados.

Por otra parte, se espera que el aumento de los alquileres de la vivienda mantenga la inflación subyacente al alza.



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