Internacional - Población

Egipcios protestan en plaza Tahrir, esperan resultados de comicios

2012-06-22

Por Alastair Macdonald y Marwa Awad, Reuters

EL CAIRO - Miles de manifestantes ondeando banderas colmaron la plaza Tahrir de El Cairo para las plegarias del viernes, mientras los candidatos presidenciales de Egipto, un islamista y un ex general, se acusaban entre sí de tratar de manipular una elección cuyo resultado aún se desconoce tras cinco días.

Los Hermanos Musulmanes, cuyo candidato Mohamed Morsy afirma que ha ganado, pidió a sus seguidores que mantengan una vigilia en el lugar de nacimiento de la revuelta de la Primavera Arabe del año pasado hasta que el consejo militar rescinda las órdenes para controlar los poderes del nuevo presidente y para disolver el nuevo Parlamento liderado por los islamistas.

Pero el consejo militar criticó el viernes a ambos candidatos por reclamar la victoria de forma prematura y dijo que mantendría en vigor un decreto para reducir la autoridad del próximo presidente, algo que muchos ven como una prolongación de las fuerzas armadas en el poder.

La demora en el anuncio de los resultados de dos días de votación, que culminaron el domingo, también desató temores de que el Ejército esté intentando inclinar la elección hacia Ahmed Shafik, un ex comandante de la Fuerza Aérea a quien el ex presidente Hosni Mubarak convirtió en primer ministro antes de su caída.

No se espera un resultado hasta el sábado o el domingo, implicando un fin de semana tenso para el país, aunque la amplia mayoría, muchos de los cuales no están convencidos por ningún candidato de la segunda vuelta, estaba en su casa pasando el fin de semana musulmán como siempre.

Para muchos, tanto en los movimientos islamistas organizados como en la oposición liberal, secular más fragmentada, una victoria de Shafik, junto con el consejo militar asumiendo poderes legislativos y delineando una Constitución, significará que las seis décadas de Gobierno militar continuarán.

"Esta es una contrarrevolución clásica que sólo será contrarrestada por la voluntad de los manifestantes", dijo Safwat Ismail, un miembro de los Hermanos Musulmanes de 43 años que vino desde el Delta del Nilo. "Me quedaré en la plaza hasta que el Ejército renuncie", agregó.

Mahmoud Mohammed, un ingeniero marino de 31 años de Alejandría que pertenece a un grupo del movimiento salafista más fundamentalista insistió en la plaza que no estaban buscando una batalla, pero querían ver la democracia instalada.

"El pueblo eligió un Parlamento y lo pusieron en el cesto de basura. Necesitamos que el Ejército entregue el poder", dijo. "Nadie vino aquí a pelear. Necesitamos democracia", agregó.

DUDAS

Desde la disolución del Parlamento, ordenada por jueces designados por Mubarak y ratificados por el Ejército, al decreto militar sobre nuevos arreglos constitucionales y la demora en el anuncio del presidente por parte de una comisión electoral también elegida bajo el régimen anterior, los eventos en la última semana han minado la confianza en el proceso electoral.

Shafik, quien fue el último primer ministro de Mubarak cuando el Ejército forzó al dictador a renunciar para apaciguar las protestas en Tahrir, desafió la autoproclamada victoria de Morsy y dijo el viernes que estaba seguro de que había ganado, a pesar de la presión islamista sobre los funcionarios.

No llegó a emular a Morsy, que se adjudicó la victoria sobre la base del propio conteo de los Hermanos Musulmanes de los resultados de centros de votación locales, pero dijo que estaba "seguro".

En un discurso televisado, Shafik dijo: "Estas protestas en las plazas, las campañas de terror y la manipulación de los medios son todos intentos por forzar al comité electoral a anunciar un resultado particular".

En un país donde virtualmente nadie puede recordar una elección que no estuviera manipulada antes del año pasado, la confianza es baja, sobre todo entre integrantes de los Hermanos quienes, como Morsy, estuvieron encarcelados bajo el Gobierno de Mubarak por sus actividades políticas.



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