MENSAJERÍA
¡No caigamos en la trampa de la autocompasión!
Cuando el Santo Juan Pablo II visitó España en el mes de mayo del año 2003, se reunieron innumerables jóvenes para celebrar una vigilia en Cuatro Vientos. Uno de los testimonios que se dejaron escuchar aquella noche pertenecía a Lourdes Cuní, una muchacha que sufría de parálisis múltiple.